Una festividad de Arantzazu con doble estreno
El lehendakari Imanol Pradales y el obispo Fernando Prado 'debutaron' este lunes en las celebraciones en honor de la patrona de Gipuzkoa
Arantzazu celebró este lunes su día grande con dos estrenos de calado, el del lehendakari Imanol Pradales y el del obispo Fernando Prado. Esa ... fue la anécdota de los actos en honor a la patrona de Gipuzkoa. Una jornada triste en lo meteorológico y sin demasiado ambiente tampoco en los alrededores de la Basílica.
Al ser laborable en la mayoría de la provincia, no hubo la afluencia de gente de los últimos años. Eso sí la iglesia se llenó de fieles, no solo de Oñati, también de numerosas localidades de Gipuzkoa. Y es que pese a la secularización de la sociedad, la virgen de Aran-tzazu sigue siendo especial para muchos guipuzcoanos que este lunes volvieron a demostrarlo.
La azkoitiarra Amaia confesaba llevar viniendo ininterrumpidamente «al menos los últimos 20 años». Junto a su marido y algunas amigas suele realizar la novena en Arantzazu. «Para nosotros son unas fechas muy especiales que vivimos intensamente» señalaba a las puertas del santuario.
Desde Elduain, las hermanas Julita, Maritxu y Maria Dolores también eran habituales de la festividad. «Es una costumbre que tenemos muy arraigada en la familia y además, ahora el nieto de una de nosotras, Garikoitz, es el organista, así que tenemos más motivos aún para preservar la visita. Luego comeremos estupendamente y para casa» relataban.
Del Goierri, de Beasain y Lazkao, se desplazaron Mª Jesús, Igone e Irune, que siempre reservan el 9 de septiembre en su agenda para acudir a Arantzazu y comer juntas, una tradición que piensan seguir cultivando hasta que la salud diga lo contrario.
Desde Zarautz, Zestoa, Hernani, Donostia, Arrasate... fieles venidos desde distintos puntos de la geografía no faltaron a su cita con la virgen del espino.
Los más madrugadores fueron, nos obstante, el centenar de oñatiarras que revivieron la tradición de los romeros y realizaron los 9 kilómetros de recorrido que separan la parroquia de Oñati y la Basílica andando entre cánticos, silencios y oraciones. La mayoría se reunió a las 8.00 de la mañana en Zapata y pasadas las diez ya estaban desayunando en Arantzazu.
Y si algunos subían en la peregrinación oficial, otros lo hacían a su ritmo a lo largo de la mañana. La mayoría, sin embargo, lo hizo en autobuses especiales organizados para la jornada y en coches particulares.
Amplia presencia institucional
Al filo del mediodía arrancaban los actos protocolarios. El lehendakari, Imanol Pradales; la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria; la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza; el presidente de las Juntas Generales, Xabier Ezeizabarrena; y la alcaldesa de Oñati, Izaro Elorza, presidieron una nutrida representación institucional que compartió el aurresku de honor frente al apostolado de Oteiza antes de la misa mayor, y se separó antes del inicio de la misma. Mientras algunos acudían al templo, otros disfrutaban de la oferta gastronómico-natural, personalizando distintas formas de vivir la fiesta y preservar la tradición.
Y de la clase política precisamente se acordó el obispo Prado en su homilía, pidiéndoles «trabajar por el bien del país, a veces se les olvida que están por y para la gente» señaló.
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