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Los servicios de emergencia han encontrado este miércoles el cuerpo sin vida de Marcos Elgorriaga, hondarribiarra de 59 años, que permanecía desaparecido desde este pasado ... martes en el monte Saioa, en Baztan. El hombre salió de su casa por la mañana con destino a Ventaquemada, punto desde el que pretendía ascender hasta la cima del Saioa (1.418 metros). Los servicios de emergencia han localizado el cadáver en torno a las 10.30 horas en las inmediaciones de la cima del monte Saioa. El cuerpo será trasladado al Instituto Navarro de Medicina Legal, donde le será practicada la autopsia. Efectivos de la Policía Foral instruyen las diligencias del siniestro.
El fallecido, Marcos Elgorriaga, era un montañero con mucha experiencia y socio desde hacía años de Irungo Mendizaleak. En la actualidad residía en Hondarribia, pero había nacido en Irun. Era muy conocido en la comarca del Bidasoa.
El montañero llamó sobre las 18.29 horas a SOS Navarra y al no tenerse más noticias sobre él se activó el dispositivo de búsqueda. El operativo, dirigido por el servicio de bomberos, se organizó en cuatro grupos que buscaron por tierra al hombre en la zona del monte Saioa. La falta de luz no permitió el uso de medios aéreos y dificultó las labores del operativo, que localizó a las 20.22 horas el coche del montañero, en la zona de Venta Quemada. Posteriormente, se localizó su teléfono móvil, en torno a las 23.30 horas. Las labores de búsqueda continuaron, sin resultados, durante la noche.
La mañana de este miércoles, tras el relevo de los operativos, se han añadido a los medios movilizados el martes el helicóptero de rescate del Gobierno de Navarra, efectivos de la Guardia Civil, los perros especializados en la búsqueda de personas del Grupo de Guías Caninos de la Policía Foral y los voluntarios del Grupo del Perro de Salvamento de Navarra.
El equipo de búsqueda ha estado conformado también por efectivos de bomberos del parque de Oronoz, Burguete, Cordovilla, el Grupo de Rescate Técnico, un helicóptero, guardas forestales navarros y agentes de la Policía Foral.
Las labores de búsqueda se han visto dificultadas por la orografía y las condiciones meteorológicas invernales en la zona.
El monte Saioa es la cumbre más alta del valle de Baztan, con 1.418 metros de altitud. Es una de las montañas más emblemáticas del valle junto al Autza (1306 m). Es considerado uno de los imprescindibles de Navarra. Impresiona con sus magníficas vistas y es muy visitado por los montañeros guipuzocanos.
Los días sin excesiva bruma la vista alcanza a distinguir Larun o las playas de Aquitania, incluso la Duna de Pilat, que ostenta el título de ser la más alta del continente europeo. En el otro extremo, al Sur, aparece la Higa de Monreal, la peña de Izaga, hasta el Moncayo, referencia visual en la Ribera de Navarra aunque el monte se encuentre entre Soria y Zaragoza. Al Este, los Pirineos, con Ani o la Mesa de los Tres Reyes (el pico más alto de Euskal Herria), entre otros muchos. Continuando con el recorrido en círculo, al Oeste se puede identificar hasta Anboto.
Con este fallecimiento son doce los montañeros guipuzcoanos muertos desde 2020. Los últimos fueron dos jóvenes de Usurbil y Oiartzun que sufrieron en agosto del pasado año un accidente durante el descenso del Mont Blanc de Tacul (4.248 metros), una de las cumbres del macizo del Mont Blanc próxima a Italia, y caer desde unos 100 metros de altura. Un tercer montañero, también natural de Oiartzun, resultó herido de carácter leve y pudo dar la voz de alarma.
El anterior óbito se produjo el 9 de mayo de 2024, cuando un vecino de San Sebastián de 47 años perdió la vida mientras practicaba barranquismo en el Pirineo. Una cordillera a la que muchos guipuzcoanos acuden en las cuatro estaciones del año para practicar actividades al aire libre, desde el esquí hasta las rutas de montaña pasando por la escalada o los descensos acuáticos. El 21 de abril del pasado año falleció en la cara navarra de Aiako Harria un montañero de Hernani de 38 años que cayó desde una altura de diez metros.
Para encontrar el anterior deceso en el Pirineo con implicación en Gipuzkoa hay que retrotraerse a julio de 2023, cuando Joxan Larrañaga, sacerdote de 67 años, falleció en Panticosa al caer de un barranco. Los equipos de rescate encontraron el cuerpo sin vida del vecino de Deba en las inmediaciones del pico Faceras.
Un año antes, en 2022, también se produjeron hechos trágicos en la montaña. El tercer fin de semana de enero se vistió de luto entre los mendizales del territorio. En apenas 24 horas dos hombres murieron cuando disfrutaban practicando una de sus grandes pasiones. Fermín Caminos, un joven de 26 años de Berastegi, que estaba ascendiendo al pico Aspe en Huesca con dos amigos, falleció tras sufrir una caída. Y al día siguiente, un vecino de Berrobi de 39 años, Iban Carballes, murió al precipitarse al vacío en el monte Balerdi, en este caso en la cordillera de Aralar. Meses antes, en octubre de 2021, Sonia Herce Susperregi, montañera errenteriarra de 46 años, falleció cuando se encontraba ascendiendo a los Picos del Infierno, en Panticosa (Huesca).
El anterior accidente con víctimas mortales guipuzcoanas en ese 2021 tuvo lugar el 22 abril en el entorno de Aiako Harria, cuando un ciclista de 65 años perdió la vida. Dos meses antes, el 20 de febrero, Garikoitz Baños, auxiliar del equipo ciclista Movistar Team, falleció al mediodía en el en el monte Aloña en Oñati. Previamente, en octubre de 2020, un vecino de Oiartzun de 38 años falleció tras caer desde una altura de 30 metros en el macizo de Aiako Harria. El cuerpo, que se buscaba desde cuatro días antes, fue hallado en una zona de difícil acceso.
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