Las viviendas turísticas registradas superan la barrera de las 2.000
Dos de cada tres de las inscritas en Gipuzkoa se ubican en Donostia, que rebasa los 1.300 pisos destinados a este fin
Las recientes sentencias del Tribunal Supremo que han dado la razón a dos comunidades de vecinos de Donostia en su litigio para prohibir la actividad de sendos pisos turísticos que operaban en sus edificios –al recoger los estatutos de ambas comunidades una prohibición expresa de acoger actividades económicas en las viviendas– han vuelto a traer al primer plano la polémica expansión de esta modalidad alojativa. Aunque la normativa restrictiva que aprobó el Ayuntamiento de Donostia en 2018 y la pandemia frenaron el crecimiento exponencial que los pisos turísticos habían registrado en los años previos en Gipuzkoa –empujados sobre todo por su capital–, el número de viviendas de uso turístico ha seguido marcando una línea ascendente que le ha llevado a rebasar por primera vez la barrera de las 2.000 en el territorio.
Este tipo de oferta, que comenzó a extenderse en zonas turísticas, ya está presente en el 60% de los municipios de Gipuzkoa
El registro de empresas y establecimientos turísticos (Reate) que gestiona el Gobierno Vasco y contabiliza las viviendas y habitaciones de uso turístico registradas oficialmente en Euskadi indica que, actualmente, en Gipuzkoa hay 2.006 pisos turísticos. De ellos, dos de cada tres, el 66%, se ubican en Donostia, que cuenta con 1.305. La cifra de las habitaciones para uso turístico en viviendas particulares es bastante menor: 207 en todo Gipuzkoa, de las que 126 están en Donostia.
A las puertas de que el Ayuntamiento de San Sebastián amplíe dos años más (hasta 2026) la moratoria para abrir nuevos hoteles y pisos turísticos en la ciudad, con la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), algunas comunidades de vecinos del territorio han empezado a moverse para tratar de blindar sus estatutos para impedir la apertura de este tipo de viviendas de uso turístico, que se han ido extendiendo a más de la mitad de los municipios guipuzcoanos. Concretamente al 60%, 56 de los 88. «Nos están llegando muchas consultas para saber cómo se pueden modificar los estatutos de las comunidades de vecinos para prohibir este tipo de alojamientos», señalan desde los despachos de abogados que llevaron los últimos litigios hasta el Supremo y los ganaron.
Desde que Donostia aprobó en 2018 su normativa para regular los pisos turísticos, que en muchos casos eran clandestinos y no estaban registrados, se produjo una reducción cercana al 25% en los cinco años posteriores. Las empresas del sector aseguran que desde entonces se ha dado un incremento «estable y equilibrado». En la actualidad, esta modalidad de alojamiento ofrece alrededor de 11.000 plazas en Gipuzkoa, 7.000 de ellas concentradas en San Sebastián.
