El regalo es que alguien conduzca 20 kilómetros para conseguir el único turrón que te gusta. El regalo es preparar una cena de Nochebuena para ... 15 mientras los demás disfrutan del aperitivo. El regalo es llevar a tus sobrinos al cine para que sus padres puedan salir juntos una tarde. El regalo es no permitir a tus padres que se levanten a recoger la mesa.
El regalo es, con 58 años y conocimientos básicos de francés, memorizar los nombres de Muneyuki Kaneshiro y Yusuke Nomura, los autores del manga japonés que le falta a tu ahijado. El regalo es despertarte, la madrugada del 25, inquieto, por saber si habrás acertado. El regalo es buscar diferentes papeles de seda, cinta de terciopelo, mirar un vídeo tutorial japonés en youtube y envolver los paquetes con tanto mimo que dé pena abrirlos. El regalo es pasar dos horas en internet estudiando las diferencias entre un carrete de pesca Jigging y uno Spinning.
El regalo es una hora de atasco, siete vueltas a la manzana y una multa hasta lograr aparcar junto a su floristería favorita. El regalo son cuatro versos mal escritos pero muy sentidos. El regalo es ayudar a decorar el árbol. El regalo es encerrarte una tarde con tu abuela y ponerle en la tele 'Qué bello es vivir'. El regalo es preparar una lista de reproducción de spotify para la comida del 25. En un mundo escaparate que te incita a comprar entre decenas de miles de productos, el regalo es que alguien te ofrezca lo más valioso y escaso que posee. Un poco de su tiempo.
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