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Presentación de la memoria de actividad de 2019 de Cáritas. USOZ

La demanda de ayudas a Cáritas Gipuzkoa se estabiliza tras atender a 3.500 personas durante la pandemia

Familias, sobre todo mujeres solas con hijos, personas que no han recibido el dinero del SEPE o que no acceden a la RGI, principales rostros de la crisis del Covid-19

Arantxa Aldaz

San Sebastián

Miércoles, 10 de junio 2020, 12:15

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La «avalancha» de peticiones de ayuda recibida en Cáritas Gipuzkoa durante el estado de alarma por la pandemia de coronavirus se ha estabilizado, después de atender a 1.500 hogares en este tiempo, que se corresponden con un total de 3.500 personas beneficiarias. Los responsables de la organización social de la Iglesia han hecho un balance del impacto de la crisis del Covid-19, que se ha traducido en un incremento de atenciones desde el estado de alarma, de las cuales el 37% eran personas queno eran usuarias de los programas de Cáritas.

Con la desescalada, han apuntado, la demanda ha entrado en una fase de «valle» y «parte de esas situaciones se están empezando a recuperar con el regreso de la actividad económica», ha reflejado José Emilio Lafuente, secretario general de Cáritas Gipuzkoa, que ha estado acompañado en la rueda de prensa por José Ramón Aramendi, director de la entidad en el territorio; Kontxi Elespe, adminstradora, y Xabier Andonegi, párroco y vicario de la Diócesis de San Sebastián.

En la convocatoria se ha presentado la memoria de actividad de 2019, un año en el que la entidad atendió en Gipuzkoa a 8.461 familias, con 16.531 personas beneficiarias. En Euskadi, 27.806 hogares tuvieron que recurrir a la ayuda de Cáritas. Sin embargo, el balance ha quedado ensombrecido por el impacto de la crisis del coronavirus.

En cifras, desde el 14 de marzo hasta mediados de mayo, 1.500 personas acudieron a Cáritas para pedir ayuda, de las cuales el 37% eran demanda nueva. La ayuda prestada benefició a un total de 3.500 personas en total. Familias, sobre todo compuestas por mujeres solas con hijos a cargo, componen uno de los principales «rostros de la crisis», han descrito desde Cáritas Gipuzkoa.

También han necesitado ayuda empleadas del servicio doméstico, que vieron interrumpida su actividad con el estado de alarma; familias sin ahorros «que ante el colapso del SEPE han tenido que solicitar apoyo a Cáritas». Asimismo, otro de los perfiles, aunque menor en número, ha sido el de las mujeres que se dedican a la prostitución.

La entidad además ha dado ayudas a las personas que no acceden al sistema de protección social vasco, principalmente a la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) por no cumplir los requisitos, sobre todo, por no cumplir el tiempo mínimo de tres años de empadronamiento.

Otro de los colectivos «más vulnerables», según ha descrito Lafuente, es el de las personas sin hogar, que han estado confinadas en albergues y polideportivos habilitados y para los cuales ahora se lanza un programa de acogida residencial, en el que intervienen el Gobierno Vasco, los ayuntamientos, diputaciones y entidades sociales.

Preocupación por el desenlance de los ERTEs

Desde Cáritas Gipuzkoa detectan varios retos de futuro. Así, han reclamado «refozar el sistema de protección público», para asegurar los bienes básicos, como la salud, la educación o la vivienda, «en muchos casos flexibilizando requisitos administrativos de acceso» a las familias con mayores dificultades. También ven necesario reforzar las redes comunitarias y los valores humanos.

Una de las máximas «preocupaciones» es el futuro de los trabajadores en ERTE, ha admitido Lafuente. «La preocupación está en qué va a pasar con esos ERTEs, en qué condiciones va a quedar el empleo, si lo van a perder...».

La crisis, han dicho, también ha revelado «aspectos positivos», como ha sido «el esfuerzo social» desplegado desde las entidades sociales, desde la propia Administración pública, de la que han destacado la colaboración, así como la implicación de ciudadanos y voluntarios.

Andonegi ha reflejado que la crisis por la pandemia también ha despertado una ola de solidaridad. Solo en Gipuzkoa, un centenar de nuevos voluntarios se han prestado a colaborar en los diferentes programas y centros (Hotzaldi, Aterpe...) y se han logrado 220 nuevos socios que colaboran de manera económica.

«Nos necesitamos más que nunca para salir de esta crisis», ha concluido José Ramón Aramendi que ha recordado el lema de Cáritas: «Ayúdanos a ayudar».

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