Restaurante Kinza, pequeña gran cocina
Gastronomía variada y elaborada al momento que mira a diferentes culturas del mundo
Mi primera toma de contacto con Kinza fue de esas que no se olvidan fácilmente. Fue en 2018, a los pocos meses de abrir. Era un jueves al mediodía y me acerqué al límite del horario de comidas para sentarme y disfrutar por primera vez de su cocina. En aquella época ofrecían un plato del día. No se me olvida fácilmente aquel plato de lentejas con albóndigas que me metí entre pecho y espalda, un plato generoso de lentejas con varias albóndigas, trozos de panceta y guindillas.
Publicidad
Desde aquella primera visita, solo estuve otra vez, un día desayunando, y es que la primera comida del día es una de las señas de identidad de la casa y que en los últimos tiempos han reforzado. Desayunar en Kinza es un plan inmejorable para empezar el día con energía y fuerza, con las tostadas elaboradas con pan casero y donde encontraréis una gran variedad y cosas más especiales como las tortillas elaboradas al momento o el Shakshuka, huevos escalfados en salsa matbuja, una salsa árabe a base de pimientos y tomate, queso feta y perejil.
Pero aparte de aquella ocasión no había vuelto a Kinza a comer. Cada vez que pasaba por la Gran Vía y veía el restaurante en esa esquina a la entrada de la calle, pensaba, «tengo que volver a sentarme en ese pequeño local», porque en su interior esconde una gran cocina, no por el espacio, sino por su nivel. Porque Elena Redkina, alma máter del Kinza junto a Yanina Poliotti, es una gran cocinera que lo demuestra en todas esas deliciosas propuestas que salen de su cocina. Una cocina que mira al mundo, con recetas y productos traídos de diferentes puntos del planeta, y que te hace viajar a través de sus propuestas, matices y sabores. Una cocina elaborada al momento y en casa, variada y donde los productos de temporada tienen un gran protagonismo, como pueden ser unas buenas alcachofas o unos espárragos. Una cocina libre, personal y con sello propio, el sello Kinza.
Volví hace un mes y por fin pude saldar esa deuda y sumergirme de lleno en la carta del Kinza. Nos sentamos en la terraza, aprovechando el buen tiempo, y nos dispusimos a darnos un buen homenaje gastronómico, porque es mirar la carta y no saber qué elegir, así que hicimos una amplia selección para compartir y así poder probar más propuestas.
Comenzamos con un delicioso y fresco ceviche de langostinos que viene acompañado de cremoso de aguacate, puré de boniato y unos nachos para dar el toque crujiente, un gran inicio. Le siguió una sabrosa tosta de pan de cristal con escalivada, que mi acompañante ya había probado y me recomendó con gran acierto, antes de sumergirnos en sus pan bao.
Publicidad
Sus dos propuestas de pan bao son una delicia, una maravilla culinaria y un bocado que merece la pena probar cuando visitéis Kinza. Primero, un taco de panceta cocinada a baja temperatura y que viene acompañada de una salsa china elaborada a base de soja, especias y azúcar, un bocado especial y con matices orientales; y segundo, el pan bao de ropa vieja y encurtidos, con un juego de sabores más que agradable.
La experiencia gastronómica estaba superando con creces todas las expectativas creadas. Seguimos con un tradicional steak tartar, un auténtico vicio, sin misterio, pero que estaba espectacular. Eso sí, antes de sumergirnos en un plato de temporada, degustamos unas alcachofas cocinadas a baja temperatura y marcadas a la plancha para terminar dándoles un toque crujiente en el horno, que estaban acompañadas de unas buenas vieiras a la pancha. Un plato mar y tierra, con dos productos excepcionales cocinados en su punto perfecto, un gran bocado, un gran plato.
Publicidad
Existe el dicho o la creencia que dice que, así como un mal postre te puede estropear una buena comida, un buen postre lo puede mejorar. En nuestro caso, los postres elevaron aún más la felicidad que estábamos sintiendo a través de la cocina de Kinza. Dos postres, cada cual mejor, versiones de postres tradicionales. Por un lado, la tarta de manzan, te la presentan en sartén acompañada de helado de yogurt, recién elaborada siguiendo una receta tradicional, con la manzana glaseada con mantequilla y con hojaldre, puro espectáculo. Por otro lado, el Lemon Curd, su versión del tradicional postre inglés, fresco y delicioso.
Una experiencia de estas que te dejan marca y que es difícil de olvidar. Tendréis que esperar hasta el 4 de junio para visitar este rincón gastronómico, que ahora están cargando pilas de vacaciones. Disfruten de Kinza. On egin!
Publicidad
Kinza
DONOSTIA
Dirección: Gran Vía 30
Teléfono: 943128928
Comedor: 1 para 12 comensales / 1 terraza para 12 comensales
Abre: de jueves a domingo
PRECIOS
Carta 20-25€
Pan cristal con escalivada, pesto y piñones 7€ / pan bao de panceta en salsa china 5€ / pan bao de ropa vieja y encurtidos caseros 5€ / ceviche de langostinos 7€ / alcachofas a baja temperatura con vieira a la plancha 16€ / steak tartare 13€ / lemon curd 5€
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión