La fumigación experimental de Neiker llegará en breve a Idiazabal y Beasain

Una vez cerrado el capítulo de la fumigación terrestre de los pinos afectados por la 'banda marrón' con más dudas que éxito, los propietarios y las instituciones centran su mirada en los resultados que pueden llegar del tratamiento experimental terrestre, con dron y con helicóptero que ha comenzado a realizar Neiker, con el objetivo de que para el próximo curso lleguen algunas conclusiones y en primavera se puedan realizar las aplicaciones a través de algunos de los sistemas que se comienzan a probar.

La prohibición por parte del Ministerio de Agricultura el pasado mes de febrero a realizar un tratamiento aéreo masivo supuso un jarro de agua fría para el Ejecutivo vasco y para los propietarios forestales, que veían como «única solución» al avance de la enfermedad la aplicación con avioneta del óxido cuproso. Ese impedimento provocó que se habilitara la vía para que los mismos propietarios pudieran fumigar desde tierra, pero también intensificó el trabajo de Neiker (Tecnalia) en la búsqueda de nuevas fórmulas de tratamiento y nuevos productos al margen del cobre para poder actuar con garantías sobre el hongo.

Así, el pasado mes de julio Neiker anunció el inicio del tratamiento experimental de las bandas de pino. Un tratamiento «diseñado siguiendo criterios de máxima seguridad y respeto al entorno, tanto a las personas como al medioambiente».

El tratamiento experimental está dividido en tres partes: ensayos 'in vitro', por vía terrestre y por vía aérea, en los que probará un buen puñado de sustancias naturales, al margen del óxido cuproso, para comprobar su eficacia y la posible aplicación a mayor escala a partir del próximo año y los sucesivos. Las pruebas con dron ya se han comenzado a realizar en terrenos alaveses.

El ensayo se está realizando a pequeña escala y abarca 174 hectáreas repartidas entre los tres territorios. Por vía terrestre se tratarán 24 hectáreas: 8 en Beasain, 8 en Murga (Álava) y otras 8 en Arcentales (Bizkaia). En el ensayo aéreo, se tratarán un total de 150 hectáreas. 90 de ellas, en Amoroto (Bizkaia) que se fumigarán con helicóptero, y otras 60, repartidas entre Idiazabal y Aramaio (Álava) se tratarán con drones. Los ensayos serán anuales y durante los próximos ejercicios también se irán probando distintas sustancias para conocer su efectividad contra los hongos causantes de las bandas.

En Gipuzkoa, por tanto, serán 38 las hectáreas en las que se realizarán estas pruebas con distintas sustancias para probar su efectividad en los pinares. Además del óxido cuproso, se testarán sustancias básicas elicitoras, entre ellas quitosano clorhidrato -procedente de la quitina de la cáscara de crustáceos-, lecitina de soja no transgénica, equisetum arvense -la planta cola de caballo- y saccharomyces cerevisae -levadura de cerveza-. Estas sustancias estimulan la resistencia natural de las plantas a las enfermedades. También se utilizará un producto fitosanitario basado en bicarbonato de potasio.