La atención a la discapacidad cambia de modelo
La Fundación Goyeneche que se ocupa ahora mismo de 236 personas con diferentes minusvalías psíquicas ha hecho pública su última memoria, la del 2016. En ... ella que recorre las distintas actividades realizadas y, sobre todo el cambio más importante que experimentan su metodología, la modificación del modelo de atención a la discapacidad. Son nuevas formas de trabajar, aseguran en el propio documento, en los que ven a la persona en su globalidad y o como un simple receptor de servicios. "Queremos conseguir que esta gente cuente con círculos de apoyo comprometidos en la mejor de su calidad de vida y dar valor a su voz".
El gran reto es conseguir que las personas puedan ejercer el control de sus vidas, un objetivo esencial que creen que puede conseguirse sin dejar que cuenten con servicios que garanticen su seguridad. Para ello realizan un perfil de cada persona en la que se destaca lo mejor de ellas y se establecen dos campos diferentes. El primero resalta aquello que es lo más importante de esa persona y por otra la mejor opción para apoyarle.
Si alguien se va a ocupar, por ejemplo, de Ibon, que tiene síndrome de Down, deberá saber que le encanta estar con su madre y sus dos hermanos, celebrar fiestas con ellos, bromear, la música y que, además, es un gran nadador. Pero debe saber también que es remolón a la hora de entrar en la piscina, que hay que ponerle el gorro o que no mastica las comidas más duras.
"Es importante consensuar planes de acción en los que se detalles qué pasos se van a seguir para conseguir las metas de esta persona, así como establecer puntos de revisión y seguimiento regulares de esos planes para asegurar que se dan avances".
La tecnología, además, se ha convertido en un elemento clave de la estrategia de la Fundación, tanto para evaluar y mejorar la eficacia en la aplicación de los planes personales como para aumentar el protagonismo de las personas en el propio plan para entenderlo y hablar sobre él.
En estos momentos hay ocho centros repartidos por todo Gipuzkoa, además de los cuatro que están abiertos en San Sebastián, el último abierto en Amara. El huerto, la artesanía, el deporte, la formación para el desarrollo laboral y hasta el apoyo del cuidado de las yeguas de Lore Toki son algunas de sus actividades.
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