Los privilegios de Sarkozy en prisión indignan a Francia
La presencia de policías junto a su celda para garantizar la seguridad del expresidente ha indignado a los sindicatos de agentes penitenciarios
El encarcelamiento de Nicolas Sarkozy representa un reto para el precarizado sistema penitenciario galo, que sufre desde hace años un problema de superpoblación carcelaria. Además ... de unas condiciones de detención mejores que las de la mayoría de los presidiarios -una celda de 9 metros cuadrados y una ubicación que le permite no tener que cruzarse con ningún otro preso-, el expresidente de Francia cuenta con la protección de dos agentes de Policía durante las 24 horas del día. Siete de ellos se irán turnando para que siempre haya uno enfrente de la celda y otro vigilando y descansando en la de al lado.
Sarkozy se convirtió el martes en el primer expresidente francés en ser encarcelado en la historia de la Quinta República. El Tribunal de París lo había condenado el 25 de septiembre a cinco años de cárcel por el caso de la financiación libia de su campaña presidencial de 2007. Ha empezado a cumplir su pena esta semana en la prisión de la Santé, en el distrito XIV (sur) de París. Como el exmandatario tiene 70 años, sus abogados pidieron su liberación provisional desde el martes por la mañana y los jueces disponen de dos meses para pronunciarse sobre ese recurso. No resultaría ninguna sorpresa que salga de la cárcel antes de Navidad. A pesar de ello, las autoridades han multiplicado las medidas para evitar cualquier incidente.
La protección con dos policías ha indignado, sin embargo, a los sindicatos de agentes penitenciarios. Este dispositivo especial resulta nuevo en Francia y otras personalidades ilustres (políticos, cantantes…) encarceladas no habían contado con tal beneficio. Según el sindicato UFAP UNSA Justicia -la más importante entre los trabajadores de prisiones-, esta decisión «demuestra un profundo menosprecio hacia el personal penitenciario y pone en duda su profesionalidad». Además de los dos agentes, Sarkozy es vigilado por dos de penitenciarios. Y lo han ubicado en una de las zonas «más seguras» de cualquier prisión en el país.
«Nos ha dejado perplejos»
La presencia de los dos policías cogió por sorpresa el martes al personal de la Santé, al que no habían avisado antes. Sus representantes sindicales se han quejado del riesgo que conlleva la introducción de armas de fuego en una prisión. «Los agentes penitenciarios no llevan armas por un motivo evidente: evitar que les quiten el arma y la puedan utilizar contra ellos. Con esos dos miembros de las fuerzas de seguridad, están poniendo en peligro a los trabajadores de prisiones y eso resulta inaceptable», explicó Wilfred Fonck, secretario nacional de UFAP UNSA Justicia, en declaraciones a la cadena de radiotelevisión France Info.
«Nos ha dejado perplejos. Este dispositivo es percibido por muchos de nosotros como un bofetón. El Ministerio de Justicia da la sensación de que la administración penitenciaria no es capaz de garantizar la seguridad de alguien tan eminente como Sarkozy», criticó el director de una prisión francesa. «¿Me gustaría saber quién se imaginó este dispositivo?», añadió en declaraciones al diario 'Le Monde'. El Ministerio del Interior ha defendido que «esta situación inédita obliga a tomar las medidas de seguridad adecuadas».
Tres detenidos por amenazas
Esta polémica ha coincidido con el arresto y el interrogatorio de tres presidiarios de la Santé, tras la publicación de un vídeo en las redes sociales en que insultaban y amenazaban de muerte al exmandatario. «Sarko, maldita sea tu madre», «Vamos a vengar a Gadafi (exdictador de Libia con el que pactó el exdirigente galo, según la sentencia)»… Eran algunos de los mensajes que decían esos presos en las imágenes.
« EHHHH ! ON VA VENGER KADHAFI, ON EST AU COURANT DE TOUT SARKO »🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣 pic.twitter.com/oB9TtODAM3
— swedvn🇩🇿 (@scvrfacetonyy) October 23, 2025
Antes de la presencia de los policías, ya habían suscitado controversia en Francia las declaraciones del ministro de Justicia, Gérald Darmanin, que en el pasado fue uno de los delfines sarkozistas, diciendo que visitaría a su antaño mentor durante su estancia entre rejas. Remy Heitz, fiscal general de la Corte de Casación (equivalente galo del Tribunal Supremo), advirtió de que esa eventual visita podría suponer «una vulneración de la independencia de los magistrados».
También fue criticada la reunión del pasado viernes en el Elíseo entre Sarkozy y el presidente, Emmanuel Macron. A pesar de que una mayoría de los franceses ve con buenos ojos el encarcelamiento del que fuera presidente entre 2007 y 2012 -condenado con penas de prisión en tres casos de corrupción distintos-, el poder ejecutivo ha preferido ofrecerle un trato superior al del resto de los presos. Su presencia entre rejas les resulta muy incómoda.
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