Las vascas dedican el 57% de su salario a comprar un piso, 6 puntos más que ellos

Es un problema que afecta más a las mujeres, para las que la adquisición de una vivienda en propiedad o su arrendamiento les resulta más costoso que a los hombres. Esta brecha de género se aprecia en el hecho de que a la hora de comprar un piso, las jóvenes «deberían destinar el 57% de sus ingresos medios para poder acceder al precio medio de una vivienda libre en Euskadi». Es un porcentaje que desciende hasta el 51% en el caso de los varones.

Estos datos están recogidos en el 'Informe de acceso a la vivienda en Euskadi desde la perspectiva de género', publicado por el Observatorio Vasco de la Vivienda. El estudio destaca la «considerable brecha salarial» que dificulta el acceso a la vivienda de las mujeres asalariadas. Pese a que las distancias se han reducido en los últimos años, «el diferencial se sitúa en 5.600 euros anuales entre la ganancia media de los hombres asalariados (33.000 euros anuales) y la ganancia media de las mujeres asalariadas (28.000 euros)».

Con su salario medio, las mujeres jóvenes podrían aspirar a comprar un piso de 119.000 euros. Este es el precio que debería tener la vivienda para que la primera cuota de un préstamo hipotecario para su adquisición suponga, como máximo, el 30% del sueldo neto mensual de una persona asalariada. La cantidad resultante queda muy lejos del precio medio de la vivienda libre en Euskadi e incluso del de un inmueble protegido en derecho de superficie. En el caso de los hombres, este precio máximo se eleva moderadamente hasta alcanzar los 133.000 euros.

Si de lo que se trata es del acceso a la vivienda en alquiler libre, el esfuerzo económico de las jóvenes es aún mayor, ya que asciende hasta el 59% de sus ingresos medios, ocho puntos más que los varones. En este orden de cosas, la renta de alquiler máxima que podrá pagar una joven vasca sin superar el 30% de esfuerzo económico se sitúa como promedio en 388 euros mensuales. Esta renta media es inferior a la de la totalidad de los municipios vascos y queda especialmente alejada de la renta media de las viviendas de los municipios de las áreas metropolitanas de Donostia y Bilbao, donde se concentra la demanda de vivienda protegida en alquiler que se registra en Etxebide. Por tanto, «la salida para el acceso a la vivienda de estas jóvenes sería una vivienda protegida en alquiler o el acceder a compartir una vivienda con otras personas», señala el informe.

En el País Vasco había en 2021 un total de 30.556 mujeres de 18 a 44 años que necesitaban acceder a su primera vivienda, lo que supone un aumento del 4,4% respecto a 2019. A pesar de este incremento, se reduce un 13,1% el número de las que disponen de ingresos suficientes para satisfacer esa necesidad. Solo una de cada cuatro cuenta con recursos económicos que le permitan acceder a un piso. En cuanto a las viviendas protegidas, en 2022 se registraron 2.736 visados de contratos de este tipo de inmuebles en los que aparecen mujeres como titulares, lo que supone un fuerte aumento del 23,9%.

Según el informe, el crecimiento continuo de la demanda de vivienda protegida «se ha congelado en el último año y medio, aunque continúa en niveles muy elevados, sobre todo en el alquiler protegido».