Ioritz, un guipuzcoano en Ibiza: «No hemos podido salir del hotel de lo que llueve»

Ioritz viajó el domingo a Ibiza de vacaciones con dos amigos para visitar sus playas, calas y rincones más atractivos aprovechando que uno de ellos «conoce muy bien la isla» y con el objetivo de pasar «unos días tranquilos». Lo pudieron hacer el lunes, no así ayer, día en el que la borrasca alcanzó el archipiélago y la cuadrilla no salió del hotel debido a las incesantes lluvias que azotaron la isla desde la madrugada hasta bien avanzada la tarde. Está alojado en la propia ciudad de Ibiza, en la parte sur, cerca de la zona de las discotecas más populares de la isla y a unos pocos kilómetros del aeropuerto. «Es verdad que la isla no es muy grande, pero estamos en pleno epicentro de la tormenta. Llevamos todo el día en el hotel y claro, tenemos tiempo para hacer de todo. He visto en las noticias que es el día que más ha llovido en toda la historia, la estación del aeropuerto también ha marcado récord, estaba en 156,5 litros por metro cuadrado y llevamos ya alrededor de 170», relata al otro lado del teléfono pasadas las 19.00 horas. «Y sigue cayendo, es una pasada cómo llueve. He mirado la aplicación del tiempo en el móvil y me indicaba que hasta las 21.00 seguiría con la misma intensidad».

El lunes pudieron visitar lo que querían y a última hora de la tarde estuvieron en la discoteca Ushuaia, que abre de 18.00 a 23.00 horas. «Estuvimos viendo al DJ David Guetta, salimos a las once de la noche, había más gente en las calles que durante el día y fuimos a dar una vuelta al centro de Ibiza con total normalidad hasta que sobre las 2.00-2.30 empezó a llover de manera muy fuerte. Y hasta ahora», transmitía.

La tormenta estática que tanto castigó hace casi un año Valencia es la que se quedó ayer en Ibiza. «Como estamos cerca de Formentera, parece que todo lo que se genera entre las dos islas se ha quedado aquí, y no para de llover durante tantas horas».

Y claro, el marrón del barro reina en las calles. «Es como cuando vas a Valencia o Cataluña, son sitios que no están preparados para la lluvia. Se ve que todo el tema de alcantarillado y de desagües no funciona. Tenemos un supermercado frente al hotel y la gente está saliendo en chancletas a comprar algo mientras le llega el agua casi hasta las rodillas». Y apuntaba que los vehículos estaban pudiendo rodar con cautela. «Los coches van despacio, al ritmo del agua, porque si se paran les llega el agua al motor».

Como en tiempos de confinamiento, la gente encuentra la vía para entretenerse. «Algunos se están montando su fiesta en el hotel. Hay billar, máquinas de 'vending' que tienen cartas, y un local de tatuajes que, curiosamente, tiene a gente haciendo cola».

Ioritz debería regresar hoy a Gipuzkoa, aunque no las tiene todas consigo. «Están retrasando vuelos porque muchos no han podido ni aterrizar ni despegar. Supongo que mañana -por hoy- ya estará todo bien, pero no sé qué pasará».