«Los comentarios inoportunos solo echan más culpa a la pareja»
El denominador común que presentan las parejas que acuden a las consultas de reproducción asistida es el miedo al diagnóstico, «más aún en el ... caso de los hombres, que muchos lo asocian a su masculinidad», indica la doctora Elisa Pérez Larrea, codirectora médica de IVF Donostia. Pero sobre todo, el mayor temor es a si lograrán tener un hijo. «Las parejas que vienen tienen mucha esperanza puesta en unos tratamientos, que además de no ser baratos, no tienen unas garantías totales. Las técnicas han mejorado mucho, pero no pueden garantizar completamente que una determinada pareja vaya a tener un hijo».
La doctora aclara que la falta de empatía social y comentarios como «'relájate', 'Fulanito se fue de vacaciones y se quedó' o 'conozco a una que se hizo una in vitro y con el segundo se quedó natural', solo se añade más culpa a la pareja. Como si estuvieran haciendo algo mal. Tiene que haber niveles de estrés muy elevados para que haya una afección real a la implantación», aclara.
El perfil de los pacientes que trata normalmente se corresponde con parejas en las que las mujeres superan los 39 años (Osakidetza solo cubre hasta los 40 años) y que acuden con información errónea. «Nos bombardean con que tal famosa se quedó embarazada a los 48 años, como si se hubiera quedado de forma natural, lo que no se dice es cuántos tratamientos se ha tenido que hacer, si ha sido con ovodonación...», censura.
En este sentido, recomienda que en parejas sin afecciones conocidas «pasados los seis meses con relaciones habituales, si no se logra un embarazo, conviene hacer un estudio general de reserva de óvulos o un seminograma para descartar problemas importantes» y, pasado el año, «se debería consultar nuevamente».
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