Zelenski arriesga la adhesión a la UE al imponer su control a la oficina anticorrupción de Ucrania
Miles de personas protestan por una decisión que supone un «retroceso» en el programa ético del país, según Bruselas
Volodímir Zelenski encara la mayor presión ciudadana en su contra desde el inicio de la guerra. Miles de ucranianos protestaron el martes por la noche ... en las calles contra la ley que le dota de poderes para asumir el control de las dos agencias anticorrupción del país. El varapalo del presidente contra la independencia del instrumento que simbolizaba la lucha contra un mal endémico de Ucrania ha desconcertado dentro y fuera de sus fronteras.
La opinión más contundente ha sido la del jefe de la Inteligencia militar, Kyrylo Budanov. Cree que el país puede verse «destrozado» por la reforma. «La historia nos ha enseñado que una nación pierde si está desgarrada por contradicciones internas», apostilló. La Unión Europea advirtió también a Zelenski de lo contraproducente de su decisión. La independencia de la Oficina Nacional Anticorrupción y la Fiscalía Especializada Anticorrupción ha sido un baluarte a favor de la adhesión de Ucrania a la UE. Algunos medios escriben que Zelenski ha «destruido el camino» hacia Bruselas.
El presidente argumenta que todo forma parte de una operación para limpiar los dos organismos de infiltrados prorrusos. «La infraestructura anticorrupción funcionará, solo que sin la influencia rusa», dijo en su discurso nocturno diario.
La oposición en la calle tiende a creer, sin embargo, que la interferencia gubernamental obedece al deseo de controlar las investigaciones de las dos agencias. Algunos de los múltiples casos que manejan tocan a individuos y altos cargos próximos a Zelenski y a departamentos sensibles, como la Guardia Nacional, cuyo principal comandante está bajo sospecha por malversar fondos.
Ihor Kolomoisky, el oligarca que hizo ascender a Zelenski como actor y como político, permanece detenido desde 2023 por supuestos desfalcos en el PrivatBank, el mayor banco comercial de Ucrania, y precisamente esta semana la oficina anticorrupción completaba la investigación en su contra. La agencia también acusó el 23 de junio al viceprimer ministro Oleksiy Chernyshov, un apoyo clave en el círculo presidencial, por recibir sobornos de un promotor, lo que forzó su cese.
El G7 se confiesa inquieto. Lo mismo que la UE aunque no ha llegado al límite de revisar las ayudas a la exrepública soviética. Fuentes comunitarias creen que las consecuencias llegarán a más largo plazo por la desconfianza que despiertan los gobiernos sospechosos de corrupción. La comisaría europea Marta Kos intentó convencer a Zelenski para que rechazara el proyecto de ley 12414 porque supone un «serio retroceso» y «contradice las obligaciones» firmadas con Bruselas, que había mostrado cierta satisfacción por los avances de Kiev contra el fraude.
El fantasma de una corrupción sistémica siempre ha acompañado al país, incluso desde su separación de la URSS, cuandopolíticos y mandos militares vendieron los arsenales heredados de los soviéticos a ejércitos de países fallidos o en guerra. Luego llegaron las alianzas con los oligarcas. Quizás esa sombra combinada con la guerra es la que agita las movilizaciones. Decenas de pancartas, algunas en manos de excombatientes en sillas de ruedas, expresaban: «No he ido a la guerra para esto». Las protestas se desarrollaron frente a la oficina presidencial en Kiev y en Lviv, Odessa y Dnipropetrovsk. Se trata de la primera ruptura visible entre el Gobierno y la ciudadanía en tres años y medio de guerra, durante los cuales ha prevalecido la unidad. Familiares de militares enviados al frente proclamaban que los suyos «no están combatiendo a Rusia para volver a la corrupción».
Detenidos
La norma aprobada por el Parlamento, donde el partido presidencial es mayoría, traslada las competencias sobre las agencias anticorrupción al fiscal general, quien es nombrado por el presidente. La paradoja es que los dos servicios encargados de combatir las malas prácticas en el Gobierno estarán así sometidos al propio jefe del Estado.
Las aguas bajaban revueltas desde el lunes. Las sedes de los dos departamentos fueron registradas por la Policía y el servicio secreto. Las fuerzas de seguridad allanaron documentación secreta sobre investigaciones en curso. El jefe de detectives, Ruslan Maghamedrasulov, fue detenido, acusado de vínculos con Rusia.
Bruselas ya sintió que algo andaba mal cuando la semana pasada la Policía arrestó al popular activista anticorrupción Vitalii Shabunin, muy crítico con el Gobierno, acusado de evasión del servicio militar y fraude. Un total de 59 organizaciones de derechos civiles denunciaron «tintes poíticos» en la detención.
Arranca la tercera ronda de negociaciones en Estambul
Las delegaciones de Rusia y de Ucrania arrancaron este miércoles en Estambul la tercera ronda de negociaciones conscientes de que, como apuntó el Kremlin, «serán muy complicadas». No en vano, en palabras del Dimitri Peskov, portavoz de la presidencia rusa, llegan con posturas «diametralmente opuestas».
Volodímir Zelenski exige un alto el fuego y propone una reunión al más alto nivel con Vladímir Putin, dos puntos en los que Moscú no tiene ninguna intención de ceder. Por su parte, los rusos demandan el reconocimiento de las regiones ocupadas como territorio de la Federación, algo que para Zelenski supondría cruzar una línea roja.
Quizá por eso, este miércoles la primera reunión duró apenas una hora y no arrojó ningún resultado. El representante ruso, Vladimir Medinsky, propuso crear tres grupos para tratar temas políticos, humanitarios y militares- mientras que el ucraniano, Rustem Umerov, llegó con una petición para continuar con el intercambio de prisioneros de guerra y poner en marcha el regreso de los niños ucranianos secuestrados en las zonas ocupadas y distribuidos entre diferentes familias rusas. Hoy continuarán dialogando «con buena predisposición». (Por Z. Aldama)
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