Bar La Estación de Estella-Lizarra, vuestra estación en Estella

Durante este 2021 el Bar La Estación de Estella-Lizarra se ha convertido en mi bar de cabecera y mira que llevo varios años yendo a esta localidad navarra, pero no ha sido así hasta que mi amigo y compañero de fatigas baloncestísticas en el C.B. Oncineda, Raúl Pérez, me enseñó las bondades gastronómicas de este bar. Y tiene 'delito' lo mío, porque Iñaki Rodriguez y Puy Astarriaga llevan desde 2009 haciendo felices los paladares de los que se acercan, sin olvidarnos de su hija, Edurne Rodriguez, que lleva al pie del cañón casi desde el principio, y de Amaia Astarriaga, que lleva una semana menos que el matrimonio. Junto a ellos un señor equipo: Maria, Leire, Angee, Robert, Mikel, Lili, Fernanda, Jenny y Mila.

Con el paso de los días me ha ido guiando y enseñando los trucos que se esconden entre los fogones de La Estación. Me ha mostrado que hacen un muy buen café y que si te acercas a desayunar puedes disfrutar de una buena tostada, de pan o pan de molde, que con tomate es una manera maravillosa de empezar el día con fuerza y energía, y qué decir si lo acompañas de un buen zumo de naranja natural. Aunque tampoco está mal arrancar la jornada con la opción de la tostada con aceite, tomate y jamón o bollería del día, opciones que las dejó para otra buena ocasión. Desayunos que se ofrecen a partir de las 7 de la mañana

Llega la hora del aperitivo o la hora del vermouth, y en días de buen tiempo hay que andar rápido para conseguir una mesa en la terraza, que es uno de sus puntos fuertes, una señora terraza, un lujo, una terraza que gobierna con clase y maestría el servicio de La Estación, ese equipo que a veces es un lujo ver cómo funciona, aunque las mesas estén repletas, andan de un lado a otro, sin parar, fijándose en quién entra nuevo, sabiendo cuándo falta algo en alguna mesa, ejemplo de profesionalidad, da gusto verles trabajar.

Volviendo a la hora del aperitivo, opciones no faltan y deliciosas tampoco. Por un lado, su tortilla de patata. Una buena tortilla que también puede servir para empezar el día de una forma maravillosa, opción por la que he optado muchas veces, no os voy a mentir. Pero, claro, si solo ofrecieran la tortilla de patata, bien, no sería difícil elegir, pero, no, tortillas tienes por doquier; la de patata que va rellena de chatka; all i oli y jamón; bacon, pimiento verde y queso o la vegetal con tomate, huevo, atún, mayonesa y lechuga. Otras opciones, la tortilla de verduras o la de chistorra o la de jamón.

Pero no sería lo mismo si no hubiera un buen surtido de fritos, ideales para acompañar el vermouth, el vino o la cerveza. Fritos, entre los que destaca sobre manera, el frito de pimiento. ¡Qué manjar! ¡Qué lujo! Totalmente casero, artesanal con una buena picada de ternera y cebolla que va muy bien integrada con esa bechamel y el pimiento que es un festival, como para comerte unos cuantos, aunque con uno ya eres más que feliz, porque el tamaño es considerable. Tampoco se quedan atrás la croqueta de jamón o el frito de jamón y queso.

En la barra también encontraremos pinchos más que interesantes como la brocheta de pulpo y langostino con una vinagreta jardinera, que es una maravilla; el pincho de salmón ahumado con chatka; o las curiosas y ricas pequeñas raciones de la ensaladilla rusa casera, que está espectacular; la de ajoarriero, otra de las referencias de la casa; o la de pulpo con esa vinagreta jardinera, que es puro vicio.

Mi primera experiencia cenando fue con Raúl, quien me dijo que teníamos que quedarnos a cenar un buen plato de huevos fritos con jamón, txistorra y patatas fritas. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con unos huevos fritos, con su puntillita fina, hechas en sartén, a la manera tradicional, con una buena txistorra que me sorprendió muy gratamente y un buen jamón pasado.

Eso fue la primera vez, pero cuando fuimos a 'trabajar' como digo yo, a conocer más profundamente la buena cocina de La Estación, nos cuidaron como reyes y nos deleitaron con un carrusel de su cocina, donde me gustaron mucho el pulpo a la gallega, que tiene su puntito bixigarri; el bocadillo hueco de ajoarriero, receta tradicional navarra que bordan; y la hamburguesa de vaca de Ulzama, con ese toque de mermelada de vino que aporta un dulzor más que agradable. Para terminar, un flan casero que me encanta, mi postre cada vez que los visito, con nata o sin ella, eso ya al gusto de cada uno.

Es una muy buena cocina casera la que elaboran en La Estación, hecha con mimo y cariño, una cocina para disfrutar en el día a día, elaborada a partir de un producto seleccionado. Volveré una y otra vez, porque a los bares en los que se es feliz, siempre hay que volver. On egin!

Temas

• Estella/Lizarra