Euskadi pide al Gobierno central que le deje rematar el TAV en Gipuzkoa para acelerar la obra
Los responsables vascos que ejecutan esta obra mantienen como meta la fecha de 2023 para que la línea de alta velocidad esté terminada
Después de años y años de obras, licitaciones y demás procesos burocráticos, la Y vasca en Gipuzkoa alcanza a ver su última parada. El ... ramal de este territorio que ejecuta el Gobierno Vasco está casi terminado a falta de un tramo, y el gabinete vasco pide ya por eso al Ministerio de Fomento que le deje rematar la obra, es decir, colocar la llamada superestructura para llegar a tiempo a 2023, la fecha que Euskadi mantiene como meta para tener listo todo el trazado del tren de alta velocidad. De momento, se han concluido los 57 kilómetros de vía entre Bergara y Hernani. El trazado principal, y continuado, del vial en este territorio. 16 de los 17 tramos indispensables para que el tren circule. Así lo anunció ayer Iñigo Urkullu durante la visita que realizó al tramo entre Antzuola-Ezkio, la primera a unas obras del TAV.
Este trazado, el cuatro que se culmina este año, tiene una longitud total de 6.960 metros, de los cuales 5.437 discurren en subterráneo y constituyen los denominados túneles de Zumarraga. Los trabajos se han dividido en dos tramos consecutivos, el Antzuola-Ezkio/Itsaso (Oeste) de 3.560 metros de longitud y el tramo Antzuola-Ezkio/Itsaso (Este) de 3.386 metros, los cuales se unen en los propios túneles bajo Urretxu. Conectan con el tramo anterior Bergara-Antzuola y el posterior Ezkio/ Itsaso-Ezkio/Itsaso.
Cabe destacar que los túneles de Zumarraga, con sus 5.437 metros (2.524 en el tramo oeste y 2.913 en el este) se caracterizan por ser los más largos del corredor guipuzcoano de la nueva red ferroviaria vasca y unen los municipios de Antzuola y Ezkio/Itsaso. Debido a su gran longitud, el trazado subterráneo se ha materializado mediante un túnel bitubo (dos túneles paralelos), destinados uno para cada sentido de circulación, los cuales se conectan transversalmente mediante doce galerías de emergencia ubicadas con distancias entre ellas inferiores a los 500 metros. De este modo, uno de los túneles servirá como vía de evacuación en el caso de incidencia en alguno de los túneles contiguos.
ETS, al frente
Durante su visita a Antzuola, el lehendakari destacó la importancia de la construcción en plazo, del tramo guipuzcoano, un proyecto clave para el Ejecutivo autonómico. Para ello, Urkullu remarcó la importancia de avanzar en la ejecución de la obra y ofreció para ello «los servicios de ETS» para hacerse cargo de los trabajos de instalación de la superestructura: catenaria, raíles, balasto, electrificación, señales... Es decir, reclamó que se renueve y amplíe el acuerdo entre ambos con el fin de agilizar la llegada del TAV a Euskadi. «Concluida esta fase, ofrecemos al Gobierno español el servicio de Eusko Trenbide Sareak para hacerse cargo de las obras de instalación de la superestructura. Esta decisión supondría ampliar las tareas de la encomienda de gestión», dijo a la entrada del túnel, en un acto que compartió con la consejera del Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, el viceconsejero de Transportes, Antonio Aiz, y el director general de Euskal Trenbide Sarea, Aitor Garitano.
«A través de esta encomienda el Ministerio de Fomento tiene la oportunidad de que se comience ya a instalar la vía y la catenaria en el tramo guipuzcoano» concluido, dijo. «El Gobierno Vasco está preparado para este nuevo acuerdo. Ampliar la encomienda evitaría nuevas demoras en una infraestructura vital para nuestra competitividad y el desarrollo socioeconómico de todo el arco Atlántico europeo», insistió.
Se han completado 16 de los 17 tramos en manos del Gobierno Vasco del trazado en Gipuzkoa
En este sentido, el lehendakari destacó que si el Ministerio de Fomento quisiera, «se podría comenzar ya a instalar la vía y la catenaria en este trazado para evitar nuevas demoras». Un retraso que la ciudadanía «considera incomprensible y que lastra el desarrollo socioeconómico de todas las regiones del arco Atlántico», añadió el lehendakari.
Finalizado el tramo Antzuola-Ezkio queda por completar el último tramo que ejecuta el Gobierno Vasco, el Hernani-Astigarraga, y el acceso a Donostia y la conexión con la frontera que depende de Adif, y que también acumula más de un año de retraso. Eso en el trazado. Además, faltan las dos estaciones de Ezkio y Donostia, ya encarriladas. Urkullu se refirió a estas obras, a las de su competencia, e indicó que «solo queda por completar el último acceso hasta Donostia y la nueva estación, cuya obra se licitará este mismo año».
