Euskadi suma a Euskotren a la rebaja del 50% en el transporte pero los buses deben esperar

La rebaja máxima del 50% en los bonos, tarjetas y títulos de transporte no ocasionales entre el 1 de septiembre y el 31 de diciembre llegará en Euskadi por ahora solo al transporte ferroviario. Ya está decidido que se aplicará en Cercanías Renfe porque depende del Estado, y en Euskotren porque la gestión corresponde al Gobierno Vasco. Para el resto de operadores, que dependen de diputaciones y ayuntamientos, entre ellos los autobuses urbanos e interurbanos de Gipuzkoa que forman parte del sistema Mugi, como Lurraldebus o Dbus entre otros, de momento solo está garantizado el 30% que financiará el Gobierno central, aunque las instituciones vascas proclamaron este jueves su «voluntad política» de «intentar llegar» al 50% asumiendo «en un esfuerzo compartido» esa deducción adicional permitida por el decreto-ley de medidas anticrisis aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez.

Una vez más, el alambicado entramado institucional vasco dificulta tomar decisiones a la primera. A ello se suma la diferente sensibilidad que en este tema han mostrado los socios de Gobierno en las principales instituciones (PNV y PSE) y responsables, como tal, de los grandes operadores de transporte.

En Gipuzkoa, sin ir más lejos, la diputada de Movilidad, la socialista Rafaela Romero, ha expresado abiertamente su disposición a que las administraciones vascas asuman esos 20 puntos adicionales de descuento «para profundizar en la ayuda a los usuarios del transporte público en un momento de encarecimiento de la vida, fomentando de este modo este tipo de movilidad sostenible». El titular de Hacienda, el nacionalista Jokin Perona, se mostraba en cambio mucho más cauto hace unos días en una entrevista a este periódico, en la que se limitaba a señalar que «hay muchas preguntas y pocas respuestas» sobre el alcance último real de la aportación del Estado y el coste real que estos descuentos pueden suponer para las arcas guipuzcoanas.

En este contexto, este jueves se reunió la Autoridad del Transporte de Euskadi, organismo de coordinación en el que están representados el Gobierno Vasco, las diputaciones forales, los ayuntamientos de las tres capitales y la asociación de municipios vascos (Eudel) para tratar la ampliación hasta el 50% de los descuentos en el transporte público.

El resultado del encuentro fue que el Gobierno Vasco asume el sobrecoste que supone ampliar al máximo permitido los descuentos en el operador que gestiona (Euskotren) mientras que al resto se les ha emplazado a estudiar a fondo cuánto supondría en cada caso secundar la medida.

A partir de ahí, cada Diputación valorará en un trabajo conjunto entre los respectivos departamentos de Movilidad y Hacienda, si le es o no conveniente realizar ese esfuerzo suplementario en los operadores de su ámbito. Y en una segunda fase, la Autoridad del Transporte de Euskadi, en coordinación con las haciendas, adoptará una decisión común para tratar de evitar la anomalía que supondría que hubiera descuentos del 50% en unos territorios y del 30% en otros.

En este proceso, vuelven a aparecer las posibles diferencias de criterio entre los socios. Los titulares de Transporte, tanto en el Gobierno Vasco como en las diputaciones de Gipuzkoa, Bizkaia y Álava, son del PSE y partidarios de llegar al 50%, como quedó patente ayer. Pero las haciendas, responsables últimas de facilitar que la medida se lleve a cabo al ser las que controlan los flujos de dinero, están en manos del PNV.

Es por ello que el consejero de Transportes del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola, también defensor de universalizar en todo Euskadi el descuento del 50%, explicó al término del encuentro de la Autoridad del Transporte que el conjunto de las instituciones vascas expresaron su «voluntad política» de «intentar llegar» al 50%, pero sin que se haya podido confirmar que esta rebaja acabará llegando finalmente a operadores como Lurraldebus, Dbus, Bizkaibus, Bilbobus, etc., ya que ahora depende de las negociaciones internas que cada Diputación debe mantener entre los departamentos de Movilidad y Hacienda.

Arriola calculó que el esfuerzo presupuestario de pasar del 30% al 50% de descuento supondría unos 14 millones de euros para el conjunto de las instituciones vascas. En esa cantidad se incluyen los dos millones correspondientes a Euskotren, que corren a cargo exclusivamente del Gobierno Vasco. De los 14 millones totales que dejarían de ingresar el conjunto de operadores, la merma de ingresos en Gipuzkoa sería de 4,3 millones, cuya compensación deberían repartirse entre Gobierno Vasco, Diputación y ayuntamientos.

Y es que Arriola garantizó que el Gobierno Vasco está dispuesto a elevar su esfuerzo económico para ayudar a los operadores provinciales y locales a alcanzar el 50% de rebaja, pero sobre la base de que debe ser un «esfuerzo compartido» en el que cada parte implicada debe aportar su grano de arena.

Más allá del esfuerzo económico, que se podría considerar asumible en un momento de récord histórico de recaudación en Gipuzkoa y Euskadi, el problema al que se enfrentan las haciendas vascas es que aunque el Gobierno central se ha comprometido a asumir el 30% de la rebaja, no hay garantías de que finalmente vaya a alcanzar ese porcentaje. Ello se debe a que, por lo que se ha trasladado hasta ahora, se trata de un paquete de ayudas 200 millones de euros para el conjunto de autonomías que algunos cálculos, tanto en Euskadi como en otras comunidades, ya anticipan que se quedará corto para cubrir todo el transporte regional y local del país.

Una segunda cuestión es que se trata de unos recursos que las instituciones autonómicas y locales tendrán que adelantar antes de recibir la inyección de Madrid, y las disponibilidades actuales no son muy boyantes en unas haciendas que, como la guipuzcoana, ya están adelantando a las gasolineras los descuentos de 20 céntimos por litro en los carburantes.