El gasto social por habitante crece hasta los 734 euros en Gipuzkoa

Así, con «el presupuesto de gasto más elevado de la historia», la idea es «seguir impulsando el proceso de transición hacia un modelo de atención, cuidados y apoyos centrado en las personas y sus relaciones con una fuerte participación de la comunidad». Y no solo eso. «En un territorio en el que se prioriza el domicilio como el espacio para el cuidado, supone innovar en los servicios sociales de atención en el hogar». Para ello, entre otras cosas, se continuará con la adecuación arquitectónica de los centros de mayores, la aprobación de líneas de ayudas a ecosistemas locales de cuidados y la puesta en marcha de la agencia de evaluación de la calidad de los servicios, entre otras cosas.

Si a los programas de atención a los mayores se les destinará 121 millones de euros, a los que se dirigen a la asistencia a personas con discapacidad les corresponden 75,6 millones. Esta partida se utilizarán para la creación de nuevas plazas en los diferentes recursos para este colectivo, la puesta en marcha de nuevas tecnologías, y la atención temprana. Al prorgama de prestaciones económicas y planificación le corresponden 94 millones, que servirán para «el inicio del despliegue del nuevo mapa de servicios sociales 2024-2030, las mejoras en los cursos de formación y apoyo a las personas cuidadoras y el refuerza de las prestaciones económicas de asistencia personal (PEAP)».

Por su parte, el plan de inversiones en centros de servicios sociales, con un presupuesto de 37 millones de euros, permitirá realizar la reforma de los centros de Txara 1 y Lasarte, así como las obras de las nuevas residencias de Adinberri, Arbes y Elgoibar y la adecuación arquitectónica de recursos como los de San Juan (Zumaia), Azkoitia, Santa Ana (Zarautz) o Fraisoro. También se pondrán en marcha nuevos centros para personas con discapacidad, menores y víctimas de violencia machista, tal y como adelantó este periódico.

Precisamente al programa de inclusión social y atención a mujeres víctimas de violencia machista se le destinarán 45 millones de euros, con el fin de «conseguir que las propias víctimas sean las protagonistas de sus procesos y su empoderamiento para avanzar cada una en su itinerario», en palabras de Peña. Al programa de protección a la infancia y la adolescencia se le dedicarán 64,5 millones de euros, entre otras cosas, para reforzar la atención de casos de maltrato y abuso sexual a menores. La partida para intervenir en estas situaciones se incrementa un 68%, hasta llegar a 1,5 millones. También está prevista una partida de 81 millones para la gestión de organismos públicos forales, como son Kabia y Uliazpi.