Pubs y discotecas piden al TSJPV que levante el límite horario del ocio nocturno antes del viernes

La restricción horaria a la hostelería parece haberse convertido en la gota que va a colmar el vaso. Tal como adelantó ayer este medio, las asociaciones de Hostelería de Gipuzkoa y Bizkaia han unido sus fuerzas para tratar de dejar sin efecto la Orden de la Consejería de Salud del pasado 28 de julio. Lo hacen siguiendo el ejemplo de Aragón, donde los tribunales han fallado recientemente a favor de los hosteleros y han tumbado de forma cautelar las restricciones impuestas por el Gobierno regional. Pero les sigue Cantabria; y Asturias y León ya se han puesto en contacto con las asociaciones vascas para dar pasos en la misma dirección.

El cierre temprano del ocio nocturno, subraya el secretario general de la entidad guipuzcoana, Kino Martínez, «está teniendo un efecto demoledor en el sector en el conjunto de Euskadi, con la práctica totalidad de las discotecas que han bajado la persiana, y los pubs que han visto reducida su actividad en torno a un 75%». Concretamente, en el caso de Gipuzkoa, estiman que 23 de las 31 discotecas existentes no ven viable la reapertura en estas circunstancias y han optado por no abrir el local.

Con un sector cada vez más agitado como telón de fondo, la propuesta que los hosteleros vascos trasladan como alternativa al cierre completo a la 1.30 es que los locales que están catalogados en grupo 4 bajen la persiana de forma escalonada y acorde a la tipología de cada establecimiento, con el objetivo de que no se produzcan aglomeraciones en la calle a las 2.00 de la mañana, como señalan que está sucediendo desde que entró en vigor la norma.

Así, establecen que los bares mantengan la 1.30 horas como hora tope; que los pubs puedan permanecer abiertos hasta las 3.00 horas y que las discotecas prolonguen su actividad hasta las 5.00 horas, además de que puedan recuperar el uso de la pista de baile, prohibido hasta la fecha, y que a ojos del sector «desnaturaliza la actividad que más caracteriza a estos establecimientos».

Además del horario, la propuesta incluye que los equipos de seguridad de los locales realicen barridos cada 30 minutos para controlar el correcto uso de la mascarilla en el interior, además de controles de temperatura en los accesos.

El recurso señala igualmente la ausencia de medidas compensatorias de carácter económico que «palien los efectos sobre la actividad de dicho adelanto horario», que pone en peligro la viabilidad económica de más de 800 establecimientos de ocio nocturno en Euskadi y 4.000 empleos.

El secretario general de Hostelería de Gipuzkoa insiste en que «no hay evidencias científicas que avalen que se producen más contagios en las horas de cierre que en otra franja horaria, en este u otro sector económico». Y por esta y otras razones consideran que la orden «no es proporcionada», que su prolongación en el tiempo pone «muchos locales en peligro de cierre definitivo», y que el hecho de no contar con una oferta de ocio nocturno «profesional y de confianza», se corre el riesgo de que los clientes «opten por propuestas alternativas de difícil vigilancia sanitaria», alerta Martínez.

En el Departamento de Salud, por su parte, están firmemente convencidos de que las restricciones al ocio nocturno ayudarán a contener la pandemia. De ahí que no vayan a dar un paso atrás pese a la judicialización de la orden del 28 de julio de la consejera Murga.

Desde el Gobierno Vasco aseguran entender que «los hosteleros están en su derecho de recurrir a la vía judicial para defender sus intereses». Pero advierten de que las restricciones aprobadas hace algo más de diez días puede que no sean las últimas. «Seguiremos adoptando las medidas proporcionadas que en cada momento la situación sanitaria aconseje», afirman. Y no se andan con medias tintas: «Hoy por hoy la hostelería es uno de los principales focos de rebrotes».