La Fiscalía alerta del aumento de la gravedad de los delitos en Gipuzkoa
Los fiscales observan que mientras bajan los hurtos, los robos con fuerza y con violencia aumentan de manera «alarmante», dado el riesgo físico que conllevan para la víctima
Al pequeño delincuente parece que le compensa asumir más riesgos con la esperanza de conseguir mayor beneficio haciendo el mal, que cada vez se ... hace más. Y también se causa más daño. Es una de las conclusiones que se desprenden de la actividad de las fiscalías vascas en el último año. Así, mientras los hurtos han caído en Gipuzkoa con respecto al ejercicio anterior –aunque alcanzan el millar, casi tres diarios–, los delitos de robo con fuerza o violencia han aumentado significativamente. Especialmente las entradas de los amigos de lo ajeno en domicilios y locales abiertos al público, que se han más que duplicado en el territorio, al pasar de los 91 por los que los fiscales abrieron diligencias en 2022 a los 215 en los doce meses siguientes. En el caso de los robos con violencia o intimidación, la cifra se disparó el año pasado a los 484, en contraposición a los 286 del curso anterior, lo que supone una subida del 69,23%. Son datos que resultan «verdaderamente alarmantes dado el riesgo que lleva aparejado respecto la integridad de las personas», advierte la Fiscalía de Gipuzkoa en su balance de actividad, que se va a las 17.533 diligencias tras un incremento del 4,1% en un año.
Su alerta llega tras constatar la disminución de delitos penalmente menos castigados como los hurtos, que han pasado de los 1.472 contabilizados en 2022 a los 995 en 2023. Es decir, experimentan un retroceso del 32,40%. No son las únicas tipificaciones que caen en nuestro territorio. También lo hacen las estafas, que descienden un 14,04%, de 1.780 a 1.530, aunque siguen aumentando los cometidos en compras 'online' o los realizados mediante suplantación de identidad. Pero pese a este descenso, son más de cuatro cada día. Y esto sería la cara de la moneda.
La cruz, sin embargo, es comprobar que «delitos de menor envergadura han dado paso a delitos de más gravedad y que provocan mayor alarma social», según concluye la delegación de Gipuzkoa en la memoria de la Fiscalía de la Comunidad Autónoma del País Vasco, que fue publicada ayer y adelantó este periódico.
El modus operandi más frecuente es manipular la cerradura; pero en villas unifamiliares, el escalo
No menos consuela saber que uno de cada tres ladrones violentos es reincidente (34,5%), aunque puede dar una pista sobre cómo tratar de blindarse ante el robo en casa: el modus operandi más extendido es la manipulación de la cerradura, aunque en viviendas unifamiliares el método más frecuente es el escalo.
Además del mayor número de robos con fuerza en casas y establecimientos, también se da un inquietante repunte del 69,2% en los robos con violencia o intimidación, que se disparan de los 286 a los 484. La mayoría de estos sucesos «se producen en la vía pública utilizando violencia física en la mayoría de los casos (60%)», según apunta la delegación de Bizkaia. «Solo en un 9%» de los asaltos en la calle el delincuente iba pertrechado de un arma blanca u objeto punzante, y no se dio ninguna situación en la que interviniera arma de fuego.
En el 60% de casos se usa la violencia física y en un 9% un arma blanca, más presente en ocio nocturno
Cabe recordar que los delitos con armas blancas se han disparado un 40% en Gipuzkoa con 351 infracciones en 2023, de ellas 121 en Donostia. Podría explicarse así el aumento de incidentes saldados con lesiones –se mantienen estables las diligencias por homicidio en todas sus formas, que pasan de 46 a 50–, «sobre todo en el ocio nocturno donde muchos jóvenes suelen portarlas», aunque en el caso de los robos, según la Fiscalía vizcaína, estaría surtiendo efecto «el plan estratégico para eliminación de las armas blancas llevado a cabo por la Ertzaintza». Una Policía vasca que este verano ha instado a sus agentes a no detener a quien únicamente se limite a mostrar un arma blanca, al tratarse de un delito leve.
Violencia contra la mujer
La memoria fiscal también refleja una lacra que sigue al alza: la violencia machista. Dejando al margen el «notable» aumento de las agresiones sexuales –que pasan de 198 a 330–, los «aún más preocupantes» datos referidos a agresiones sexuales a menores de 16 años –de 9 a 84–, y los delitos de 'stalking' o acoso mediante medios tecnológicos, ya avanzados en la edición de ayer; las fiscalías de violencia contra la mujer vienen realizando más diligencias urgentes y previas. Como contrapunto positivo, en los casos en que estas últimas se resuelven de conformidad en el propio servicio de guardia, se logra «una más rápida respuesta a la víctima».
Pero la actividad fiscal es proporcional al drama que supone la violencia de género, que entre 2022 y 2023 ha pasado de registrar 795 calificaciones a 1.643; de 561 sentencias condenatorias, a 1.565 (952 de conformidad). Y de estas, dos tras el fallecimiento de ella, ambos en Bizkaia. En Gipuzkoa (Orio) se lamentó la muerte de una mujer a manos de un varón que, acto seguido, se suicidó.
Aumentan los conductores drogados y ebrios y los que se fugan tras un accidente
Los delitos contra la seguridad vial volvieron a superar el millar de diligencias (1.096) en la Fiscalía de Gipuzkoa, para situarse en el tercer lugar tras aquellos contra el patrimonio (5.061) y los de lesiones (4.783), y por delante de las infracciones contra la libertad (966) y torturas e integridad moral (788). En un año 2023 en el que las carreteras guipuzcoanas registraron 30 víctimas mortales, y donde las estadísticas de Tráfico reflejan una correlación entre los accidentes y el consumo de drogas y/o alcohol, la Fiscalía abrió 567 diligenciaS por conducir bajo la influencia de estas sustancias, un 9,9% más que en 2022 (516). En los tres territorios históricos, esta tipología delictual y también el hecho de ponerse al volante sin contar el permiso o la licencia de conducir concentran la máxima actividad: más del 90% del trabajo fiscal. Por su parte, la Fiscalía General del Estado recoge en su memoria un dato que también se habría observado en Madrid, Málaga, A Coruña y León, además de en Gipuzkoa: «el incremento del delito de abandono del lugar del accidente». Un hecho que ya sucedió en el último siniestro mortal registrado en Gipuzkoa, el atropello de una mujer en Gaintxurizketa.En el caso de Gipuzkoa, la memoria recoge un más que probable «error de registro» en lo concerniente a los delitos por exceso de velocidad, que se dispararían a los 144 (2 en 2022).
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