El Supremo ratifica la prisión permanente revisable para el asesino de Rakel y Markel
El alto tribunal desestima el último recurso presentado por el condenado, Mounir Ayad, que mató a la eibarresa y a su hijo de 11 años en mayo de 2017
La familia de Rakel López Airas y del pequeño Markel no tendrá nunca consuelo por su atroz asesinato. Ya lo confesaron cuando hace dos años ... y medio se conoció la sentencia que condenó al autor, Mounir Ayad, a prisión permanente revisable y a 25 años por acabar con la vida de la eibarresa y su hijo tras asestarles decenas de puñaladas en la casa que compartían en Alcobendas, en Madrid. «No existe consuelo, pero se ha hecho justicia con Rakel y Markel», declaró su madre y abuela tras conocer la sentencia en primera instancia de la Audiencia Provincial de Madrid. Pero ahora, al menos, podrán cerrar el capítulo judicial que se ha prolongado durante cuatro largos años. El Tribunal Supremo ha ratificado la condena al que fuera pareja de Rakel tras desestimar el recurso de casación presentado por su defensa.
El alto tribunal confirma la pena de prisión permanente revisable por el asesinato de Markel, que tenía solo 11 años, y los 24 años y 6 meses de cárcel que impuso el Tribunal Superior de Justicia madrileño por matar con 30 puñaladas a Rakel, eibarresa de 44 años. Esta sentencia, fechada el 30 de abril y notificada el pasado 1 de junio por la Sala de lo Penal del Supremo, es firme, confirman desde el equipo de letrados que ha formado parte de la acusación particular ejercida por la familia de las víctimas y desde el Ayuntamiento, que también se personó en la causa y ha costeado el proceso hasta el final.
En ella, los magistrados rechazan todas las alegaciones sobre parcialidad, confesión tardía, ausencia de ensañamiento o alevosía esgrimidas por la defensa del acusado, Mounir Ayad, contra el fallo emitido en febrero de 2020 por el TSJ de Madrid que confirmó la primera sentencia, pero admitió parcialmente el recurso de apelación de Ayad.
Entonces, el tribunal suprimió la agravante de género que había considerado el tribunal con jurado de la Audiencia Provincial, y rebajó de 25 años a 24 años y 6 meses la condena por el asesinato de Rakel López Airas, aunque mantuvo la máxima condena recogida en el Código Penal por el asesinato de su hijo.
El brutal crimen se produjo en mayo de 2017 en la casa que las víctimas compartían con el asesino en Alcobendas
El condenado apuñaló con ensañamiento y de forma «sorpresiva» a su pareja y después atacó por la espalda al pequeño
La defensa volvió a recurrir esta sentencia en casación, pero el Supremo ratifica las penas de prisión por los dos crímenes cometidos con «alevosía» y de forma «sorpresiva», y confirma las cuantías de las indemnizaciones de 180.000 euros para los otros dos hijos de Rakel y de 120.000 para sus padres. Considera que la pena máxima por el asesinato del hijo no vulnera «el principio non bis in idem» -referido a la prohibición de sancionar dos veces un mismo hecho-» puesto que «junto al medio alevoso empleado (en este caso, doble, por el apuñalamiento por la espalda y el estrangulamiento, aprovechando la debilidad del menor), que cualifica el hecho como asesinato, concurre además la menor edad de la víctima, que justifica la aplicación del asesinato agravado del precepto aplicado».
La Justicia por tanto refrenda de forma definitiva la primera condena a prisión permanente revisable que atañe a un crimen con víctimas guipuzcoanas. Dos asesinatos que en mayo de 2017 conmocionaron Eibar, localidad natal de Rakel y donde vive su familia. El propio Ayuntamiento se personó como acusación en el juicio con jurado que se celebró en Madrid dos años después y que fijó la primera condena al acusado.
Los hechos ocurrieron concretamente el 2 en mayo de 2017. Según han considerado probado los tribunales, aquella mañana, entre las 8.20 y las 9.50 horas, Mounir Ayad, «con ánimo de acabar con la vida de Raquel, accedió al cuarto de baño» de la vivienda que compartían en Alcobendas armado con un cuchillo. Allí se encontraba la mujer, a la que de forma «sorpresiva le asestó 30 puñaladas por todo el cuerpo», sin opción para que la víctima se pudiera defender.
Según el relato de hechos probados, Markel, hijo de una relación anterior de Rakel, también se encontraba en la casa y pudo escuchar lo sucedido. Cuando el condenado se percató de su presencia, también de «forma sorpresiva», «le atacó por la espalda, y utilizando un cuchillo, le asestó 16 puñaladas en diversas partes del cuerpo y le colocó un fular alrededor del cuello para acelerar y asegurar su muerte».
Huida
A continuación, el condenado, «después de lavarse, cambiarse de ropa y coger una bolsa de viaje con más ropa», abandonó el domicilio, cogió el metro y fue a la estación de Chamartín. Desde allí cogió un tren hasta Irun y huyó a Francia.
A las 10.47 horas, los servicios de emergencia se personaron en la casa y descubrieron los cuerpos sin vida de Rakel y Markel, después de que los familiares de Ayad les avisaran. El condenado les había llamado tras perpetrar los crímenes diciendo «tanto que había matado» a ambos «como que no lo había hecho» y «solo había pegado» a su pareja.
El acusado no fue localizado hasta un mes después. El 30 de mayo, a las 10.30 horas, agentes de policía le identificaron en el parque Agustín Rodríguez Sahagún de Madrid y procedieron a su detención. Desde entonces se encuentra recluido en una prisión madrileña.
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