El otoño llena los montes de hongos
Golpe micológico. Los primeros brotes detectados en octubre en Gipuzkoa se han extendido a lo largo de la última semana por la comarca de Baztan-Bidasoa
alicia del castillo
Martes, 20 de octubre 2020, 06:28
«Zona de Bertiz, hace un mes, en haya; Peñas de Aia, hace quince días, en castaño; esta misma semana, Baztan-Bidasoa, ... en roble». Los aficionados a la micología se pasan los mensajes en clave y siempre unos días después de haber recogido. Por si acaso. La información en torno al preciado manjar no se da a nadie y la respuesta a ¿y dónde los has cogido?, siempre es la misma: en el monte. El otoño está siendo pródigo en materia de hongos y setas como bien lo saben los aficionados, que durante el pasado mes y durante este han llenado botes de conservas y congeladores. Ha sido gracias a un comienzo de otoño con intensas lluvias y con temperaturas no demasiado frías. No hay que olvidar las altas temperaturas del recién pasado verano que calentaron la tierra preparándola para el cambio.
Los preferidos son el boletus edulis (onddo beltza), de txapela marrón muy oscura y el boletus aereus (onddo txuria), pero también, el colorido gorringo, la Amanita Caesarea, la seta de los césares, de color naranja, que parece salir de un huevo y que según algunos, marca el final de la temporada. También se cogen algunas otras setas, como la gibelurdiña (Russula virescens), de sombrero veduzco y las xixas o zizahori (rebozuelo, Cantharellus cibarius).
Es muy importante la correcta identificación de todos los ejemplares, porque algunos son muy peligrosos. La seta que más fallecimientos ha provocado, por lo que es muy importante saber identificarla correctamente, es la amanita phalloides, llamada también hilkorra o hiltzaile berde. Produce una intoxicación a las 6 horas o incluso 12 horas de haberla consumido, lo que provoca que el daño en órganos vitales tales como el hígado o el riñón sea en muchos casos irreversible. El mayor número de confusiones que provoca esta seta se debe a sus formas más claras, que se confunden con champiñones y que sin embargo, se pueden distinguir porque estos carecen de volva y sus láminas son rosadas. En el Parque Micológico de Ultzama, así como en diferentes asociaciones de micología, suelen dar clases para aprender a distinguir distintos tipos de setas.
Avanza el otoño y como ha ocurrido las últimas semanas, muchas zonas de aparcamiento ubicadas en entornos boscosos y también otras, como Bertiz, seguirán estando abarrotadas de aficionados. En este último caso hay que recordar que al ser parte de un parque natural, la recogida solo se reduce a unos pocos ejemplares y solo para los vecinos colindantes.
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