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En guardia frente al Cantábrico
El primer embate del temporal de olas salpica la costa sin daños pero hasta mañana el litoral sigue blindado por la alerta naranja
«Un trabajo con las mejoras vistas». Los pilotos de avión suelen presumir de cumplir con su jornada laboral desde una atalaya única, con el ... mundo a sus pies y el paisaje visto desde el cielo. En el bar Mármol, situado en el Malecón de Zarautz, lucen el mismo eslogan. «Tenemos las mejores vistas», en este caso, del temporal de olas que azota con fuerza desde ayer la costa cantábrica. El establecimiento puede permitirse abrir cuando a la mar se le encapricha salir a la conquista de nuevos mundos. «Tenemos las escaleras delante, y eso nos protege mucho», a diferencia del resto de locales a ras de paseo y donde las olas golpean y suelen colarse con más facilidad. En el Mármol, ayer por precaución también colocaron tablones de madera en su entrada, pero apuraron hasta el último minuto y ya cuando el mar tocaba literalmente a su puerta tuvieron que cerrar esa puerta a cal y canto, como el resto de vecinos. Un acceso en la parte trasera les permitió seguir trabajando, ya con las vistas hacia el malecón tapiadas.
Las olas llegaron a saltar ayer por encima de 8 metros según la altura máxima registrada por la boya Pasaia de Euskalmet, a 16 milles de la costa, y más cerca de puerto la marca se quedó en 5,8 metros, según la boya de Azti también en Pasaia. El aviso naranja que se activó ayer por la tarde por el temporal marítimo obligará a no bajar la guardia hasta mañana por la mañana. De hecho, la pleamar de esta madrugada se temía por la fuerza del oleaje que se vaticinaba. Como es habitual en días de temporal de mar, los paseos marítimos y las zonas más expuestas se mantienen cerrados al tráfico de peatones y vehículos. En Donostia, por ejemplo, el Paseo Nuevo sigue cerrado hasta mañana a las nueve de la mañana, cuando está previsto que se levante el aviso de Protección Civil. Los accesos al Peine del Viento y al espigón de La Zurriola también seguirán vetados.
El efecto de 'Ciara'
La delegada de Aemet en el País Vasco, Margarita Martín, explica que el origen de este temporal marítimo está en la borrasca al noroeste de Irlanda, bautizada como 'Ciara', que no llega a la península pero sus efectos sí se están dejando notar en el mar. «En el Atlántico norte, se generan olas de viento que, cuanto más recorrido hacen, más energía cogen y más altura». A la zona ya cantábrica las olas están pegando fuerte, pero menos amenazantes. «Solo hay un tren de olas de fondo y no varios», constata, lo que evitaría un temporal marítimo de mayor envergadura. El riesgo está en la coincidencia con mareas vivas. Según Euskalmet, a pesar de que el oleaje en principio no será excepcional, la altura de la marea alcanzará mañana los 4,91 metros en pleamar. El Departamento de Seguridad recomienda a la ciudadanía que a lo largo de este episodio no se acerque a las zonas de impacto de las olas, ya que puede ser golpeado y arrastrado por ellas, y a los ayuntamientos de la costa que vigilen y controlen los espacios de riegos en carreteras y paseos junto al mar.
Se pretende evitar incidentes como el ocurrido en la playa donostiarra de Gros el pasado domingo a mediodía. Dos personas que pescaban en las rocas del espigón fueron rescatadas por surfistas, después de resbalar y caerse y verse en dificultades para regresar al espigón. «Quedó en un susto, pero si les llega a coger una ola con toda su fuerza hubiese ocurrido una desgracia», afirma Alejandra Martínez Sáez, aficionada al surf y a la fotografía que presenció el rescate. «En aquel momento las olas saltaban por encima del espigón», describe. Y solo era el aperitivo del temporal de mar, por lo que se pide extremar la precaución.
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