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Contemplar las vistas desde la zona alta de Kopako harria es un bonito regalo que ofrece esta silenciosa cima. Elisa Belauntzaran

Kopako Harria, a los pies de la gran mole

Este bonito rincón junto a Aiako harria es una preciosa sorpresa entre extensos bosques y el embalse de Endara

Viernes, 8 de abril 2022

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Unas preciosas vistas nos impresionan al acercarnos al buzón de Kopako Harria. Un brillante blanco, un vivo verde y un apagado marrón se mezclan en los bosques y zonas de pasto que nos ofrece la discreta cima a los pies de la gran mole de Aiako harria. A pesar de no gozar de su fama, la discreta cima se hizo con un hueco en el catálogo de montañas de Euskal Herria de la federación de montaña en 2014. Desde ella disfrutamos de unas magníficas vistas del valle de Endara con su embalse y numerosas joyas como la ermita de San Antón que cada enero reúne a vecinos de Oiartzun y Lesaka para pedir la protección de sus animales y otros males.

El valle de Endara es una depresión en la vertiente oriental del macizo de Aiako Harria. Las aguas de los arroyos de dicho valle llegan hasta el embalse del mismo nombre antes de llegar al río Bidasoa incorporándose sus aguas en el puente de Endarlatsa (8 m), punto de unión de Nafarroa, Gipuzkoa y Lapurdi, constituyendo, además, el punto más bajo de la geografía Navarra y el inicio de la numeración de las mugas fronterizas.

Teniendo en cuenta su ubicación, Kopako harria ha sido una referencia dentro de las rutas del contrabando en el curso bajo del río Bidasoa. Caminos y bosques de Endara fueron testigos silenciosos del trabajo de aquellos hombres que trasladaban los 'paquetes' de un lado al otro de la muga. Algunos de ellos transcurrían alrededor del actual embalse de Endara. Este fue construido desde 1984 sobre la regata Endara, en el término municipal de Lesaka por la Confederación Hidrográfica del Ebro, sobre proyecto del ingeniero de Caminos, Nemesio Echaniz Echeverría para el abastecimiento de agua a Irun y Hondarribia. Tras la construcción de la presa varias casas del barrio Endara fueron sumergidas.

El embalse, muy cercano a Oiartzun, se encuentra en tierras de Lesaka, localidad navarra perteneciente a Bortziriak. Sus 54,7 kilómetros cuadrados, sobre la margen izquierda del río Bidasoa, limitan con Irun, Bera, Igantzi, Arantza, Etxalar, Goizueta y Oiartzun. Además del núcleo central de la población, existen los barrios de Alkaiaga, Biurrana, Endara, Endarlatsa, Auzoberri, Frain, Katazpegi, Izotzaldea, Nabaz, Otsango, Zala y Zalain.

Ermita con mucha historia

Las mugas las imponen los hombres, pero el día a día de los vecinos de Oiartzun y el barrio lesakarra de Endara ha hecho que no reparen en ellas, sino en la convivencia más conveniente y los alrededores del embalse son una claro ejemplo de ello. Su ermita de San Antón precisamente reúne a numerosos vecinos que cada 17 de enero con motivo de la festividad del santo.

Como está recogido en el libro 'Piedra, hierro y papel. Trayectoria histórica de la villa de Lesaka', la ermita de San Antón tiene por titular a San Antonio Abad y se emplaza en el barrio de Endara.

Información MIDE

  • Acceso: Una vez lleguemos a Oiartzun tomamos la GI-3420 dirección Lesaka. Junto a la carretera se encuentra la ermita de San Antón.

  • Horario: El recorrido es sencillo y muy recomendable para realizar en familia disfrutando de un entorno muy bonito. Se puede realizar en hora y media tranquilamente.

