El cumpleaños en la sidrería acabó en tragedia
Loren Iturriza e Iñaki Lezeta eran muy conocidos y queridos en Hernani, y Amaia, una vitoriana unida al grupo
JUAN F. MANJARRÉS
Hernani.
Lunes, 9 de marzo 2020, 06:34
Una fiesta de cumpleaños en una sidrería acabó en tragedia. Se celebraba el sesenta aniversario de uno de los comensales y, como sucede ... muchas veces en la zona de Hernani, la cuadrilla decidió hacerlo en una sagardotegi. Se eligió la de Iparragirre, una de las muchas que existen en el barrio Osinaga, en el camino conocido como el de las sidrerías.
La fiesta acabó en drama cuando el coche en el que regresaban cinco de los amigos del grupo cayó al río Urumea. Tres de ellos quedaron en el interior del vehículo y fallecieron: el vecino de Hernani Loren Iturriza, de 57 años; el de Zarautz pero natural de Hernani, Iñaki Lezeta, de 58 años; y la vitoriana Amaia, de 59. Junto a ellos marchaban también dos personas que lograron salir del vehículo: Jabier Clemente, gasteiztarra de 59 años y pareja de Amaia, y Txomin Peña, de la misma edad, residente en Donostia aunque natural de Hernani.
Nada hacía presagiar el fatal desenlace. Una cuadrilla de Hernani, 23 personas de entre 50 y 60 años, pudieron disfrutar de una cena «en la que lo pasamos muy bien, como siempre». Llegó la hora de salir de la sidrería y lo hicieron en distintos coches por un camino rural, junto al río, que durante el día es muy utilizado por paseantes. En un punto del camino, entre la sidrería Altzueta y el caserío Loidi, sucedió la tragedia.
La cuadrilla de amigos siguió durante todo el día las labores de búsqueda del coche junto al Urumea
Vecinos de la zona de Osinaga se quejan de la falta de protección en un punto que es «muy peligroso» junto al río
En un tramo estrecho, como todo el que transcurre por la zona, se cruzaron dos vehículos. Los conductores tuvieron que maniobrar en el punto más complicado, ya que uno de los lados cae hacia el Urumea. Las fuertes lluvias de estos días también pusieron, por desgracia, algo de su parte. El terreno estaba muy húmedo, con barro, era fácil que una rueda resbalara. Todos estos condicionantes llevaron al vehículo a caer por un terraplén hacia el río, que a unos cinco metros más abajo traía mucha agua. Solo las dos personas que marchaban sentadas junto a las puertas traseras lograron salir. El resto no.
Una gran cuadrilla
El accidente golpeó de lleno a una cuadrilla especialmente conocida en Hernani. Todos sus integrantes, hombres y mujeres, son personas que han mantenido una vinculación muy importante con el municipio guipuzcoano. Las tres personas fallecidas pertenecían a esa misma cuadrilla, aunque la mujer, Amaia, de 59 años y con dos hijos, residía en Vitoria. Las otras dos víctimas sí que eran naturales o residían en Hernani. Loren Iturriza, de 57 años y sin hijos, trabajaba en el sector del ocio y tiempo libre para jóvenes, por lo que era muy conocido entre personas de distintas edades en la localidad. Era un gran aficionado a la pesca, en apenas quince días iba a ingresar en la sociedad de caza y pesca Txantxangorri de Hernani, entidad que desarrolla una larga lista de actividades en la localidad.
Iñaki Lezeta, conocido por sus cercanos como 'Bote', de 58 años, no residía desde hacía tiempo en Hernani, sino en Zarautz. «Él solía comentar que ya era tan de Hernani como de Zarautz», recuerdan sus amigos. Con 58 años y sin hijos aunque casado, cursó sus estudios en la ikastola Urumea de Hernani y era funcionario del Gobierno Vasco. Un enamorado del monte, era muy habitual encontrarlo en cualquier cima de las muchas por las que transitaba por Gipuzkoa.
La jornada de de este domingo fue «muy dura» en Hernani. Estuvo marcada por las primeras informaciones y la incertidumbre de la búsqueda del vehículo que presumiblemente albergaba los cuerpos sin vida. Los rumores sobre identidades y parentescos se hicieron dueños de la mañana dominical hasta que finalmente trascendieron los nombres de los accidentados.
Dos de los amigos de la cuadrilla que disfrutó de la cena en la sidrería hernaniarra no podían contener a primera de la tarde de las lágrimas. «No te puedes imaginar lo que es esto. Somos una cuadrilla que estamos juntos desde siempre y hemos celebrado infinidad de acontecimientos todos unidos... Había sido una cena preciosa, tenemos la foto de esta última celebración y pensar que ya faltan tres es durísimo». Dejaron claro que el accidente no estuvo en ningún momento vinculado a ir demasiado rápido, porque «estaban prácticamente parados», ni tampoco por el hecho de que habían bebido en exceso. «Ha sido una auténtica fatalidad», insistían.
Agradecimiento a Loidi
Al regresar al centro del municipio en distintos coches, algunos de los amigos se enteraron de lo que había pasado en los establecimientos de ocio del casco urbano mientras apuraban las últimas horas del sábado. «Acudimos de inmediato a ver qué pasaba. Ha sido una noche muy dura. Allí hemos seguido las labores de búsqueda. Queremos agradecer al caserío cercano de Loidi, cuyos residentes han pasado toda la noche en vela dándonos cobijo, ropa, café, caldo... Solo podemos tener palabras de agradecimiento hacia ellos».
El mes de marzo es de los más intensos en lo que al mundo de la sidrería hace referencia. Son muchos los que se acercan a las mismas. El sábado por la noche, en Iparragirre coincidieron muchos usuarios, algunos de ellos de Hernani y casi todos conocidos. Una hernaniarra que compartió el tránsito a las kupelas con el grupo de amigos afectado no salía de su consternación tras conocer la noticia. «La verdad es que hubo un gran ambiente, con la gente pasándolo muy bien. Es una cuadrilla muy conocida y se les veía disfrutar. Además, es gente ya madura que para nada iban pasados en cuanto al consumo de sidra».
Una vecina de la zona de Osinaga no dejaba de remarcar su dolor. «Estoy pasada. Encima es gente muy conocida y muy querida en el pueblo. La verdad que no acabamos de asimilarlo». Lo que sí tiene claro es la peligrosidad del punto en el que tuvo lugar el suceso. «Las personas que vivimos aquí lo decimos muchas veces. Desconocemos cuál es la razón de que en ese tramo en concreto no tengan puesta una barrera para que nadie pueda caer al río. Es muy peligroso circular por allí».
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