La calle de la memoria

1925 | Choque de carros con mordedura de burro

«Un 'cashero' del barrio de Loyola –informaban exactamente– denunció en las primeras horas de la tarde que al conducir su carro, tirado por un burro, otro burro que tiraba de otro carro se abalanzó sobre el que él conducía, mordiéndole furiosamente y derribando del carro al carretero denunciante, el cual salió del percance con una lesión en la rodilla izquierda. El conductor del burro acometedor fue denunciado».

O sea, que aquel animal que mordía «furiosamente» provocó daños, que no se especificaban, en el burro, digamos, pacífico, y una lesión en la rodilla de su propietario.

Ya sin animales de por medio, leyendo la edición del 21-V-1925 de 'La Voz de Guipúzcoa' nos percatamos de que en San Sebastián se producían hace un siglo muchos «pequeños líos», como el que protagonizó una mujer agresiva no sabemos por qué motivo...

«MUJER IRASCIBLE.– Por la mañana denunció una muchacha de quince años que, al pasar por la plaza de Easo, una mujer le agredió, pegándole y arrojándole al suelo, porque se promovió un regular escándalo. La niña y la mujer denunciada fueron conducidas al Gobierno civil».

La víspera, en el teatro Trueba de Gros, había habido sesiones de cine o, como escribían entonces, «de cinematógrafo», con la proyección de los títulos 'Mala sombra', el episodio séptimo del serial 'El niño rey' y las cinco partes de la película 'El islote de las perlas'. Pero había habido un extraño espectáculo añadido, que describían así...

«PEQUEÑO ESCÁNDALO.– Durante la representación cinematográfica de anoche en el teatro Trueba promovió un pequeño escándalo el joven de veinte años Pedro Varela Piñeira, de oficio albañil, el cual fue requerido por un guardia varias veces para que cejase en su actitud, no sólo sin conseguirlo, sino que el joven Varela se insolentó con el guardia, desobedeciéndole, viéndose éste obligado a llevarle a la comisaría, donde se le impondrá el correspondiente castigo».

Sí que tenía mala sombra aquel albañil, probablemente de procedencia gallega. Nos vamos con otro pequeño lío, este vivido en la plaza Easo hace cien años, con un carretero cabreado...

«CARRETERO QUE SE NIEGA A PAGAR.– Por la mañana, en la plaza de Easo fue denunciado un carretero que se negaba a pagar los derechos de peaje. Además, promovió un fuerte escándalo, blasfemando horriblemente. Al presentarse el guardia se dio a la fuga con su carro. El Juzgado municipal se entenderá con él».