La mujer que arrojó a su hija en un contenedor cumple 11 años de prisión
En el suceso, ocurrido en Donostia en 2016, dos jóvenes escucharon el llanto y hallaron a la recién nacida con vida
A. S. J.
Lunes, 4 de marzo 2019, 06:24
La fatal noticia del hallazgo de un bebé sin vida ayer en Arrasate trae inevitablemente a la memoria el caso de la pequeña Ane, una ... bebé que fue encontrada en el interior de un contenedor de basura en Donostia en noviembre del 2016. La pequeña tuvo la suerte de que dos jóvenes escucharan sus llantos y avisaran a la policía, lo que salvó su vida. A principios de este año se dictó la sentencia contra la madre que la abandonó, quien ha sido condenada a 11 años y tres meses de prisión.
Sucedió la noche del 22 de noviembre de 2016. Dos jóvenes camareros de una cervecería de la Parte Vieja de Donostia caminaban por la plaza Zuloaga, junto al Museo de San Telmo de Donostia, cuando creyeron escuchar unos quejidos. Cuando abrieron el contenedor de basura desde donde provenía el llanto vieron el brazo de un bebé. Se trataba de una pequeña recién nacida que estaba envuelta en una tela negra y que todavía tenía parte del cordón umbilical.
Los dos jóvenes llamaron a la ertzaintza y los agentes sacaron al bebé del interior del container y lo introdujeron en el coche policial, para protegerla del frío. Una vez en el hospital los médicos confirmaron el buen estado de salud de la bebé, cuya tutela asumió la Diputación de Gipuzkoa.
Unos días después la madre de la pequeña abandonada, una joven nicaragüense de 28 años, fuera detenida en Donostia.
El juicio por este caso se inició en diciembre de 2018. «Me arrepiento de lo que hice. Fue una situación que me superó totalmente. No sé qué paso por mi cabeza para hacer lo que hice. Lo siento, perdón por lo que he hecho», declaró la acusada. La petición inicial de la Fiscalía era de 19 años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa, una pena que fue rebajada a los 11 años por el reconocimiento de los hechos por parte de la acusada.
La Audiencia Provincial de Gipuzkoa condenó a la mujer a 11 de años y tres meses de prisión, y le impuso una medida de alejamiento que le impide comunicarse con la niña en 17 años. También inhabilitó a la progenitora para el ejercicio de la patria potestad y le prohíbe acercarse a 200 metros.
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