Confinados en un hotel de Malta
Medio centenar de menores que fueron a estudiar inglés a la isla, entre ellos un donostiarra, se encuentran aislados y piden la «repatriación inmediata»
mikel calvo
Jueves, 22 de julio 2021, 06:54
El curso estival de inglés en el corazón del Mar Mediterráneo prometía para decenas de estudiantes una enseñanza lúdica con vistas a las cristalinas playas ... del archipiélago de Malta. Pero lejos de eso, Paúl Fernández, un donostiarra que ha cruzado los más de 1.500 kilómetros que separan su ciudad de la capital maltesa, La Valeta, ha tenido que conformarse con los 15 metros cuadrados de su habitación del Hotel Bellavista en la Bahía de San Pablo, al norte de la isla. Junto a él, otros 23 menores de edad de diferentes ciudades permanecen confinados en una situación «de desamparo total y deficiente calidad de vida», según denuncian sus familiares.
El 12 de julio, un joven que también participaba en estos cursos de verano dio positivo en covid-19. Acto seguido. los síntomas comenzaron a brotar entre los menores del hotel y se decidió realizar un cribado masivo. El resultado, 24 chavales positivos en coronavirus. Sus padres y madres achacan la falta de información y las malas condiciones que ofrece el hotel. En una misiva dirigida al Defensor del Pueblo español, las familias de estos jóvenes, que se han organizado a través de un grupo de WhatsApp, han solicitado «la repatriación de todos los menores en aislamiento que continúan en Malta a la mayor brevedad posible» y han requerido un mayor compromiso del Ministerio de Exteriores y de Sanidad del Gobierno de España. «El hotel no está prestando servicios adecuados, de lo que ya es conocedora la Embajada española en Malta. Ningún médico ha visto a los menores cuando han estado enfermos. No les cambian la ropa de cama ni las toallas, la alimentación es muy deficiente, a las habitaciones les falta espacio, algunas con mala ventilación y la información del gobierno maltés es nula», arguyeron los familiares.
Cuando los menores de edad llevaban ya seis días de encierro, el Gobierno maltés en colaboración con el español confirmó a los padres que fletaría un avión de repatriación tanto para los positivos como para los negativos. Horas más tarde, la Embajada española comunicó que «de momento» solo saldría el vuelo para los negativos, sin especificar si habría vuelo para los positivos o no. «Estamos en una completa indefensión, no conseguimos traccionar un plan para que haya un proceso de repatriación de los críos medianamente estable», asiente Francisco Fernández, el padre de Paúl. Y añade que, a día de hoy, no sabe «cuándo podrá volver. Por fechas, volvería el 27 pero no tenemos ninguna confirmación», resuelve preocupado. La Embajada española, que retornó a los otros 60 chavales negativos en covid, aseguró en su cuenta de Twitter que «siguen activados y pendientes de la situación de los que quedan».
Jimena Guijarro, otra menor de edad confinada en el Hotel Bellavista, señala, en contraposición con lo dictado por la representación española en Malta, que no están «en una buena situación» porque no reciben ayuda «ni por parte de las autoridades maltesas, ni por parte de la Embajada española». La joven se queja de que no han tenido acceso «ni a ibuprofenos» y afirma que la atención por parte del alojamiento ha sido «nefasta». «Cada vez estamos peor anímicamente porque no sabemos si vamos a volver el 27 o si nos van a hacer otra PCR o no». Y continúa: «Ya nos llevan varias veces diciendo que nos vamos a ir pero nos hacen falsas ilusiones. Parece que no se preocupan de nosotros».
Una comida al día
La joven, natural de Zaragoza, explica que el hotel solo se ocupa de una comida al día para cada chaval confinado. «Un bocadillo», aclara Guijarro, «unas patatas de 25 gramos y hay veces que nos dan una pieza de fruta. No todos los días». Ante la insuficiente dieta que ofrece el alojamiento, los monitores se están dedicando a pedir y recoger comida a domicilio, además de mantener el contacto con la Embajada y el Gobierno maltés, de interesarse por la salud de los jóvenes y de comprar «de su bolsillo», enfatiza la menor, ibuprofenos y paracetamoles. Y también se encargan de sacar la basura, añade. Pese a elogiar el trabajo que están realizando los tres monitores, Guijarro lamenta que ya «no dan abasto».
Según los protocolos del Ministerio de Sanidad de España, estos jóvenes hoy habrían cumplido con los 10 días de encierro que exige el Gobierno español tras el positivo en covid-19. Malta, en cambio, les ha impuesto 15 días de confinamiento por lo que tendrán que esperar hasta el día 27 para salir.
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