Momento vibrante y de emoción
Opinión ·
El trineo de viento ya navega por el casquete polar groenlandés desde el pasado miércoles.El pasado miércoles después de muchas vicisitudes que han ido conociendo a través de estas crónicas semanales, arrancamos con el trineo de viento arrastrando los 2.000 kg distribuidos en 4 vagones con una cometa de 80 m., para ser precavidos en esa primera arrancada, y dado que no hacia demasiado viento. Voy a intentar transmitirles mis emociones.
Desde el pasado viernes, día 13, pensábamos que nuestros tres compañeros que permanecían en Narsarsuaq se reencontrarían con nosotros que ya estábamos en el hielo desde el lunes 9 de mayo. No pudieron volar hasta el pasado domingo día 15. Ciertamente fue una fiesta el reencuentro en el glaciar, una tremenda alegría que ponía de manifiesto la inmediatez para comenzar la navegación con el trineo de viento. Y así, sin perder ni un solo segundo, después de organizar los más de 60 bultos, nos dispusimos a trabajar con el trineo para tener todo listo y comenzar la travesía lo más inmediatamente posible.
Mientras tanto, antes, los tres que ya estábamos en el hielo, Ramón, Carlos y yo mismo, racionamos la comida en una sabia decisión de Larramendi para poder superar esos 7 días, como decía la pasada semana, atrapados en el hielo. La espera fue larga, las elucubraciones sobre la posible llegada de Lucía, Bego y Marcus, eran diarias. Quizás lleguen mañana, al otro, al siguiente, etc.
Sin duda la destreza del piloto hizo que el domingo 15, por fin, estuviésemos los 6, junto a toda la carga, en el hielo. Pero seguimos atrapados, esta vez por el mal tiempo que se desató el mismo domingo siendo el lunes un día aterrador de fuerte ventisca y frío. Muchísimo frío.
El mismo día que llegaron, y lunes y martes siguientes los utilizamos para ensamblar los travesaños en el trineo en una operación delicada, haciéndose aún más complicada con mal tiempo como tuvimos. Como se sabe, tras la tempestad viene la calma, y así, el martes fue el gran día en el que dimos un gran arreón para ensamblar los 4 módulos del trineo de viento. Al tiempo que cinco del grupo estamos con las tareas de preparar todo para iniciar cuanto antes la navegación, Lucía, directora del programa científico, aquí en el trineo de viento, instala los aparatos de ciencia necesarios para comenzar a recoger en el hielo muestras de microorganismos en el aire para el proyecto 'Microairpolar'.
El miércoles, atendemos la gran clase teórico-práctica que nos dio Ramón de cómo extender la cometa, tener cuidado con sus múltiples líneas de cordino y otras precauciones. A las 15:45, momento álgido, momento cumbre, momentos de tensión, todo ello mezclado con una tremenda ilusión por avanzar y comenzar nuestra ruta por el hielo. ¡Comenzamos a navegar!, El momento soñado fue único. Mezclado también con nervios, expectativas y alegría, mucha alegría. El trineo del viento comenzaba a hacer sus primeros metros, iniciándose así la primera travesía Este-Oeste hasta ahora jamás realizada en Groenlandia.
Ayer, más de lo mismo, con buenas dosis de viento y otras rachas no tan buenas, pero siempre con el ánimo arriba. Todavía nos quedan kilómetros por recorrer, navegando con el trineo de viento en los próximos 30 días por estos campos espectaculares de hielo, siempre con la moral bien alta, donde volveremos a sentir cada día esos momentos de gran emoción y vibrantes.