Los udalekus, bajo la lupa
En Gipuzkoa, cualquier persona que quiera desarrollar unas colonias privadas tiene que contar con la autorización de la Diputación
Las quejas y denuncias interpuestas contra el funcionamiento durante los últimos años del udaleku alavés de Bernedo, ha puesto sobre el foco el funcionamiento de este tipo de colonias infanto-juveniles, además de causar gran impacto en la sociedad vasca. La Ertzaintza investigaba desde enero las presuntas «agresiones sexuales» a tres menores tutelados que fueron denunciadas en su comisaría de Zarautz, y la propia Diputación de Gipuzkoa era conocedora de ello, por lo que el pasado verano decidió no enviar a más chavales a este lugar. Pese a todo, las colonias volvieron a celebrarse al ser organizadas por una entidad privada, y ha sido ahora cuando ha salido a la luz la polémica sobre el comportamiento de los monitores. El propio departamento foral de Juventud ha calificado los hechos de «vejatorios», mostrando su «condena» sobre lo ocurrido en este campamento alavés. Y aclara que en Gipuzkoa no se puede organizar un udaleku privado sin su expresa autorización.
Estas colonias las organiza la asociación Sarrea Euskal Udalekua, una entidad privada que cuenta también con colonias en Navarra. Según el Gobierno Vasco, «no figuraba en ningún registro público». Entre otras cosas, los chavales se quejan de que tenían que compartir las duchas chicos y chicas, que debían chuparles los pies a los monitores, abrazarles semidesnudos, escuchar insinuaciones sexuales o mostrar sus nalgas para recibir comida, y que «los monitores se duchaban con los chavales» y se paseaban desnudos por las diferentes estancias.
Las claves
5 colonias privadas
denegó el Departamento de Juventud de la Diputación de Gipuzkoa para organizar colonias privadas este verano
12 años
es la edad a partir de la cual los niños y niñas se distribuyen en las habitaciones atendiendo a su sex
Tanto el Ejecutivo autonómico como la Diputación de Álava aseguran que no conceden subvenciones a la entidad e insisten en que no son suyas las competencias sobre el control de las actividades de esta asociación. Si bien la institución foral admite que conocía de su existencia y que durante casi medio siglo ha funcionado sin su autorización.
Existe un «marco de actuación común» entre las tres diputaciones para este tipo de actividades
El caso también ha salpicado a las instituciones guipuzcoanas. Fue hace un año cuando la Diputación de Gipuzkoa recibió quejas sobre el polémico udaleku de Bernedo, cuando varios menores tutelados por el departamento foral de Cuidados y Políticas Sociales, que acudieron el verano de 2024 a este campamento, trasladaron estas quejas a uno de los educadores a su regreso. Sin embargo, fuentes de este departamento evitaron realizar cualquier comentario sobre estas advertencias «al tratarse de menores».
La pregunta sobre quién controla este tipo de actividades sobrevuela en todas las conversaciones. En Gipuzkoa, cualquier persona que quiera desarrollar un udaleku privado tiene que contar con la autorización del Departamento de Juventud de la Diputación de Gipuzkoa, y para ello debe cumplir unos requisitos, como aportar los diplomas del grupo responsable del campamento (la dirección de campamento y equipo de monitores); la autorización y reserva del lugar en el que pernoctarán; así como una declaración responsable que incluye que tienen las tarjetas sanitarias de todas las personas que participan en el campamento; una póliza de seguro de responsabilidad civil vigente; que cuentan con el permiso de los y las tutoras legales de las niñas, niños y adolescentes; y que todas las personas adultas que tienen relación con los menores tienen un certificado de no estar inscritas en el Registro de Delincuentes Sexuales y Trata de Personas, como recoge la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia.
Asimismo, las entidades que pernoctan más de tres días en Gipuzkoa tienen la obligación de notificar esa actividad vinculada con el ocio educativo cuando en esa colonia hay menores de edad.
Normativa
Este verano, la Diputación de Gipuzkoa denegó permiso a 5 colonias privadas, si bien la mayoría (31) cumplían los requisitos que establece la normativa y por tanto recibieron la autorización. Desde el Departamento de Juventud recuerdan que existe un marco de actuación común entre las tres diputaciones, donde se recoge el trabajo y funcionamiento de los profesionales que participan en ellas. Esta normativa (decreto 170/1985 de 25 de junio) regula el régimen de «campamentos, colonias, colonias abiertas, campos de trabajo y marchas volantes infantiles y juveniles» y se actualiza anualmente para adecuarse a las exigencias de los marcos jurídicos, como los que incluye la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia (Lopivi).
Entre otras cosas, en la normativa vasca se recoge que los niños y niñas a partir de 12 años se distribuyen en las habitaciones atendiendo a su sexo y/o expresión de género. En cuanto a los tiempos de ducha se diferencian en todas las edades, en la mayoría de los casos son individuales.
Según explican desde el departamento foral de Juventud, para asegurar el cumplimiento de este marco, en junio se realiza una formación específica con los directores de las colonias. En esos cursos, además de trabajar temas propios del tiempo libre educativo, se incide en el cumplimiento de la Lopivi y la Ley 2/2024 de Infancia y Adolescencia del País Vasco.
Por otro lado, se han creado diversos protocolos de actuación, que recogen tanto medidas para la prevención de las violencias, como medidas de protección para las personas afectadas. Dichos protocolos incluyen uno concreto para abordar la violencia sexista, en el cual se nombra un delegado de protección para dar respuesta en caso de incidencia.