Normalmente los paneles solares se instalan con una orientación que permite recibir la mayor cantidad de luz posible. Las instalaciones más habituales son estáticas. Las ... placas no se mueven. En unos pocos casos, los paneles se mueven siguiendo al Sol, tanto hacia arriba y hacia abajo como de derecha a izquierda. Con ello consiguen al menos un 25% más de energía.
Con este planteamiento, parecería que todos los parques solares deberían de ser orientables, pero no es así por varias razones. Una es que su precio es mucho mayor. La segunda es que son más propensos a averías y su mantenimiento es mucho más caro y problemático.
Dos investigadores de la universidad de Stanford, en Estados Unidos, Nina Vaidya y Olav Solgaard, han encontrado una solución sumamente sencilla al problema. Se trata de poner encima de cada célula fotovoltaica un concentrador óptico. Este concentrador tiene un índice de refracción gradual, que hace, que venga la luz de donde venga, con cualquier ángulo, conduce la luz hacia el centro, que es donde está la célula. Lo hace para cualquier color de luz, desde el rojo al violeta.
Lo más interesante es que se fabrica mediante capas de cristales y plásticos estándares de mercado. Es decir, que son baratos, fáciles de fabricar y escalables. Con escalables se quiere decir que pasar de fabricar decenas en el laboratorio a millones en fábrica es perfectamente posible y a precios razonables.
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