«Mi padre salió con el coche a la carretera para refugiarse, se fue la luz y todo»

Desde primera hora, el resto de sus familiares ayudan a retirar los muebles y el lodo, que alcanza hasta las rodillas sobre todo en la zona de la cuadra, la más afectada.

«Todo está destrozado. No se ha salvado nada, mira la puerta del garaje como está, los muebles, la cocina, las habitaciones…», describe Ana, aún asimilando lo ocurrido.

Su hermano Antxon también ayuda con la pala y recuerda las inundaciones del año 83, aunque «esta vez el agua ha bajado por la ladera. Es increíble el socavón que ha formado».

Otra la vecina del municipio confirma que la lluvia caída ha dejado bastantes desperfectos en el barrio de Larraitz y Begiristain. «Los caminos hacia los caseríos Galarreta y Saisti están cerrados y ya hay maquinaria trabajando para abrir los caminos».