La defensa presenta testigos para que Ibar no sea condenado a muerte
Ayer se celebró en Florida una vista preliminar preparatoria para las sesiones que empezarán a partir del próximo día 15
Cuatro meses después de ser declarado culpable de tres asesinatos, Pablo Ibar volvió ayer a la misma sala de los juzgados de Broward County ... en la que el pasado 19 de enero escuchó el demoledor veredicto. Lo hizo para asistir a la vista preparatoria de las sesiones que comenzarán el próximo día 15 y que servirán para que el jurado popular decida si le impone la cadena perpetua, que espera la defensa, o le sentencia a muerte, como reclama la Fiscalía.
Con la sesión de ayer comienza otra etapa en la larga carrera por la supervivencia que desde hace veinticinco años mantiene Ibar, desde que en 1997 fue detenido bajo la acusación de haber asaltado un chalet de la localidad de Miramar, próxima a Miami, y asesinar al empresario de clubes nocturnos Casimir Sucharsky y a las modelos Marie Rogers y Sharon Anderson. Los tres fueron tiroteados a manos de dos encapuchados, delitos que Ibar ha rechazado haber cometido.
La vista de ayer, según detallan fuentes de la Asociación Contra la Pena de Muerte Pablo Ibar, fue un mero trámite y en la misma, las partes efectuaron una inicial propuesta de los testigos que dentro de dos semanas serán interrogados. La mayor parte de los presentados por los abogados son familiares de Pablo. Todos expondrán que el acusado no es merecedor de la pena de muerte.
Sesión previa
No obstante, con anterioridad al día 15, tendrá lugar una conferencia de seguimiento. En la misma se concretarán las personas que testificarán tanto a favor como en contra. Ayer, Ibar estuvo asistido por los cuatro abogados que le han representado en este último juicio. A la cabeza del equipo se encontraba Benjamin Waxman, quien había conseguido nada menos que el Tribunal Supremo de Florida anulase la pena de muerte y ordenase repetir el juicio.
En esta nueva etapa, el jurado ha de pronunciarse exclusivamente sobre la pena. Es decir, debe determinar si se inclina por la pena capital o la cadena perpetua.
Durante las sesiones, los miembros del tribunal popular, al igual que sucedió durante el juicio, se mantendrán aislados y solo podrán regresar a sus domicilios en cuanto hayan alcanzado una opinión unánime. El tribunal quedará conformado por doce miembros, los mismos que ya le declararon culpable, salvo uno que fue apartado después de que se mostrarse arrepentido con el veredicto que emitió y denunciase haber sido objeto de presiones por parte de los restantes integrantes.
La mayor parte de las personas que los abogados proponen son familiares del propio acusado
La Fiscalía pide la pena de muerte y los abogados del acusado, la cadena perpetua
Sea cual fuere la decisión del jurado, la última palabra la tiene el juez. En caso de que el fallo fuese de muerte, el magistrado tiene la potestad de modificar la pena y rebajarla a cadena perpetua. Ahora bien, si el jurado optara por prisión permanente, no puede cambiar esta resolución por la de pena capital. La condena a muerte solo la puede determinar el jurado y ha de ser por unanimidad.
El recorrido judicial, sin embargo, no termina aquí. Quedan por delante las apelaciones. Si los miembros del tribunal se pronuncian a favor de la pena de muerte, cabe la posibilidad de interponer recurso ante el Tribunal Supremo de Florida. Si por el contrario es sentenciado a perpetua, la defensa deberá apelar ante el Tribunal del Circuito correspondiente de Florida.
La resolución a los recursos que se planteen no llegará antes de cinco años, según fuentes jurídicas consultadas. En el supuesto de que se produjese un fallo de pena de muerte, Ibar deberá retornar al corredor de la muerte.
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