En cuanto al tramo pendiente hasta llegar a Astigarraga desde Hernani, ya está en fase de licitación después de cuatro años de espera y de rediseño del proyecto. ETS, la gestora ferroviaria vasca, licitó el pasado marzo por 47,3 millones de euros la segunda fase de las obras entre Hernani y Astigarraga, un tramo de 2,1 kilómetros que está previsto que arranque tras el verano y acabe al filo de 2023, sobre la campana para cumplir el exigente plazo que mantienen tanto el Gobierno Vasco como el central para rematar el trazado. Aunque ya se apunta a 2024 para que el tren comience a circular.
Está previsto que sean 41 meses de ejecución, una vez se complete la adjudicación, en los que hay que entroncar la nueva plataforma de alta velocidad con la vía convencional para posibilitar que el TAV entre en San Sebastián. El enlace, además, incluirá una estación donde confluirán las vías rápidas de mercancías y pasajeros, cuyos convoys no tienen previsto hacer parada, con las de Cercanías de Renfe, que suma así una nueva terminal entre Hernani y Martutene para los vecinos de la zona.
En el tramo entre Antzuola y Ezkio, el último finalizado, se encuentran los túneles más largos de la Y vasca
Los detalles técnicos de este tramo que quedó interrumpido y en el que desde 2012 se han invertido ya 86 millones en la primera fase de obra, se centran para esta segunda fase en tres partes. ETS debe culminar la plataforma UIC, la de ancho de alta velocidad, «insertándolo en la línea de ancho ibérico» para hacer posible el paso de los trenes de una a otra una vez salvadas las diferencias de cota que los separan. «En el proyecto de superestructura posterior es cuando se materializará la vía UIC» y la conexión de las dos redes.
Ese conjunto de vías está condicionada técnicamente por «edificaciones, por las alineaciones de los pilares del Segundo Cinturón» y por el río Urumea, que complica también la «curva en S» que el trazado describe a la salida de uno de los viaductos, el llamado Hernani Tramo Central, antes de enfilar hacia la zona de conexión de vías. En total, en esos 2,1 kilómetros se incluye la mencionada plataforma Central y viaductos de aproximación, alguno de los cuáles es visible desde hace años, dado que su construcción quedó a medias.
La ejecución de este tramo será la última del ramal de la Y vasca en Gipuzkoa -sin contar con el futuro enlace directo Astigarraga-Lezo-Oiartzun-. La última en manos vascas para que, una vez adaptada la vía hasta Irun, el tren pueda circular entre las capitales vascas o conectar con la red europea.
Las estaciones de Donostia y Ezkio, licitadas en septiembre
El año 2023 es clave para el Gobierno Vasco a la hora de hablar de la red ferroviaria de alta velocidad. Durante la visita al tramo entre An-tzuola-Ezkio, Arantxa Tapia, consejera del Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras, hizo referencia en varias ocasiones a esa fecha. «En lo que respecta al Gobierno Vasco, se va a cumplir perfectamente». Añadió que ETS está completando sus tareas según lo previsto y dentro de dos años «habremos concluido con éxito los proyectos». Dentro de las tareas pendientes en las infraestructuras de la Y vasca se encuentran las estaciones de San Sebastián y Ezkio. La primera la central de Gipuzkoa, la segunda un apeadero donde pararán algunos convoyes y que servirá además de punto de estacionamiento o apartadero técnico para los trenes, vaya a ser o no este lugar, el punto de conexión de la Y vasca con Navarra, aún por determinar.
La primera, la que recibirá al tren de alta velocidad en la capital guipuzcoana, comenzará a ejecutarse a final de año. Es el plazo que se ha marcado el Gobierno Vasco, también encargado de esta obra que supondrá la remodelación de la actual estación de Atotxa. El proyecto constructivo está finalizado y en manos de Adif, que debe darle el visto bueno definitivo, antes de pasar a la licitación en septiembre, la adjudicación a mediados de otoño y el inicio de las obras, antes de que expire 2020. Ese es el calendario que la propia Tapia anunció hace unas semanas para la única parada que depende, más o menos, de su gabinete y que no es subterránea. El presupuesto estimado ronda los 100 millones de euros, muy inferior al de las entradas proyectadas para Bilbao y Vitoria, ambas bajo tierra.
Por otro lado, la estación que se prevé en Ezkio/Itsaso, y que se licitará el próximo septiembre servirá para el uso de pasajeros en trayectos que incluyan la parada, y para la logística ferroviaria. Además, la estación de Ezkio será un PAET, siglas que en el argot ferroviario designan a un puesto de adelantamiento y estacionamiento de trenes. Es decir, un espacio ferroviario más amplio y extenso donde los convoyes pueden maniobrar o estacionar, además de simplemente circular por una vía doble. Una vez se concluya el estudio constructivo de la infraestructura, se espera que en septiembre se licite y que las obras puedan empezar también a finales o principios del próximo año.
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