El número de conductores cazados sin el carné aumenta un 129% en Gipuzkoa

La fiscal delegada de Seguridad Vial, Mercedes Monje, registró el pasado año en Gipuzkoa un descenso en el número de diligencias previas por delitos relacionados con el tráfico. De esta forma, en 2017 se tramitaron 740 asuntos, en tanto que el pasado ejercicio se cumplimentaron 620, un 16,21% menos.

El informe destaca en este sentido que los delitos de conducción bajo los efectos del alcohol, drogas tóxicas o estupefacientes experimentaron una disminución del 21%, al pasar de 452 a 357, en tanto que los de conducción temeraria bajaron también un 66,6%, de 78 a 26.

La Fiscalía aprecia un descenso en las negativas a someterse a las pruebas de alcoholemia que cifra en un 56%, y que pasaron de 66 en 2017 a solo 26 el año pasado. En este sentido, hay que recordar que el ordenamiento jurídico tipifica como delito la negativa a realizar la referida prueba ante el requerimiento de un agente y resalta que quien vulnere este precepto «será castigado con penas de prisión de seis meses a un año y con la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a un año y hasta cuatro ».

Negarse, por tanto, a soplar, como recuerdan los profesionales del ámbito del derecho, se concibe como un delito contra la seguridad vial castigado con una pena compuesta por prisión y al mismo tiempo de privación del derecho a conducir. De esta manera, se evita la picaresca que se producía con anterioridad a la reforma del Código Penal cuando los conductores preferían ser castigados por un delito de desobediencia en lugar de con la retirada del permiso. Ahora esta práctica no es posible, ya que la actual ley permite al juez imponer penas de prisión y al mismo tiempo retirar el permiso.

En relación precisamente a la retira del permiso, la memoria de Seguridad Vial destaca el elevado incremento registrado en los conductores a los que se les abrieron diligencias por conducir sin carnet. Según Mercedes Monje, el número de diligencias experimentó un crecimiento del 129% y pasó de los 62 casos contabilizados en 2017 a los 142 del año pasado.

La mayor de parte los infractores fueron conductores a los que ya se les había sido retirado la licencia por orden judicial y que fueron cazados de nuevo por agentes de la Ertzaintza cuando circulaban por la red viaria del territorio.

El anuario de la Fiscalía pone igualmente de manifiesto el descenso en el número de fallecidos registrado el pasado año en las carreteras guipuzcoanas. La delegada de Seguridad Vial cita en este sentido el informe elaborado por la Unidad Territorial de Tráfico de Gipuzkoa de la Ertzaintza que cifra en trece las personas que perdieron la vida en los accidentes mortales registrados el pasado año en las vías urbanas e interurbanas. Se constata, por lo tanto, una disminución de nueve víctimas en relación al año 2017, en el que se contabilizaron veintidós fallecidos.

La Fiscalía incide igualmente en la bajada de un 2,7% en el cómputo de siniestros ocurridos en 2018 respecto del año anterior, «si bien el número de accidentes con víctimas aumentó en 84, lo que supone un incrementó de un 9,4%, en relación con el año precedente», señala la memoria.

El balance del ministerio público refleja una «importante» disminución de accidentes mortales en los que se ha confirmado la presencia de alcohol o drogas y que pasó de 8 en 2017 a 2 durante el pasado año, siguiendo la tendencia a la baja de los tres últimos años.

También refleja el descenso en un 15% de las pruebas de alcohol y drogas realizadas durante el año 2018 por la Ertzaintza y, por el contrario, el aumento significativo de vehículos en controles fijos y móviles de velocidad y la subida también de controles de distracciones (uso de dispositivos electrónicos y otros), todo ello en relación al año anterior.

La memoria de la Fiscalía desvela que en 2018 se incoaron catorce procedimientos penales con motivo de los fallecimientos registrados. Del total de muertos, tres fueron peatones atropellados, si bien en uno de los casos se constató una etiología suicida. En otros dos casos, «como se ha venido observando en años anteriores, las víctimas eran de edad avanzada», se indica.

De los procedimientos incoados por fallecimiento durante el pasado año, 7 fueron sobreseídos provisionalmente y dos lo fueron libremente. En cuanto al resto, en uno de ellos se formuló procedimiento abreviado y los demás se encuentran en fase de diligencias previas.

Durante el año 2018 se realizaron cinco escritos de acusación por delitos de homicidio por imprudencia grave en el ámbito de la seguridad vial, bien como único delito o en concurso con otros ilícitos contra la seguridad vial.

Sobre los accidentes con menores de edad, el informe del pasado año de accidentalidad facilitado por la Unidad Territorial de Tráfico de la Ertzaintza certifica que se produjeron un total de 38 siniestros con víctimas de edades inferiores a 14 años que hacían uso del sistema de retención infantil, aunque no se tiene constancia de ningún supuesto de menores accidentados que no lo utilizaran. En general, en el citado informe policial se recoge que 27 conductores y 7 ocupantes de vehículos implicados en accidentes con víctimas no hacían uso de ningún accesorio de seguridad , y en concreto, que el 25% de fallecidos no llevaban puesto el preceptivo cinturón.