«Tendremos que aprender a convivir con el mundo físico y el virtual»

– ¿Cómo ha evolucionado Internet desde que se creó?

– Si en algo ha cambiado es en el número de usuarios. La cantidad de internautas no ha dejado de crecer y con ello ha cambiado la web. Ahora mismo estamos en la web 3.0, que es una web inteligente multi dispositivo y que se caracteriza por una gran interactividad y personalización del contenido.

– ¿Cuál es el siguiente paso?

– Ya se está hablando de la web 4.0 y de los mundos virtuales. De hecho, la Comisión Europea ha adoptado este año una estrategia sobre ambos aspectos para que Europa lidere esta transición tecnológica y para asegurar entornos digitales abiertos, seguros, justos e inclusivos.

– ¿A pesar de que Internet haya sido un gran avance; ¿qué aspectos negativos tiene?

– Internet ha traído grandes avances y hoy en día no se puede concebir la vida sin estar conectado. Nos permite acceder a nuestras apps, servicios y espacios de compraventa. Sin embargo, hoy en día nos exponemos a muchas amenazas y situaciones de riesgo. Como puede ser una infección por un virus o un hackeo de nuestras cuentas con las que nos pueden robar no solo nuestro dinero sino también nuestra información personal. Cada vez aparecen más noticias con ciberestafas que afectan tanto a ciudadanos como a empresas.

– ¿Cómo podemos protegernos de los ciberataques?

– Lo fundamental es que, de alguna forma, seamos conscientes de que estamos en un nuevo entorno. En un momento dado aprendimos a vivir en la vida real, pero ahora nos toca aprender a vivir en una realidad virtual. Por ello, cuando navegamos por internet con nuestros dispositivos tenemos que ser conscientes de que podemos estar expuestos a diferentes amenazas. Y debemos asegurarnos de que los datos que aportamos en páginas y aplicaciones se mantengan en privado.

– ¿Y cómo nos protegemos ante esas amenazas?

– Hay unas pautas básicas que podríamos llevar a cabo sin tener un gran conocimiento. En primer lugar, actualizar los sistemas operativos de nuestros dispositivos siempre que podamos, ya que esa es la primera barrera de protección. Además es interesante tener copias de seguridad, ya que puede ser un elemento que juegue a nuestro favor. En cuanto a las estafas, debemos de estar atentos y no creernos todo lo que vemos en la red o lo que nos llega a nuestro e-mail.

– ¿Qué papel juega la educación en cuanto a navegar de una forma más segura?

– Enseñar desde pequeños qué es Internet y sus aspectos positivos y negativos es algo crucial. Al igual que nos enseñan a tener cuidado cuando cruzamos una carretera, debería enseñarse cómo se debe vivir en el mundo virtual. No suele ocurrir, porque los padres conocen el mundo físico pero en cambio desconocen el mundo virtual y por ello no pueden enseñar cómo actuar. En consecuencia, se debe sensibilizar en materia de ciberseguridad desde muy pequeños para usar la tecnología de una forma segura.

– Cada día tenemos más dispositivos conectados a Internet; ¿cómo puede afectar esto a nuestra privacidad?

– Cuando hablamos de Internet y de nuevas tecnologías tenemos que pensar en que todos estos dispositivos tienen que ser creados con algo que se llama 'ciberseguridad y privacidad por diseño y por defecto'. En estos momentos nos encontramos ante apps que son creadas teniendo en cuenta las funcionalidades que debían cumplir pero sin tener en cuenta que debían de ser seguras. Por otro lado, se ha creado una economía alrededor del dato que puede ser un gran beneficio en este ámbito. No obstante, debemos asegurarnos de que se garantice la privacidad de nuestros datos.

– ¿Hay alguna ley que intente erradicar estos abusos contra la privacidad?

– Sí, la Ley de Protección de Datos, sin embargo se tiene que seguir avanzando mucho más, sobre todo en materia de concienciación. Cuando nos registramos en alguna página web tenemos que pensar si todos los datos que nos solicitan son necesarios para acceder, porque muchas veces los ofrecemos gratis y no sabemos para qué se usan.

– ¿Hasta dónde puede desarrollarse Internet?

– Hacer una predicción es imposible, pero hay unas tendencias que son imparables. En primer lugar, hay cada vez más interacción entre dispositivos y humanos, así como entre dispositivos. Por otro lado, habrá mundos virtuales que serán cada vez más difusos, y que habrá que compaginar con nuestra realidad física. Tendremos que aprender a vivir en ambos mundos.