«Queremos el cadáver de mi hermano para enviarlo a Nicaragua y que mis padres puedan despedirse de él»
La familia del fallecido en Elgoibar tras una agresión con arma blanca ha reunido el dinero para la repatriación | La instrucción judicial sigue su curso y próximamente declararán en Eibar testigos de los hechos ocurridos el 11 de mayo
Los familiares de Pablo Acuña, fallecido la madrugada del pasado 11 de mayo en Elgoibar víctima de una agresión con arma blanca, han solicitado ... al juzgado que instruye el presunto homicidio la entrega del cuerpo parar repatriarlo a Nicaragua. «Ha transcurrido cerca de un mes desde que sucedieron los hechos y mis padres, que se encuentran enfermos, están desolados y deseando que llegue el cadáver para poder despedirle», manifestó ayer Mayra Acuña, hermana de la víctima.
Los familiares confían en que los trámites legales necesarios para la repatriación queden ultimados y en el plazo de los próximos días puedan ya enviar los restos mortales de la víctima. «Estábamos a la espera de que llegasen los resultados de ADN. El pasado 13 de mayo nos tomaron muestras al hijo de mi hermano y a mí. Un ertzaina me dijo que estarían dentro de unos días. No sabemos si ya los han entregado», afirmó Mayra.
La repatriación será posible gracias a la solidaridad, sobre todo, de la comunidad nicaragüense en Euskadi así como la del Estado español. «El apoyo de dos organizaciones, Humanidad y Nicaragua en Euskadi, ha sido determinante. Han promovido actividades, una en Madrid y otra en Abadiño, que nos ha permitido recaudar 4.000 euros. Además, hemos recibido la ayuda de vecinos de Elgoibar. Con ello, tenemos los gastos del traslado prácticamente pagados, ya que el costo total de la repatriación asciende a 5.150 euros. Es el más barato que hemos encontrado», explica la hermana.
Los familiares de la víctima tramitaron ayer en la sede judicial de la ciudad armera la solicitud de justicia gratuita para que les sea asignado un letrado que pueda representarles, ya que es propósito de los allegados ejercer la acusación particular en el proceso judicial que se abrió tras los hechos.
«Hemos pedido la justicia gratuita porque no tenemos medios para pagar a un abogado», explica la hermana. «Hasta ahora, nos ha ayudado otro abogado que ha intervenido gracias a la mediación de la asociación de los nicaragüenses que viven en el País Vasco, y también una mujer que nos ha orientado», concluye Maya Acuña.
Sigue la investigación
Mientras la familia está a la espera de recibir el cuerpo, el trámite judicial sigue su curso. Está previsto que en un futuro no muy lejano comparezcan ante la jueza instructora de Eibar varias de las personas que, en un grado u otro, fueron testigos directos de los hechos y que podrán aportar sus versiones de lo acontecido aquella madrugada.
Todo empezó en el interior del bar Lagunak, un establecimiento situado en la calle San Franzisko de Elgoibar, regentado y frecuentado por personas de origen latinoamericano. Víctima y agresor, ambos de la misma nacionalidad, coincidieron en dicho local en torno a las dos de la madrugada y permanecieron en el mismo hasta poco antes de las cuatro, hora el cierre.
Los allegados han recibido la solidaridad de la comunidad nicaragüense y de vecinos de Elgoibar
Allí, el agresor habría compartido algunos bailes con la mujer que aquella noche acompañaba al fallecido, lo que, al parecer, habría molestado a éste, quien pudo incluso haber recriminado a la chica el comportamiento que había mantenido.
Este hecho, junto a la presumible ingesta de alcohol por parte de ambos, encendió los ánimos de los dos varones que terminaron por enzarzarse en un altercado. El incidente alcanzó un alto grado de agresividad hasta el punto de que obligó a intervenir al dueño del establecimiento, quien dio instrucciones al encargado de la seguridad del bar para que expulsase a los contendientes.
Al cabo de un tiempo, el fallecido y la mujer con la que mantenía un lazo sentimental, se encaminaron hacia la calle San Inazio, al domicilio en el que ella trabajaba al cuidado de una persona mayor. El agresor les siguió a cierta distancia y una vez frente al portal, el atacante se acercó esgrimiendo un arma blanca cuando la pareja se estaba despidiendo y dándose un beso.
A la espera de la declaración
Seguidamente, el investigado hirió a la mujer con la navaja que portaba y seguidamente, fijó su objetivo en Pablo Acuña, circunstancia que fue aprovechada por la chica para abrir la puerta del portal y refugiarse en su interior. El presunto homicida inició una persecución sobre la víctima que para entonces había emprendido la huida. Todo induce a pensar que el atacante alcanzó al fallecido, al que asestó una primera cuchillada en la espalda y a continuación le agredió en el cuello. Pablo Acuña falleció a causa de un shock hipovolémico, es decir por una pérdida masiva de sangre.
El agresor fue detenido por estos hechos y se encuentra en prisión desde del pasado 14 de mayo acusado de un delito de homicidio y otro de lesiones. El investigado, aún no ha prestado declaración. La mañana en la que fue conducido desde los calabozos de la comisaría de la Ertzaintza de Eibar hasta el Juzgado de Guardia de la ciudad, el encausado se acogió al derecho que le asiste a no declarar. Todo parece indicar que el investigado esperará a conocer el contenido de las declaraciones que próximamente prestarán los testigos y luego, probablemente acuda ante la jueza.
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