Hallan muerto en Getaria al tiburón peregrino avistado en Zarautz
El cadáver del ejemplar, una hembra de unos cuatro metros, fue localizado anoche por un miembro de Subacuáticas Real Sociedad
El tiburón peregrino que el domingo por la mañana fue avistado en Zarautz ha sido hallado muerto en Getaria. El cadáver del animal, una hembra de unos cuatro metros, fue localizado este lunes por la noche a unos diez metros de profundidad a la altura del espigón por un miembro de Subacuáticas Real Sociedad.
La presencia de este tiburón peregrino en la costa guipuzcoana fue noticia el pasado domingo. Un grupo de personas que se encontraba esa mañana pescando en la playa de Zarautz avistó al escualo cerca de la orilla. Uno de ellos, Zigor Arguiñano, hijo del mediático cocinero, grabó al tiburón en la zona de la playa cercana al restaurante de su padre.
Por la tarde, el animal fue visto en Getaria, a la altura de la playa de Malkorbe, donde ha fallecido. «Lo más probable es que estuviera enfermo y se haya acercado a morir a la orilla. Es un comportamiento habitual», indica Luis Martínez Artola, buceador de Subacuáticas Real Sociedad. Él mismo, junto a otro compañero, ha grabado esta mañana el cadáver del tiburón y ha podido comprobar que se trataba de una hembra de tiburón peregrino de entre 3,5 o 4 metros. «Estaba a unos diez metros de profundidad con marea alta, con el morro metido entre dos rocas», detalla.
Según explica, el cuerpo del animal fue localizado ayer por la noche por otro compañero en una inmersión nocturna realizada en la zona. «Lo grabó en vídeo y nos lo mandó al grupo de Whatsapp, pero al ser de noche y con la luz de las linternas no se veía demasiado bien», indica. Con el objetivo de obtener unas imágenes más nítidas, esta mañana, Luis y otro compañero han vuelto al lugar. Tras grabar nuevamente al animal, han acudido con esas imágenes a la comisaría de la Ertzaintza en Zarautz «para dar aviso y que lo puedan sacar de allí antes de que empiece a descomponerse», explica Martínez; algo que puede empezar a ocurrir según sus cálculos en 3-4 días. Los gases de la descomposición provocan que el cuerpo del animal se hinche y pueda salir a la superficie y acabar varado en la playa arrastrado por la marea, con el riesgo para la salud que ello conlleva. De ahí que en estos casos, explica Luis, lo deseable es retirar el cadáver a la mayor brevedad.
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El tiburón peregrino, que ha sido avistado en las costas de Gipuzkoa en varias ocasiones, aunque tal vez no tan cerca de una playa, puede alcanzar los 10 metros de longitud, por lo que es considerado el segundo pez más grande el mundo después del tiburón ballena. A pesar de su gran tamaño, desde el Aquarium de San Sebastián explican que se trata de un animal inofensivo, que no supone ningún peligro para las personas. También indicaron que es habitual su presencia cerca de las playas, ya que no teme a los humanos.