Paralizan el desahucio de un baserritarra de Astigarraga y tres familiares con discapacidad
Stop Desahucios denuncia las cláusulas «abusivas» impuestas por un prestamista de Zaragoza al que acudió el hombre de 72 años ante una «emergencia económica»
Julián Gurrutxaga, vecino de Astigarraga de toda la vida, corre el riesgo de perder su caserío Gurutzeta en el que reside y nació hace 72 ... años por culpa de una deuda contraída con un prestamista de Zaragoza al que acudió debido a una «emergencia económica». Hace 9 años, este hombre, «enfermo coronario» que comparte hogar junto a su sobrina Milagros, su marido y el hijo de ambos, todos ellos con una discapacidad, recurrió al prestamista Gormedino SL. para conseguir 60.000 euros. Sin embargo, «le liaron» y acabó firmando un préstamo privado con garantía hipotecaria (el caserío) por un importe de 147.000 euros que supuestamente iba a cobrar en cuatro cheques, si bien solo llegó a recibir dos que, sumados, alcanzaban un valor de 60.000 euros, señaló este viernes Rosa García, portavoz de Stop Desahucios.
El caso, que fue puesto en conocimiento de la plataforma hace apenas unos días, fue denunciado en una rueda de prensa celebrada en el kiosko del Boulevard de Donostia. En ella se especificaron las «cláusulas abusivas» de este tipo de préstamo, que obligaban a la víctima a devolver en el período de un año la cantidad de 147.000 euros con un interés del 15% (22.050 euros) y un interés de mora al 29% (29.400 euros), lo que supone un total de 197.715 euros, que es la deuda reclamada en la demanda de ejecución hipotecaria instada en el año 2015.
Según explicó García, la oposición ejercida por la defensa de Gurrutxaga y su familia fue archivada, por lo que el procedimiento «ha seguido adelante» de tal forma que la vivienda fue «subastada y adjudicada» al prestamista en mayo de 2022 por un valor de tasación de 180.000 euros, cuando el caserío, de más de 200 metros cuadrados, «vale el doble», aseguró.
Durante el acto, en el que el afectado estuvo respaldado por el alcalde de Astigarraga, Imanol Ormazabal, además de otras muchas personalidades del mundo de la política, vecinos y voluntarios de Stop Desahucios, la plataforma quiso hacer hincapié en que el objetivo de «este tipo de estafadores» es «quedarse con las viviendas ya pagadas» de sus clientes, un objetivo «ya conseguido». En palabras de García, porque el prestamista aragonés ha solicitado al juzgado «que fije hora y fecha» para el lanzamiento de la familia del caserío, situado a escasos metros de la sidrería que lleva el mismo nombre.
Recurso tramitado
Este recurso fue recurrido por la letrada el pasado 16 de enero y, acogiéndose al Real Decreto-ley 8/2023 del 28 de diciembre, ha conseguido la suspensión del desahucio hasta el 31 de diciembre del presente año alegando también «la legislación europea, estatal y autonómica». «Es, al menos, una tregua», reconoció García, quien comparó este caso con el ya conocido de María Ángeles Otegi, la vecina octogenaria de Usurbil víctima también de «estos usureros que se aprovechan de la ignorancia y necesidad de las personas estafadas».
Asimismo, la portavoz de Stop Desahucios subrayó que «es inaudito que en pleno siglo XXI estas prácticas no estén perseguidas por la justicia y que esos indeseables prestamistas sigan haciendo negocio a costa de quedarse con viviendas y, en este caso, un caserío por cantidades irrisorias». Al finalizar el acto, Julián quiso agradecer el apoyo recibido pese a reconocer encontrarse completamente «desbordado» y se sumó al grito de 'La vivienda es un derecho, no un negocio' y al de 'Sí se puede' expresado por todos los presentes. Por su parte, la abogada no quiso hacer declaraciones pero aseguró que el caso «podría dar un vuelco» próximamente.
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