La Diputación defiende el cierre del Kutxaespacio por la «confianza» que le da la historia de Kutxa en Gipuzkoa
Mendoza se remite en las Juntas Generales a las explicaciones que ofreció el patronato y subraya que la Fundación Kutxa mantendrá su inversión de 20 millones en Obra Social en el territorio
La diputada de Gobernanza de Gipuzkoa y portavoz de la Diputación, Eider Mendoza (PNV), ha mostrado este miércoles su total apoyo al patronato de la Fundación Kutxa tras la decisión de la entidad de cerrar en 2023 el Kutxaespacio de la Ciencia - Eureka! Zientzia Museoa en el parque tecnológico de Miramón y trasladar parte de su actividad a Tabakalera. Mendoza ha apelado a la historia y «compromiso» de Kutxa con Gipuzkoa durante sus más de tres décadas de existencia para expresar su «confianza» en las decisiones que adopta. La entidad «ha acertado en el pasado y estamos convencidos de que lo seguirá haciendo», ha señalado.
Mendoza ha comparecido en las Juntas Generales (el Parlamento provincial) a petición del PP, quien reclamaba al Gobierno foral, como miembro del patronato, más explicaciones en torno al cierre de esta instalación y al plan estratégico de Kutxa hasta 2030 en el que se sustenta la decisión. La solicitud estaba dirigida al diputado general, Markel Olano, quien ha delegado en la diputada portavoz.
Mendoza no ha aportado más información que la que ya ofreció en su día la propia Kutxa. Esto es, que el cierre del Kutxaespacio, así como del Ekogunea en Hernani y las colonias de Arotz Enea, se enmarca en un «proceso de transformación en profundidad y cambio de modelo de la entidad y su relación con la sociedad, para seguir contribuyendo al progreso de Gipuzkoa de una forma adaptada a los nuevos tiempos».
Mendoza ha subrayado en este sentido que la intención de la Fundación Kutxa es «reformular su actividad y centralizarla en Tabakalera», y que ello redundará en una actividad que, en el plano educativo, estará «más actualizada a los tiempos, digital y vanguardista». Ha puntualizado que «la inversión de Kutxa en Obra Social no se verá mermada, ya que se mantiene en 20 millones de euros», así como que persiste el compromiso de revertir en la sociedad «todos sus ingresos» obtenidos por su condición de accionista de Kutxabank.
Críticas de la oposición
La comparecencia no ha convencido a la oposición, que ha coincidido en recordar que el cierre del Kutxaespacio se suma a la integración en Osakidetza de Onkologikoa (el otrora buque insignia de la Obra Social de Kutxa) y en alertar de lo que interpretan como una menor presencia de la Obra Social de Kutxa en el territorio.
El portavoz del PP, Juan Carlos Cano, ha lamentado que tras la intervención de Mendoza sabe la operación «lo mismo que antes; es decir, solo que Kutxaespacio se cierra en 2023 y se traslada una parte de su actividad al cajón de sastre en que se ha convertido Tabakalera». En este sentido, ha resaltado que «difícilmente tendrán cabida allí instalaciones como el planetario o el observatorio astronómico». Cano ha recordado que el Kutxaespacio es, con cerca de 190.000 visitantes en 2019 (antes de la pandemia) el segundo lugar más visitado de Gipuzkoa tras el Aquarium, con el añadido del «valor que tiene desde el punto de vista educativo y de promoción de vocaciones científicas».
Ha concluido mostrando su confianza en que tras esta decisión «no haya un negocio urbanístico a cuenta del dinero de los guipuzcoanos», recordando que el resto de grupos políticos representados en Gipuzkoa forman parte del Patronato de Kutxa. Ese organismo está compuesto por 5 representantes del PNV, 4 de EH Bildu, 2 del PSE, y 1 de Elkarrekin Podemos, así como un representante de la Diputación de Gipuzkoa, otro del Ayuntamiento de San Sebastián y otro de los trabajadores.
El portavoz de EH Bildu Juan Karlos Izagirre, ha explicado que su grupo apoyó en el Patronato «el plan estratégico, que habla de sostenibilidad, cultura, educación, pensamiento crítico, acción colectiva, y otros conceptos con los que estamos de acuerdo». Pero ha matizado que discrepan de esta medida, y ha pedido a la Fundación Kutxa que elabore «un plan de gestión para llevar a cabo ese plan estratégico». Izagirre también ha aireado las sospechas en torno a una operación urbanística y ha pedido a la Diputación que «presione» para que los suelos que queden liberados tras el cierre de las instalaciones «se sigan destinando a actividades culturales, divulgativas o, en todo caso, se les den un uso público y social».
Desde Elkarrekin Podemos, Mariví Eizaguirre, ha pedido que «se hagan todos los esfuerzos para mantener el Kutxaespacio en su ubicación actual porque el traslado a Tabakalera lo hará más incómodo y supone llevarlo a una instalación acomplejada que nació con otros objetivos». Como el resto de la oposición, pidió que la operación «no acabe siendo una maniobra especulativa».
Los partidos que sustentan el Gobierno foral, PNV y PSE, han apelado, como Mendoza, a la confianza en Kutxa. La socialista Susana García-Chueca ha subrayado que «entendemos que el plan ha sido debatido en el seno de la Fundación y que las decisiones tienen como objetivo asegurar la sostenibilidad y mantenimiento de la Obra Social. Lo que nos toca es estar vigilantes para que Kutxa mantenga sus compromisos con Gipuzkoa». También ha recordado que con el traslado a Tabakalera «ningún trabajador va a perder su empleo».
Desde el PNV, Saioa Bandrés ha mostrado su consternación por que «algunos parecen más preocupados por el futuro de los terrenos y las infraestructuras que por lo realmente importante, la función social de Kutxa, que se mantiene». La portavoz jeltzale ha negado la mayor asegurando que «no es un cierre, sino un traslado de actividad».
