La defensa alega que el acusado padece un trastorno mental
Seis mujeres y tres hombres conforman el jurado popular por el caso de allanamiento de morada a su expareja, sobre la que tenía una orden de alejamiento
Seis mujeres y tres hombres, además de otros dos varones suplentes, conforman el jurado popular que juzgara al hombre que ya fue condenado por el ... caso de 'la casa de los horrores' de Donostia, y que se enfrenta a un nuevo juicio por allanamiento de morada, por entrar en casa de su expareja cuando tenía vigente una orden de alejamiento. La Fiscalía pide tres años de cárcel por allanamiento y coacciones, mientras que la acusación particular solicita 4 años de prisión, al añadir el delito de quebrantamiento de condena. Por su parte, la defensa alega que el hombre padece un trastorno mental de ideas delirantes que afecta a su «concepción de la realidad».
Este hombre ha sido recientemente condenado a 10 años y 8 meses de prisión por maltratar a su mujer y por administración desleal continuada, ya que se considera probado que dilapidó su patrimonio con un perjuicio económico de más de 400.000 euros. Por esos hechos, en 2020 el Juzgado de Violencia de la Mujer de Donostia impuso una orden de alejamiento que impedía al varón acercarse a la que había sido su mujer a menos de 100 metros o comunicarse con ella.
Tras lo conformación del tribunal popular el juicio ha comenzado con la lectura de los escritos provisionales de las partes. La Fiscalía y la acusación particular sostienen que a pesar de estar vigente la mencionada orden, el 9 de agosto de 2021 varón accedió a la casa de la mujer en Donostia por el balcón, «sin su consentimiento» y a pesar de que la mujer «le dijo en varias ocasiones que se marchara».
Una vez dentro ella intentó llamar a la Ertzaintza, «pero él le agarró de la mano para impedirlo», ha señalado la fiscal, lo cual considera un delito de coacciones. No obstante la mujer logró pulsar «un botón de emergencia sanitaria que tenía bajo la mesilla de noche y el varón huyó».
Por su parte la defensa ha señalado que en este caso «no se va a debatir lo ocurrido, sino en qué estado estaba» el acusado, que presenta «un trastorno delirante persistente» por el que tiene «una configuración de la realidad bastante distorsionada», y que este juicio ya tuvo que ser suspendido el año pasado «porque no se encontraba en condiciones de declarar». En este sentido ha presentado una prueba documental respecto al grado de discapacidad que presenta emitido por la Diputación de Gipuzkoa, que ha sido admitido por el tribunal.
El juicio continuará mañana con la declaración del acusado, de la víctima, y de los dos agentes de la Ertzaintza que acudieron al domicilio tras recibir la alerta del dispositivo de emergencia.
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