Una gélida madrugada da paso al aviso amarillo por nieve a 600 metros en el interior

Está activado el aviso amarillo por riesgo de nevadas por debajo de los 1.000 metros desde las 00.00 hasta las 12.00 horas. La cota de nieve se puede situar en torno a 700-800 metros subiendo a 1.000 metros a partir del mediodía. Se esperan precipitaciones débiles y ocasionales, más probables en el oeste de la vertiente cantábrica. Los espesores previstos son de 0-2 cm. a 1.000 m, 0 cm. a 600 m., 0 cm. a 200 m.

Hasta las 24.00 horas habrá aviso amarillo por cota de nieve en torno a 900-1.000 m., bajando a 700-800 m. durante la segunda mitad del día. La previsión es de chubascos débiles, localmente moderados, especialmente en la vertiente cantábrica, en el oeste y durante la mañana. Los espesores previstos para lo que resta de día son: 0-4 cm. a 1.000 m., 0 cm. a 600 m., 0 cm. a 200 m..

Esta madrugada ha sido gélida en Gipuzkoa. Según los datos de Euskalmet, en Jaizkibel la temperatura mínima a las 06.30 era de tan solo 1,9 ºC. También destaca el valor registrado en Bidania, 1,2 ºC a las 05.40 horas. En Miramon el termómetro marcaba 4,3 ºC a las 06.50 horas, y 5,9 ºC a las 06.30 horas. En el resto del territorio también se ha impuesto el ambiente frío. A nivel de Euskadi la mínima más baja ha sido en Herrera, con -1,9 º C.

La previsión de Euskalmet para este martes señala que los chubascos serán cada vez más intermitentes, pero seguirá el frío, al igual que los cielos prácticamente cubiertos. Las precipitaciones no serán tan abundantes ni generalizadas como en jornadas anteriores, pero habrá chubascos intermitentes durante buena parte de la jornada, especialmente por la mañana. Las temperaturas máximas serán en torno a 5-10 ºC, con mínimas dándose al final del día.

El miércoles todavía se producirán algunas precipitaciones por el oeste. En la mitad este de Euskadi la nubosidad estará rota y se abrirán claros, además, excepto alguna posibilidad en puntos de Pirineos, no se esperan precipitaciones. En el oeste, sobre todo de la vertiente cantábrica, todavía se verá mucha nubosidad y es probable que se den algunas precipitaciones débiles, más probables durante la primera mitad del día. Viento flojo y temperaturas máximas con pocos cambios, siendo algo más bajas las mínimas, que podrían darse al final del día. Se producirán heladas en zonas de montaña y en algunos puntos de Álava y Navarra. Cota de nieve en torno a 700-1.000 metros.

El jueves el ambiente será soleado, con frío a primeras y últimas horas. Las temperaturas máximas tenderán a subir, pero las mínimas podrían bajar, por lo que se esperan heladas en muchos puntos del interior, tanto de madrugada y primeras horas, como a últimas horas de la jornada. En el cielo pocas nubes durante todo el día, con nieblas a primeras horas, que en puntos del Valle del Ebro podrían tardar en levantar. Viento del sureste, soplando del este-nordeste en la costa por la tarde.

Entre tanto, el temporal que ha azotado Gipuzkoa durante las últimas jornadas dio este lunes sus últimos coletazos en forma de incidencias tanto en el tráfico rodado, con retenciones de hasta siete kilómetros en Biriatou sentido Francia, como en la red ferroviaria. El suceso más grave fue el descarrilamiento de un tren de Cercanías entre Zumarraga y Gabiria a causa de un desprendimiento de tierra y árboles. En el convoy viajaban una veintena de personas: 18 pasajeros y dos maquinistas, que salieron ilesos del incidente. Tampoco el vehículo sufrió daños de consideración.

El suceso ocurrió pasadas las 13.00 horas, cuando el Cercanías que partía de Zumarraga a las 12.57 y realizaba el recorrido entre esta localidad y Andoain se salió de la vía en una recta al toparse a la salida de un túnel con un desprendimiento de tierra y árboles «antes de llegar al apeadero de Gabiria». Como consecuencia, los vagones quedaron varados en los raíles en sentido Beasain-Donostia, por lo que ese tramo de vía en sentido Irun quedó inutilizado hasta que el tren fue retirado.

Los pasajeros del convoy detallaron a este periódico que «todo ha quedado en un susto. Estamos todos bien, y el tren mantiene la luz y la calefacción. Hemos sido agrupados todos en el vagón delantero por seguridad y esperamos a que venga otro tren a recogernos». Efectivamente, a las 13.40 horas los ocupantes del tren accidentado fueron transbordados a otro que estaba en servicio y que circulaba en sentido Zumarraga.

La jornada tampoco fue sencilla en las carreteras guipuzcoanas. A las retenciones acumuladas por la mañana en la muga se sumaron los nueve kilómetros de caravana que se registraron por la tarde en la N-1 a la altura de Villabona después de que un camión hiciera la tijera en el kilómetro 444 sentido Irun. Y al desprendimiento producido en el kilómetro 7 de la GI-638, a su paso por Mutriku, que obligó a cortar la carretera en ambos sentidos durante casi tres horas.

Este lunes fue día también de contabilizar daños después del cóctel meteorológico que ha azotado el territorio durante este pasado puente festivo. Solo en la capital guipuzcoana, el temporal de viento y lluvia provocó la caída de medio centenar de árboles. El departamento de Mantenimiento Urbanso y las contratas de limpieza, jardines y arbolado se afanaron durante toda la jornada para retirar estos ejemplares y devolver las zonas afectadas a la normalidad, según explicó el concejal Carlos García.

«Estos días ha sido especialmente complicado para la ciudad y los servicios de mantenimiento, limpieza, arbolado y otros departamentos han trabajado a tope para ir solucionando los problemas generados por el fuerte viento, las intensas precipitaciones y el oleaje», señaló el concejal.

Unos 50 árboles fueron derribados por el viento en zonas como Portuene (Aiete), Agiti (Igeldo), Larreandi (Altza), Julio Urkijo (Bidebieta), paseo Zarategi (Intxaurrondo) o San Roke (Amara). Este lunes por la mañana tuvo que ser cortada al tráfico la avenida de Tolosa dirección al centro de la ciudad para apear un tilo de gran porte que había quedado comprometido por el viento. El domingo cayeron otros dos ejemplares en esta arteria de entrada a la ciudad, unos árboles de grandes dimensiones y más de medio siglo de vida que suelen estar enfermos y que en cuanto llegan condiciones meteorológicas adversas pierden la verticalidad.

También se vieron afectadas los elementos de la iluminación navideña, como los almendros de la terraza del Ayuntamiento, algunos arcos, los elementos de suelo de la plaza Pío XII, el trineo de Federico García Lorca o el tren de Navidad de la plaza Cervantes. Todo ello no impidió que este lunes se reabrieran el paseo Nuevo, el paseo de Leizaola y el Peine del Viento. Se espera que este martes sea el turno de los parques, clausurados durante todo el fin de semana.