Proyecto 'Esperanza' contra el Covid persistente
El médico irundarra Francisco Mera lidera un ensayo clínico pionero para tratar los síntomas que permanecen tras superar el virus con un fármaco que probó con su mujer contagiada
Cristina se contagió de coronavirus a principios de abril. Primero empezó la fiebre y después la sensación de ahogo, el cansancio, los dolores de ... cabeza, las taquicardias… Después de tres semanas de cuarentena y tras el PCR negativo, se incorporó a su puesto de enfermera. Pero con el Covid-19 no todo termina con el alta médica. Aquellos síntomas continuaron, lo que llevó a su marido, el médico de familia irundarra afincado en Barcelona, Francisco Mera, a iniciar su particular cruzada para tratar el Covid persistente, una enfermedad que se calcula sufre el 10% de la población, y que por primera vez, el Ministerio de Sanidad incluye en sus informes técnicos para empezar a abordarla. Mera lidera el primer ensayo clínico a nivel mundial para tratar estas secuelas con Montelukast -un fármaco que se suele usar para el asma-, después de haberlo probado con 28 pacientes que se recuperaron en cuestión de semanas e incluso horas, como es el caso de su pareja.
Todo comenzó un 2 de abril cuando él y su mujer, ambos sanitarios en sendos centros médicos de Barcelona, se contagiaron. Según explica el doctor Mera, «estuvimos tres semanas en casa hasta que ya dimos negativo. Esas semanas de confinamiento mi mujer tuvo mucha cefalea y taquicardias, pero parecía que se estaba recuperando. Nos incorporamos al trabajo el día 23 y el primer día ella vino bastante fastidiada, se ahogaba, con 140 pulsaciones en reposo... Acabamos en urgencias. Pero descartaron todo y como no sabían qué tenía nos mandaron a casa, que estaban desbordados».
Ahí es cuando el doctor Mera empezó a trabajar en su «hipótesis» con los síntomas que había observado en Cristina y en otros dos pacientes. «Esa respuesta que aparecía en el cuerpo para defenderse contra el virus se volvía a reactivar e iba también contra el propio cuerpo. Eso lo activa una molécula, y me dije '¿y si la paro con un 'antídoto'?», reflexiona Mera.
Y funcionó. «Mi mujer mejoró en 48 horas después de haber estado enferma durante más de dos meses». Por lo que ante la respuesta «tan espectacular» que obtuvo, Mera mandó un email a Estados Unidos explicando el hallazgo. «Empezaron a aparecer más pacientes, de Madrid, Santander... tenía unos 12 pacientes con muy buena respuesta». Y a día de hoy ha tratado a unas 28 personas, «cuyos síntomas han mejorado de forma considerable» con el tratamiento.
El fármaco que se va a someter a ensayo «esta próxima primavera» consiste en una molécula (antileucotrieno), que se utiliza desde hace 18 años, cuando salió al mercado para tratar el asma asociado al ejercicio o al asma alérgico. «Vi muchas semejanzas, como una especie de alergia que produce una reacción o respuesta exagerada. Se ha utilizado mucho en edad pediátrica por eso es un medicamento con una seguridad tremenda», destaca el médico guipuzcoano.
El fármaco, basado en una molécula usada para tratar el asma, se ha probado en 28 pacientes «con muy buena respuesta»
Sanidad se prepara para atender esta enfermedad que afecta al 10% de la población y se manifiesta en 200 síntomas
La primera serie de casos se publicaron en Estados Unidos -la mayoría mujeres, de entre 25 y 50 años-. «Había médicos, enfermeras, periodistas, ilustradores… y los síntomas se repetían: mucho cansancio, problemas respiratorios y falta de concentración». Recuerda a una redactora que «era incapaz de aguantar más de 10 minutos delante de un ordenador y los síntomas mejoraron mucho». La mayoría «ha podido volver a su vida anterior», indica. A raíz de esta experiencia comenzaron las reuniones «con el Instituto catalán de Salud y con la ayuda de la Unidad de Investigación de mi región sanitaria y del Instituto de Investigación IDIAP de Barcelona iniciamos el proyecto 'Esperanza Covid'». Nombre de la segunda paciente que trató Mera. Han llegado a un acuerdo con el hospital de Bellvitge para realizar pruebas inmunológicas, respiratorias, microbiológicas… «no solo para ver si el fármaco funciona o no sino para saber por qué está pasando».
Guía del Ministerio
Y es que poco se sabe de este Covid persistente, una enfermedad «nueva» sobre la que «no hay tanta sensibilidad». Identificar la sintomatología que permanece tras un positivo «no es sencillo», advierte Mera. «Si tuviéramos una prueba objetiva que nos lo dijera, pero no existe a día de hoy». A este respecto, Sanidad y las sociedades médicas apuntan a más de 200 síntomas detectados en pacientes que han pasado el Covid, y por primera vez han incluido esta dolencia en la Información Científico-Técnica sobre el coronavirus, la guía que sirve de base a los profesionales. «Está teniendo un gran impacto sanitario y social», advierte el equipo de Carolina Darias.
Los pacientes reclaman ese reconocimiento. «Por desgracia muchos han sufrido por parte de compañeros de profesión poca empatía por estos síntomas», dice Mera. «Yo en mayo di la voz de alerta de que el Covid persistente existía, y hasta el 22 de junio la OMS no habló de ello», y tranquiliza a los afectados: «Estamos trabajando para ellos».
El médico agradece las muestras de reconocimiento recibidas pero dice sentir «mucha responsabilidad y respeto». «La idea es empezar este marzo» reclutando a 300 personas para el ensayo clínico. «A la mitad se le dará placebo y a la otra el fármaco Montelukast. A partir de ahí se realizará un seguimiento de cuatro semanas y entrevistas. Y si funciona, el próximo año podrían lograr la autorización para el fármaco. Esa es la 'Esperanza'.
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