Condenado a 6 años y medio de cárcel por el intento de asesinato de un joven en San Sebastián

Aquel día, sobre las 7.00 horas, una pareja de jóvenes se dirigía a la estación de tren de Renfe de San Sebastián tras una noche de fiesta durante la Semana Grande cuando, a su paso por la zona de Reyes Católicos, se cruzaron con un grupo de personas, que, según los perjudicados, «se nos quedaron mirando de manera no muy cómoda, como asquerosa». En ese momento el hombre les preguntó '¿Qué miráis?', tras lo cual uno de los chicos que estaba en ese grupo se dirigió a él y comenzó a propinarle puñetazos y patadas. En un momento dado la amiga del hombre que estaba siendo apaleado intentó mediar, pero recibió un puñetazo en la cara.

La víctima intentó zafarse sin éxito, y de repente, el acusado sacó una navaja de 55 milímetros de longitud y comenzó a asestarle navajazos, dos en la espalda y tres en el costado izquierdo, llegando uno de ellos a perforar el pulmón. La llegada de una patrulla de la Guardia Municipal de Donostia impidió que la agresión continuase. En comisaría llamó a su hermana y le dijo: «He pinchado a un jambo cuatro veces».

Durante el juicio, que se celebró el pasado mes de febrero, el acusado pidió perdón a la pareja y declaró que aquel día «estaba en una nebulosa», por lo que no recordaba lo sucedido, ya que había consumido múltiples tóxicos, como MDMA, cocaína, ketamina y alcohol. Asimismo, manifestó que tenía intención de reparar todo el daño causado.

Finalmente, la sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico, le condena a 6 años y medio de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa porque considera probado que «el acusado acuchilló a la víctima con ánimo de matarle», ya que, pese a ser consciente de que su «conducta conllevaba una alta probabilidad de matar, le dio cinco navajazos». Asimismo prohíbe acercarse a la víctima a menos de 200 metros durante un periodo de 12 años y medio.

El tribunal aplica dos atenuantes. Por un lado, la ordinaria de reparación del daño, ya que antes del juicio el acusado fue depositando cantidades económicas, que sumaban 13.000 euros, en concepto de indemnización a la víctimas. Esa responsabilidad civil se ha cifrado en 17.000 euros, que el ya condenado deberá terminar de abonar. Por otro lado también estima la atenuante de alteración mental por consumo de drogas y alcohol, ya que considera que el acusado cometió los hechos teniendo una limitación leve de sus facultades intelectivas y volitivas, causado por un trastorno psicótico agravado por el consumo de alcohol y drogas.

Además, le condena por un delito leve de lesiones aquella mañana por el puñetazo propinado a la joven a una multa de 60 euros y deberá indemnizarla con 350 euros.