Los alquileres en Gipuzkoa son tan caros que los demandantes casi ya no pueden pagarlos
La renta mensual se incrementa casi 200 euros en solo un año en este territorio, el más caro | Donostia eleva aún más esos precios prohibitivos con alquileres medios de 1.389 euros en el primer trimestre del año, en el que toda la CAV supera la barrera de los 1.000 euros
«Ha tocado techo. La demanda ya no puede asumir más subidas». Tajantes se muestran los expertos en Vivienda del Gobierno Vasco ante el ... nuevo récord histórico registrado en el precio del alquiler, especialmente en Gipuzkoa. Precios desorbitados que en el primer trimestre de 2019 alcanzaron de media los 1.257,2 euros mensuales, pero que nadie, pese a la lógica de que llegará un momento en que ningún inquilino pueda pagar esas rentas, se atreve a garantizar cuándo y dónde parará la escalada.
La escasez de oferta de alquiler y el letargo en las compraventas, a las que ha costado despegar tras la crisis por la precarización salarial, mantienen esa carrera desbocada en los arrendamientos, mientras las autoridades, en todos los planos administrativos, debaten, proponen y tantean algunas medidas para intentar alcanzar «un equilibrio» razonable que se antoja imposible vista la evolución de los últimos años.
El Observatorio Vasco de Vivienda, el organismo que analiza esa progresión, ha vuelto a poner en evidencia la necesidad de pinchar de algún modo esa burbuja. Si 2018 cerró con el récord en Euskadi de una renta que sobrepasaba la barrera de los 1.000 euros de media, y que en Gipuzkoa -el territorio más descontrolado en esta materia- ese pico llegaba a los 1.229 euros, el arranque de este año mantiene la tendencia. Según la última encuesta de oferta inmobiliaria, que refleja los precios ofertados en las agencias, portales y promotoras vascas, el alquiler medio en Gipuzkoa se eleva ya hasta los 1.257 euros, un 18,8% más que en el mismo periodo del año anterior, y un 15,7% más que hace una década (en 2008), cuando Gipuzkoa cruzó por primera vez la línea roja de los 1.000 euros.
Desde entonces, el parón en el mercado inmobiliario provocó una primera reacción que frenó los precios ante la falta de personas interesadas en arrendar, pero tras años de fluctuaciones en torno a los 900 euros, volvieron a desbocarse en 2017. La escasez de viviendas disponibles y una demanda al alza ha «tensionado» el mercado hasta límites «sin precedentes», constatan en el Observatorio, donde advierten sobre todo de las fuertes subidas registradas en las capitales.
Las claves
-
Razones La escasez de oferta dispara los precios «en una escalada sin precedentes» desde hace dos años
-
Desequilibrio Gipuzkoa es el territorio más caro: rentas 290 euros más altas que en Bizkaia y 375 más que en Álava
-
Esfuerzo económico Expertos vascos creen inasumibles más subidas y abogan por medidas de intervención variadas
Y como siempre ocurre en este impopular ranking, Donostia se sitúa también a la cabeza. En la capital guipuzcoana, desde 2007 la renta media de los alquileres se ha situado por encima de los 1.000 euros, pero en estos 11 años ha subido un 36%, hasta colocarse a la cabeza de Euskadi pero también de muchas ciudades del resto del Estado que están inmersas en esta espiral. En la capital guipuzcoana, esa media se situó en el primer trimestre en los 1.389 euros. Un precio prohibitivo que volverá a bajar cuando ya no haya nadie dispuesto a pagar rentas tan altas. Este efecto empezó a notarse ya el año pasado, según constataron algunos agentes inmobiliarios, pero aún no parece haberse consolidado. Las rentas desorbitadas han provocado ya, en lugares como Donostia, la expulsión del mercado del alquiler de potenciales inquilinos, que se replantean la opción de compra al hacer números y comprobar que pagan más de alquiler que de hipoteca. Pero por otro lado, mantienen atados a otros, jóvenes y/o familias con menos recursos, que realizan tal esfuerzo para pagar la renta y llegar a fin de mes que no tiene margen para ahorrar y poder al menos reunir el mínimo para la entrada a un piso.
Desde el Observatorio Vasco de Vivienda, calculan ese esfuerzo económico por encima del 30% de los ingresos que perciben los inquilinos, un margen excesivo que además -según diferentes estudios publicados anteriormente- en el caso de los jóvenes y de las mujeres se agrava todavía más. Asimismo, aunque el dato no está territorializado, ese esfuerzo resultará con toda seguridad mayor en Gipuzkoa, donde una vez más se constata que la subida de precios es más intensa que en Bizkaia y Araba.
El estudio sobre el primer trimestre indica que la renta de alquiler libre -la que sirve de referencia para vigilar el comportamiento del mercado- sigue batiendo marcas. Aunque, según matizan en el departamento, estos precios siempre son algo superiores a «los que realmente están abonando los inquilinos, los inscritos en el registro oficial de Bizilagun. El estudio marca precios medios a partir de la oferta existente». Sea como fuere, la referencia es clara. Los precios del alquiler no paran de subir. Y si en la CAV se han incrementado ya un 10% respecto al año anterior, Gipuzkoa siempre va por delante y eleva esa subida hasta el 18%. En concreto, el alquiler medio de los pisos ofertados entre enero y marzo pasados era 199 euros más caro que doce meses antes. Y si la comparación se hace con otros territorios, Gipuzkoa supera en 290 euros el precio de Bizkaia, y en 375 el de Araba.
Compras más asequibles
Las rentas por metro cuadrado siguen la misma dinámica. En Gipuzkoa, ese índice se sitúa ya en los 15,8 euros/m2, un 17,1% más que un año antes y a la par que el precio al que se sitúa la ciudad más cara del Estado, Barcelona, la primera en la que acaban de aplicar de forma drástica una limitación de precios que, es probable que encuentre bastantes peros legales. San Sebastián, en este análisis, vuelve a despuntar con un precio del alquiler por metro cuadrado de 17,5 euros, más de cuatro euros por encima de la media vasca.
Y mientras los precios del alquiler no terminan de toparse con ese anunciado techo, en el otro lado del mercado, en el de la compraventa, los precios están más contenidos e igualados en toda Euskadi. El primer trimestre cerró con 2.742,6 euros el metro cuadrado de la vivienda usada libre, un 0,5% menos que un año antes. En Gipuzkoa, ese precio se quedó incluso más corto, en 2.718,6 euros, lo que supuso también un ligero retroceso, de 0,4% respecto al año anterior y de un 1,2% respecto a la recta final de 2018.
La excepción a esta buena noticia para los bolsillos de los compradores y para revitalizar el mercado vuelve a ser San Sebastián, donde también la vivienda usada se vendió a 4.975,5 euros el metro cuadrado, un 8,2% más que un año antes y casi el doble, por ejemplo, que en Vitoria, la capital más económica de Euskadi, aunque las tres marcan una tendencia alcista.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión