Los franceses se quedan en casa
La alerta sobre las retenciones en la frontera cohíbe al cliente galo que viene a pasar el día a Gipuzkoa
Apenas ha marcado la una de la tarde y Manuella Gimenez y William Brun pasean por la calle Mayor de Donostia. Son de Montpellier, ... ayer pasaron el día en San Juan de Luz y pese a las advertencias de las últimas semanas decidieron mantener sus planes, desafiar los controles y cruzar la frontera para pasar el fin de semana en la capital guipuzcoana. Recorren la Parte Vieja a pleno sol pero sin camuflarse entre aglomeraciones que suelen ser habituales los fines de semana de verano. Algunos bares de la zona lo achacan a que el buen día invita a estar en la playa, pero otros muchos comercios no tienen la más mínima duda de que la cumbre del G-7 es la responsable de que un buen número de ciudadanos franceses haya optado por dejar la visita a tierras guipuzcoanas para otra ocasión más favorable.
Antonio Irigoyen lanza la pregunta entre los camareros del bar en el que trabaja. «¿Habéis notado menos franceses estos días?». La respuesta es unánime. «Muchos menos», matiza uno de ellos. Mientras tanto, en una tienda de ropa de la calle Loiola, una de las más concurridas del Centro de San Sebastián, las tres dependientas aprovechan para doblar correctamente las prendas, pese a que nadie las haya desordenado. Una de las encargadas se llama Marta Sánchez y lo dice claro y directo. «Hemos tenido diez clientes en toda la mañana y un sábado normal solemos rondar los 200».
No dudan lo más mínimo de que es la cumbre de Biarritz y la alerta generada por las intensas retenciones que podrían generarse, al coincidir con la 'operación retorno', lo que ha provocado que el cliente francés que se acerca a pasar el día y a comprar haya decidido quedarse en casa.
La dependienta asevera que «esta calle es buenísima, el viernes y el sábado es cuando más vendemos y de hecho ni siquiera cerramos al mediodía». Pero hoy, subraya, «no entra nadie y estamos venga que ordenar las baldas por pasar el rato. Esta situación nos tiene preocupadas», confiesa. Y no es para menos, porque al margen de que la jornada sin clientes se haga más pesada, se traduce en una caída de la facturación. «Solo el viernes casi alcanzamos los 2.000 euros en pérdidas y esta mañana -por ayer- rondaremos los mil».
No demasiado lejos de la tienda en la que trabaja Marta, se encuentra Naiara Ventoso en una situación similar. «Gírate y mira la tienda. Está vacía. De normal a estas horas y en pleno fin de semana suele estar llena», indica la joven señalando el comercio de productos de cosmética en el que trabaja en el centro de San Sebastián. Al cabo de unos minutos se acercan un par de mujeres, pero vuelven a abandonar el local. «Los franceses han venido mucho menos y eso se traduce en las ventas. Lo hemos notado mucho durante toda la semana, pero ayer y hoy -por el viernes y el sábado- está siendo muy evidente».
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De hecho, apunta la joven dependienta que sus compañeras que trabajan en el mismo comercio que tiene la marca en Txingudi llevan días registrando unas ventas muy inferiores a las esperadas en estas fechas, al haberse notado un descenso «considerable» de cliente galo.
Ni helados ni souvenirs
En una de las tiendas de souvenirs, Marta Maldonado coloca los productos en las estanterías. Al fondo se escucha a varios clientes jóvenes hablando en euskera mientras miran unos pendientes. De extranjeros ni rastro y de franceses, en concreto, menos aún. «Ayer ya se empezó a notar, pero en cuatro horas no ha entrado ni un solo francés y eso es rarísimo», dice sorprendida la joven, que apunta que normalmente atienden a más clientes galos que americanos y «estos días está siendo al revés».
Las heladerías que suelen ser uno de los reclamos de locales y visitantes los días de calor también han vivido con sorpresa las dos últimas jornadas. «Con el buen tiempo dábamos por hecho que íbamos a trabajar bien, pero nada de eso. Desde el viernes se ha notado muchísimo menos francés», asevera la heladera Leire Simón, fundamentalmente en referencia a aquellos visitantes que vienen el día a pasear, hacer unas compras, pero regresan a dormir a sus casas.
Marta Sánchez
Tienda de ropa
«El viernes tuvimos casi 2.000 euros de pérdidas y esta mañana ya llevamos unos 1.000»
Naiara Ventoso
Tienda cosmética
«Los franceses han venido menos y se nota, la tienda está vacía y a estas horas suele estar llena»
Marta Maldonado
Souvenirs
«En cuatro horas no ha entrado ni un solo cliente francés y eso es algo rarísimo en esta tienda»
Leire Simón
Heladería
«Con el buen tiempo dábamos por hecho que íbamos a trabajar bien, pero nada de eso»
Antonio Irigoyen
Bar
«Los camareros dicen sin dudar que estos últimos días se ha notado que hay menos clientes franceses»
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