  • Distancia: 6km

  • Desnivel positivo: 424 m

  • Severidad del medio: 2

  • Dificultad orientación: 3

  • Dificultad del terreno: 2

  • Esfuerzo necesario: 2

De planta simple, rectangular, sus muros son de mampostería y cubierta de madera rematada por una pequeña espadaña del siglo XX. El interior se divide en cinco tramos con vigas de madera que sostienen la cubierta. En la cabecera una pequeña hornacina contiene una modesta talla del santo; dicha hornacina la flanquean dos pequeñas esculturas de María y San Juan. Antaño la casa del ermitaño formaba parte de la ermita. La entrada original al recinto estuvo en el lado oeste del edificio, donde dos puertas tapiadas muestran cuál era la entrada a la casa del ermitaño y cuál la que daba acceso a la ermita. Esta última muestra en la clave de su arco el anagrama IHS (Jesús Salvador de los Hombres), posiblemente del siglo XVI. La ermita de San Antón aparece mencionada, junto con la cofradía del mismo nombre, por vez primera en 1567 al inventariar las posesiones de la parroquia al cambiar Lesaka de diócesis. Según los expertos es muy posible que el edificio sea de origen medieval. Lo que sí está claro, gracias a las numerosas referencias a esta pequeña iglesia en los documentos parroquiales, es que en 1616 se mandó hacer una campana para su espadaña. Además, consta que tenía parcelas laborables y ganado en propiedad.

La ermita fue prácticamente destruida en el incendio que se produjo en la noche del 8 al 9 de noviembre de 1924, del que se salvaron solamente el cáliz y los ornamentos. Se reconstruyó la ermita aprovechando las paredes, que aún tuvieron que ser reforzadas; la cuantía de la obra ascendió a 10.789 pesetas y 90 céntimos. El templo fue inaugurado el 24 de enero de 1926 con licencia del Obispo Mateo Múgica Urrestarazu y la misa la ofició el párroco del pueblo, don Félix Echeverri».

A comienzos de la década de los 90 del siglo pasado el edificio fue nuevamente restaurado en auzolan.

Ruta desde Endara

El ascenso hasta Kopako harria desde Endara es sencillo y muy recomendable para realizar con niños. Aparcamos junto a la ermita de San Antón y después de inspeccionar un poco el entorno nos dirigimos. siguiendo las marcas blancas y azules, hacia nuestro objetivo de esta semana. Para ello debemos cruzar con precaución la carretera que se dirige a Lesaka. Las marcas nos sitúan enseguida rumbo a la discreta cima y el ascenso es ameno, superando la pequeña pendiente por prados, sendas que discurren paralelas a los abundantes riachuelos que tras nevadas de los últimos días nutren con sus aguas el embalse.

Galería. Lsa mejores imágenes de la ascensión a Kopako harria

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Galería. Lsa mejores imágenes de la ascensión a Kopako harria Elisa Belauntzaran

El sonido del agua marca la sintonía de nuestra salida mientras los pajarillos no dejan de anunciarnos que la primavera comienza a tomar forma. Todos ellos nos rodean y observan desde las ramas de enormes hayas y otros árboles que nos impresionan por sus peculiares formas. Un denso manto de musgo les protege mientras su verde intenso hace que destaquen, dejando atrás el color inerte del invierno.

De manera tranquila realizamos los primeros kilómetros de la salida, hasta llegar a una pista asfaltada en la que a nuestra derecha nos encontramos con un paso canadiense, en el centro una pista hacía unos caseríos y a la izquierda una zona boscosa que suaviza la pendiente que debemos superar. No es exagerada, pero sí más exigente que el primer tramo del trayecto.

Poco a poco ascendemos hasta la cima siguiendo el sendero ya establecido por el paso de los senderistas y de algún que otro cuadrúpedo que goza de una tranquilidad inusitada en este precioso entorno.

Conforme ascendemos comenzamos a contemplar las numerosas cumbres que rodean a Kopako harria: Larun, Aiako harria, Hautza, Saioa, Agiña,... son solo algunas de las que identificamos bajo un intenso manto blanco, mientras a lo lejos se pierden otras muchas por una oscura bruma.

Una vez en la cima nos encontramos con el peculiar buzón instalado por el Club Vasco de Camping en el que nos encontramos un mensaje de Hur y Liher que antes que nosotros ollaron esta bonita cima.

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