«José Luis era muy currante y siempre dispuesto a ayudar»
Compañeros del taller donde trabajaba la víctima le recuerdan como una persona «buena y trabajadora»
mikel pérez
Jueves, 20 de junio 2019, 06:24
No están siendo días fáciles para los trabajadores del taller de calderería Talde, situado en el polígono industrial errenteriarra de Egiburuberri. Allí, junto ... a otras quince personas trabajaba incansablemente cada día José Luis Lancha, el vecino del barrio de Agustinas fallecido el pasado lunes después de sufrir una agresión en el barrio donostiarra de Gros.
José Luis era uno de los socios de esta empresa fundada en 1983, procedente de una cooperativa y que lleva situada en el polígono desde 2006. Durante el día de ayer el pabellón mostraba actividad, aunque el bajo estado anímico de los compañeros del errenteriarra fallecido se notaba en sus voces y sobre todo, en sus ojos. Allí se encontraban Patxi, Chema y Ángel, entre otros muchos compañeros. «La noticia nos ha cogido como una patada en la cara. El sábado estuve trabajando con él y el domingo no vino porque era su cumpleaños», relata Patxi, compañero suyo desde hace más de cinco años y que confiesa visiblemente emocionado que cuando se enteró de la noticia tuvo que «dejar lo que estaba haciendo porque no me tenía en pie».
Chema, por su parte, conocía al vecino de Agustinas desde hace veinte años. «Aquí hemos compartido más tiempo que con nuestras familias» explica antes de recordar una de las frases que les había dicho su mujer tras conocer su fallecimiento: «Ojalá José Luis hubiera ido a trabajar el domingo».
«Su mujer nos dijo que 'ojalá José Luis hubiera venido a trabajar el domingo'»
«Nos han llamado clientes preguntando cómo le había podido pasar esto a este hombre»
Imágenes del agresor se extendieron ayer por las redes sociales del municipio errenteriarra
Pero si hay alguien que conocía bien a José Luis, ese es Ángel, uno de sus socios y compañero de trabajo suyo desde hace casi 45 años. «Jose Luis era un currante de los de la vieja escuela, un tío legal y noble, que siempre estaba dispuesto a ayudar» apunta. Prueba de esa profesionalidad y compañerismo es «el aprecio que le tiene incluso la gente que lleva poco tiempo en la empresa». Otro de los aspectos que destaca Ángel de la personalidad de su compañero de faena es que «cuando veía injusticias no las admitía».
Para José Luis, su familia y el trabajo eran lo primero. En este sentido, sus compañeros recuerdan que hace algún tiempo «se había tenido que operar por temas de salud» y que hasta dos días antes de la complicada operación, «no quiso dejar de trabajar, y encima se fue dolido por tener que estar de baja ese tiempo». Para Ángel, este tipo de personas como él «ya no las hay».
La repercusión de la noticia no sólo ha dejado sin palabras a sus compañeros de Talde. Sin ir más lejos, clientes y colegas de otras empresas han venido expresando palabras de cariño durante estos días a los miembros esta calderería errenteriarra. «Nos han llamado clientes desde Australia o Navarra. También compañeros canteros de Málaga, Ávila, Sevilla Ourense o diferentes partes de Gipuzkoa, preguntándose, ¿cómo le ha podido pasar esto a este hombre?» explica Ángel.
De cara al futuro, el «alivio» que les queda a sus compañeros es que «hayan detenido al desalmado que le ha matado» y «apoyar a la familia en todo lo que se pueda». En este aspecto, una persona fue arrestada ayer por la Ertzaintza, aunque se está a la espera de que se le identifique como autor de los hechos. La imagen del presunto autor, sacada de una videocámara, se ha extendido por redes sociales y grupos de WhastApp de vecinos del municipio. En cuanto a los trabajadores de Talde, les quedará arropar a uno de los hijos de la víctima, que también es parte de la empresa desde hace algún tiempo.
El polígono, consternado
Más allá de las puertas de su calderería, José Luis era respetado y querido por los vecinos de las empresas colindantes. Es el caso de Julián, del cercano taller Gatzaga que define al fallecido como «un hombre más bueno que la 'hostia' y trabajador como pocos. Parece mentira que se haya ido». Hablando de lo sucedido, Julián confiesa estar preocupado por «los problemas de seguridad que está habiendo últimamente» y que a su parecer «no había antes».
Asimismo, el buen nombre de José Luis también se extiende por la comarca hasta empresas como Sling Supply International situada en Lezo y habitual colaboradora de la calderería del errenteriarra. «Allí todos mis compañeros le conocen y se han quedado planchados al conocer la noticia», explica Mikel, un trabajador de dicha empresa, mientras se baja de la furgoneta para recoger y entregar unas piezas. Mikel recuerda que «a veces me hacía entrar a su taller y me enseñaba trucos de soldadura». Recuerdos que difícilmente olvidarán los compañeros de trabajo que tanto le aprecian.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión