Piden 4 años para una red de contrabandistas que llevaba tabaco de Gipuzkoa a Irlanda
Los acusados serán juzgados por transportar un container que fue cargado en Urnieta y conducido a Bilbao, desde donde viajó a Dublín
La Fiscalía de Gipuzkoa solicita penas que suman cuatro años de prisión para un presunto «grupo criminal» dedicado al contrabando de tabaco que presuntamente introdujo en Irlanda siete millones de cigarrillos de distintas marcas destinadas al mercado británico, con un valor estimado de 3,9 millones de euros. El principal almacén de esta red se encontraba en un polígono industrial situado en Urnieta.
El ministerio fiscal dirige la acusación contra cuatro personas residentes en Gipuzkoa que desde el año 2009 integraban supuestamente dicho grupo junto a otras personas que no han podido ser identificadas.
La acusación sostiene que, en fechas no determinadas, pero cercanas al 8 de septiembre de 2011, los investigados, «con intención de obtener un beneficio económico injusto», se pusieron de acuerdo para transportar a Irlanda una gran cantidad de tabaco de marcas inglesas de procedencia extracomunitaria.
La Fiscalía dice que la operación ocasionó a Hacienda un perjuicio de 1,3 millones de euros
Cuando el container llegó al puerto de Dublín fue interceptado por los servicios aduaneros
Este cargamento había sido previamente introducido en nuestro territorio de «manera ilícita», sin haber cumplido con los requisitos que legalmente se exigen y, asimismo, sin que se comunicara a las autoridades de dicha operación en los términos que la ley contempla.
El tabaco se almacenaba en una nave alquilada por uno de los acusados y estaba situada en el polígono Erratzu de Urnieta, donde supuestamente se guardaban cubiertas y aceites.
Tabaco por cartón
La Fiscalía de Gipuzkoa sostiene en su escrito de conclusiones provisionales que los acusados diseñaron un minucioso plan que consistía en el traslado de un contenedor repleto de tabaco, aunque a efectos legales su contenido era 20.000 kilos de cartón y papel. El alijo tenía como destinatario un nombre ficticio de una empresa, aunque el CIF se correspondía con una firma real, totalmente ajena al transporte que se iba a realizar. Los datos de la misma habían sido obtenidos por uno de los acusados que tuvo relaciones mercantiles con esa empresa.
En los preparativos, la organización estableció que el contenedor debía ser transportado en camión hasta el Puerto de Bilbao de donde partiría hacia Dublín a bordo de un mercante. Para ello, los acusados, según la Fiscalía, entablaron contacto con los transportistas, quienes ajenos a la operación que se estaba maquinando, aceptaron el encargo.
En las labores previas al traslado de la mercancía, los acusados utilizaron presuntamente tarjetas de telefonía que fueron obtenidas de forma fraudulenta a nombre de terceras personas, sin que éstas lo supieran ni las hubieran autorizado. Lo hicieron para «impedir su identificación», afirma la Fiscalía.
Descubierto en Dublín
De esta forma, con el operativo ya diseñado, el 8 de septiembre de 2011 los cuatro acusados se desplazaron a Urnieta. Allí, mientras dos de ellos permanecían en las inmediaciones de la nave donde se almacenaba el tabaco y realizaban labores de «vigilancia y control de la carga», los dos restantes hicieron entrega al transportista del contenedor que lo llevó al puerto de Bilbao, donde fue izado a un carguero que lo trasladó a Dublín.
El container llegó a la capital irlandesa el 12 de septiembre, donde fue interceptado por agentes de Aduanas que tras pasarlo por el escáner descubrieron que contenía tabaco de contrabando. Una vez abierto, se comprobó que escondía 369.370 cajetillas de tabaco ilegal, con veinte cigarrillos cada una, lo que hacía un total de 7.387.400 de pitillos de diferentes marcas, valorados en 3,9 millones de euros.
La Fiscalía de Gipuzkoa sostiene que esta operación ocasionó a la Agencia Estatal de la Administración Tributaria un perjuicio de 1,3 millones de euros.
El ministerio público imputa a cada uno de los cuatro encausados un delito de contrabando y otro de «integración en grupo criminal». Por el primero de ellos demanda tres años de cárcel y uno más por el segundo. El juicio por estos hechos tendrá lugar en el transcurso del primer trimestre del año próximo en San Sebastián.
Según fuentes de la Agencia Tributaria, los contrabandistas habrían enviado por vía marítima a Irlanda en tres años al menos doce contenedores cargados con alrededor de 4.500.000 cajetillas de tabaco, con una valoración estimada en unos treinta millones de euros.
