«Las familias y los menores de Aspace somos los que perdemos con la reducción de los días lectivos»
Un centenar de padres y madres de niños con parálisis cerebral denuncian el nuevo calendario de educación especial, que tiene 33 días menos, y la reducción del transporte
Un centenar de familiares, usuarios y acompañantes de Aspace Gipuzkoa se movilizaron ayer en Donostia para denunciar la reducción del servicio de educación especial que ... han sufrido a partir de este curso. Los menores debían haber estado en sus centros de Aspace el primer día de curso. Sin embargo, se encontraron frente a la sede del Departamento vasco de Educación y de la Diputación junto a sus padres y madres, que protestaron por el recorte de días lectivos programados para este curso 25/26, que pasa de 213 a 180.
Con los mensajes 'Aspace eskubide urratzaile, hezkuntza lagun-tzaile' (Aspace transgresor de derechos, Educación cómplice) y 'no a la reducción del servicio de educación especial', pidieron que la «educación especial» de estos menores con parálisis cerebral y otras alteraciones tengan también un «calendario especial».
Ioana Osa, presidenta de la AMPA que han formado familias de Aspace Gipuzkoa y madre de Paul Osa, niño de 12 años usuario en el centro de ElaiEnea, explicaba que «llevamos más de veinte años con 213 días lectivos de servicios de educación especial, fundamental para el desarrollo íntegro de nuestros hijos». Defiende que «así lo avalan la Asociación de Pediatría de Euskadi y la Unidad de Crónicos de Osakidetza». Sin embargo, «a mediados de junio Aspace Gipuzkoa nos comunicó que, como consecuencia de una negociación laboral, el servicio se reducía en 33 días».
«El horizonte es oscuro, ¿quién tiene que garantizar los derechos de nuestros hijos para que sean atendidos con calidad?»
Ioana Osa
Presidenta AMPA Aspace Gipuzkoa y madre de Paul, de 12 años
La portavoz de la movilización amplió que «Educación decidió reducir el servicio de transporte de 213 a 180 días, alegando que nos daban más de lo que nos correspondía». Fue en ese momento cuando, transmite Osa, «Aspace Gipuzkoa, sin consultar a la Junta Directiva y en contra de la voluntad de las familias, que nos habíamos declarado en contra de la reducción por el daño que puede hacer al desarrollo y a la salud de nuestros hijos, pusieron sobre la mesa la reducción, aspecto que no estaba sobre la mesa y que el comité no lo estaba solicitando. Sí que es cierto que era una reivindicación histórica, pero fue la dirección de Aspace Gipuzkoa quien lo puso sobre la mesa. Lo que no puede ser es que las familias y unos niños y niñas salgan perdiendo por un convenio laboral».
Los protestantes dirigieron sus mensajes a Educación; a la Diputación de Gipuzkoa, a quien pidieron que «cubra» lo que no garantiza el Gobierno Vasco; y a Rosa Iglesias, presidenta de Aspace Gipuzkoa. Sobre ella Maiteder Requejo, madre de Aimar Pablos, adolescente de 17 años y usuario en el centro Goienetxe, afirmó que «no nos representa». «La decisión de la reducción se tomó sin un plan B. Dijo que para septiembre íbamos a tener un servicio, pero seguimos sin respuesta a los correos que hemos mandado y a las preguntas que hemos planteado. Esa presidenta no nos representa», zanjó.
Mismo calendario que el resto
Como consecuencia, su curso comenzará hoy después de que el primer día lectivo de los 33 suprimidos fuera el de ayer. El calendario escolar será el mismo que el del resto de centros, con las respectivas vacaciones en navidades y Semana Santa y el fin de curso en junio. «Hasta ahora empezábamos el 1 de septiembre, reanudábamos el servicio el 1 de enero, en Semana Santa teníamos una semana de vacaciones y terminábamos sobre el 25 de julio». Con esta equiparación de días lectivos respecto al resto de centros escolares destacan que «a nuestros hijos les cuesta muchísimo aprender las cosas, es imposible que tengan el mismo calendario escolar, no tienen la misma velocidad de aprendizaje que los demás».
«En julio ha habido familias que han tenido que dejar de trabajar para quedarse con los críos en casa, no tenemos a dónde ir»
Maiteder Requejo
Afectada y madre de Aimar, de 17 años
Con esos 33 días lectivos menos, Osa se pregunta qué van a hacer las familias. «Nosotras como trabajadoras tenemos cada una sus días de vacaciones. Yo tengo 24 al año y mi hijo va a tener tres meses y medio de vacaciones. No tengo ni idea de dónde voy a dejarlo durante tanto tiempo, no hay nadie que le pueda atender. No puedo llevarlo con los aitonas porque son grandes dependientes, personas que hay que movilizar y requieren de unos cuidados específicos. ¿Tengo que dejar de trabajar?», se pregunta con cierta desesperación. «Y además, como bien sabemos, siempre somos las mujeres las que renunciamos a tener una vida, a tener un trabajo, para cuidar a los niños o a los mayores. El horizonte es muy oscuro».
Reducción del transporte
Y a eso se suma el transporte, servicio que también se ha visto reducido. «Lo tenemos becado por Educación para que podamos llevar a nuestros hijos a los centros. Si Educación nos quita la subvención, eso también queda a nuestro cargo y hay familias que no tienen furgoneta u otro medio de transporte», expresa Requejo. «En julio ha habido familias que han tenido que dejar de trabajar para quedarse con los críos o han tenido que llevarlos al trabajo».
En esta situación, con el calendario lectivo ya marcado y el curso iniciado, la incertidumbre inunda las vidas de estas familias que no saben a quién acudir. «No tenemos a dónde ir, no tanto porque Aspace Gipuzkoa no nos da una alternativa, que también, sino porque la Administración no ofrece otra opción para que nuestros hijos con grandes necesidades y discapacidades múltiples sean atendidos con calidad. ¿De quiénes son estos niños? No son de Educación, tampoco de Diputación, porque sus políticas de dependencia están sobre todo dedicadas a mayores, y tampoco de Osakidetza. Todos ellos delegan en Aspace, quien toma una decisión y la administración se lava las manos. ¿Quién tiene que garantizar los derechos de nuestros hijos y de nuestras hijas?».
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