Babarrunas en el camping-gas y comida a la luz de las velas; la hostelería, afectada por el apagón

Bares y cafeterías a oscuras, restaurantes sin poder preparar los platos del día durante más de una hora, imposibilidad de gestionar las reservas, pérdida de género fresco y congelado en establecimientos de las localidades donde el apagón se prolongó durante la tarde... El incidente de este lunes ha tenido un «impacto significativo» en la hostelería, cuyo alcance está aún por calcular. La Asociación de Hostelería de Gipuzkoa remarca que «aproximadamente el 70%-80% de las actividades en un establecimiento hostelero dependen directamente de la conexión eléctrica, lo que hace que su interrupción cause graves problemas en múltiples áreas».

El suceso ha dejado imágenes curiosas en el territorio, como en el emblemático restaurante Frontón de Tolosa, donde no han renunciado a servir sus famosas alubias a los clientes, que en esta ocasión han calentado en un camping-gas, llevado a la cocina expresamente para ese fin y evitar que el menú se limitase a platos fríos, informa Juanma Goñi.

O la de los clientes comiendo a la luz de las velas en el bar Avenida de Lasarte-Oria, que sí fue capaz de ofrecer su menú gracias a que pudo cocinar con gas butano, informa María Cortés.

El corte de suministro eléctrico se ha producido en la mayoría de Gipuzkoa entre las 12.30 y las 14.00 horas, un periodo crítico para el sector, en el que se junta el servicio a los clientes que a pesar de ser día laborable disfrutan de un aperitivo, con la necesaria preparación de las comidas. En Hostelería Gipuzkoa ponen de manifiesto que lo sucedido este lunes «evidencia la alta dependencia de la electricidad en la operativa diaria de los establecimientos», lo «crítica que es la tecnología y la electricidad para su funcionamiento» y la «necesidad de contar con planes de contingencia para minimizar el impacto de este tipo de incidentes», dada la «dependencia de sistemas automatizados y digitalizados» que tenemos.

En la asociación enumeran cinco aspectos básicos que se han visto afectados: operativa general del establecimiento, servicio de cocina, cobros, gestión de reservas y atención al público.

En el primer caso, la asociación de hosteleros explica que «la electricidad es esencial para el funcionamiento de muchas áreas clave, como los sistemas de punto de venta (TPV), los sistemas de cocinado, la climatización, o los sistemas de comunicación y marketing. La interrupción de la electricidad ha afectado gravemente la operativa general, obligando a trabajar de manera manual, lo que ha ralentizado todo el proceso y aumentado la carga de trabajo del personal».

Al mismo tiempo, el servicio de cocina se ha visto suspendido y/o retrasado. «La falta de electricidad ha paralizado el funcionamiento de los equipos de cocina, lo que ha impedido preparar muchos platos. Durante este tiempo, solo se pudieron servir bebidas y comida en frío, lo que afectó la calidad y el tiempo de servicio«. En cualquier caso, los responsables de la asociación admiten que »el efecto podría haber sido aún más grave si se hubiera producido a la hora de la comida«.

En trecer lugar, al igual que en otros sectores, se han registrado afecciones en los pagos. «la interrupción de la electricidad ha dejado fuera de servicio los sistemas de pago, lo que ha obligado a gestionar los cobros solo en efectivo. Esta limitación ha generado inconvenientes tanto para el personal como para los clientes, afectando la fluidez de las transacciones».

También ha supuesto complicaciones para la gestión de las reservas, que durante el apagón han sido «imposibles de gestionar». «Al no poder acceder a los sistemas digitales, se ha suspendido la gestión de las reservas. Esto ha complicado la organización del servicio y la planificación de la jornada, dificultando la coordinación y aumentando la carga de trabajo».

Y a resultas de todo ello, se han dado casos de incomprensión por parte de los clientes. «La falta de información y la alteración en el ambiente han generado situaciones de incomodidad y cierta inquietud entre los clientes. Sin saber cómo proceder en un escenario tan inusual, algunos se han mostrado confundidos y preocupados por la situación».