Gipuzkoa quema sus primeros residuos y activa su nuevo modelo de gestión

La planta de valorización energética (PVE) del Complejo Medioambiental de Gipuzkoa (CMG) comenzó en la noche del jueves -como estaba previsto- las pruebas de combustión de residuos, entrando en la fase final de los ensayos. Previamente y durante algo más de un mes, estas instalaciones han sido sometidas a un chequeo exhaustivo 'en frío', para comprobar que todos los componentes instalados, sus sistemas de alimentación y las comunicaciones funcionaban de forma correcta. En esta primera puesta en marcha, se incineraron nueve toneladas de residuos, en una instalación que cuando esté plenamente operativa tendrá una capacidad de 12,5 tn/hora en cada uno de sus dos hornos o, lo que es lo mismo, de 100.000 tn/año para cada una de sus dos líneas.

Se calcula que la producción anual de fracción resto en el territorio asciende a 150.000 toneladas, las cuales primero pasarán por el tratamiento mecánico-biológico (TMB), donde se recupera cerca del 8% de los materiales para reciclaje y después la basura se deja en un proceso de maduración en contacto intensivo con el aire donde gana propiedades de combustión. Las toneladas de residuos utilizadas este viernes son las primeras que se obtienen después de ese proceso de maduración en la TMB.

El diputado foral de Medio Ambiente señaló que la puesta en marcha de la planta de valorización supone que el conjunto del CMG está en fase de pruebas operativas y que en el primer trimestre del próximo año estará funcionando a plena capacidad. Asimismo, subrayó que «Gipuzkoa contará en 2020 con la infraestructura más moderna de Europa para el tratamiento de sus residuos; esta instalación le permitirá mejorar sus niveles de reciclaje hasta superar el 60% y avanzar en el uso de las energías renovables y disminuir sus emisiones».

Además de los hornos, la instalación ha comenzado a probar también el circuito de vapor de agua, cuyas emisiones, totalmente inocuas, fueron claramente visibles el jueves por no estar conectada todavía la turbina. En este circuito, el calor producido por la combustión de los residuos, transformará el agua en vapor que moverá la turbina del generador y producirá energía. El objetivo es que se genere energía renovable suficiente para abastecer las necesidades energéticas de 45.000 hogares.

Por su parte, el movimiento contra la incineradora acusó al Gobierno Vasco y la Diputación de Gipuzkoa de pretender «criminalizar» al «activismo social» contrario a la nueva infraestructura de Zubieta. El movimiento informó de que la próxima semana cuatro personas serán «juzgadas» en San Sebastián acusadas de «desórdenes públicos» por la Ertzaintza durante su participación en una marcha «pacífica» que esta entidad organizó el año pasado.En la jornada de ayer, el Ayuntamiento de Usurbil aprobó una moción de rechazo contra la incineradora y convocó una manifestación para el 13 de diciembre.