«El Carnaval está devolviendo el optimismo a Tolosa»

Hoy, dos años después de que estallara la crisis sanitaria, Peón trata de insuflar ánimo para afrontar la era post-Covid después de meses de fatiga pandémica. «Yo miro al futuro –dice– con mucho optimismo, y creo que es necesario hacerlo así». Consciente de que el virus sigue pululando a sus anchas, pero respaldada en sus argumentos por la alta tasa de vacunación y la menor afectación de la enfermedad, la alcaldesa tolosarra manifiesta sus «ganas de recuperar toda la actividad» de la villa papelera «con la mayor normalidad posible». «Tolosa se ha caracterizado siempre como un municipio con una factoría de actividades impresionante», se congratula.

El ejemplo más claro, e inminente, de ese ímpetu es la celebración del Carnaval, que arrancará el próximo día 24, Jueves Gordo. ¿Una decisión precipitada? A ojos de Peon, lo «precipitado» son «los tiempos que nos han venido sobrevenidos». Y es que el Ayuntamiento, junto a representantes de carrozas y comparsas, acordaron celebrar las fiestas en cuanto se desactivó en Euskadi la emergencia sanitaria y se eliminaron todas las restricciones. «Suspendimos el Carnaval en 2021 porque todos entendemos que lo primero es preservar la vida de las personas; pero estamos en una situación muchísimo mejor. No organizar por si acaso no es una opción. O se puede o no, y una vez cae la emergencia, se podía aunque no sea con plena normalidad», defiende.

Dos semanas es el plazo total que tienen para preparar unos carnavales que, dice Peon, «serán especiales por las circunstancias, pero se recordarán para siempre». «Está siendo una locura», asegura en alusión a los preparativos que «han activado al pueblo inmediatamente» y ha inyectado «optimismo» entre los vecinos. «Las sociedades gastronómicas, las txarangas, las tamborradas, la sociedad que se ocupa del txupinazo... Todos están metiendo miles de horas para poder festejar el Carnaval de manera organizada y coherente», insiste.

Pero no son solo los carnavales lo que invita a pensar que la normalidad está cada día más cerca. Mañana arranca la Feria del Árbol y desde el Ayuntamiento también trabajan para reactivar el resto. «La gente tiene necesidad de activarse ya al 100%», asegura Peon. Porque la recuperación de todas estas actividades, sostiene la alcaldesa, tiene una repercusión directa en todo el tejido económico del municipio, con la hostelería y los comercios como principales perjudicados. «El comercio de Tolosa es muy importante, y este sector tiene ahora retos muy importantes, como la digitalización o los cambios en los hábitos de consumos, y vamos a acompañarles desde el Ayuntamiento», explica. Hasta se ha abierto una nueva oficina de Turismo en pleno centro del pueblo. «Queremos aumentar la capacidad de atracción», cuenta.

Y es que, además de tomar decisiones trascendentales y cambiar el destino de los recursos públicos para paliar las consecuencias de la pandemia, su labor como alcaldesa estos dos años, con la «desesperación» de ver cómo un virus expansivo y sin control provocaba la muerte de decenas de ancianos en su residencia, ha sido intentar no perder el contacto con sus vecinos.

En el caso de un consistorio, según Peon, la pandemia «nos ha obligado a dar pasos de gigante en la digitalización». «Hemos avanzado mucho y estamos mejor organizados, pero también tiene un peligro», advierte. ¿Cuál? Perder el contacto con los tolosarras. «Tenemos que cuidar mucho la relación directa con los ciudadanos», defiende. Porque si hay algo que el Covid le ha enseñado a Peon es la importancia, dice, de la colaboración interinstitucional y con la sociedad. «La parte positiva de todo esto es el sentimiento de pertenencia que noto en el pueblo; tenemos una mayor conciencia sobre lo local, de trabajar más en comunidad», asegura.